/El Digital de Albacete/
El alcalde de Albacete, Vicente Casañ, ha felicitado al equipo del Jardín Botánico de Castilla-La Mancha, con su director a la cabeza, Pablo Ferrandis, y en especial a su conservador, Alejandro Santiago González, por haber conseguido que “nuestro Botánico sea el el primer y único Jardín Botánico de la Asociación Iberomacaronésica de Jardines Botánicos que ha conseguido una certificación de Excelencia Ecológica”. Esta asociación engloba a todos los jardines botánicos de la Península ibérica.
“Nuestro Jardín Botánico ha demostrado estar vivo, más vivo que nunca, y además estar libre de productos fitosanitarios no permitidos en agricultura y jardinería ecológica y no es baladí porque aquí hay más de 28.000 plantas, de 2.000 especies diferentes, cuya conservación sin recurrir a estos productos fitosanitarios convencionales no es fácil”, ha valorado el alcalde.
Casañ ha realizado estas declaraciones durante la entrega de dicha certificación por parte de la empresa CAAE, que ha evaluado hasta 60 ítems de la gestión del Jardín Botánico. El acto ha tenido lugar en el invernadero del Jardín Botánico y al mismo ha asistido el presidente de la Diputación, Santiago Cabañero, que ha coincidido en felicitar al equipo del Jardín Botánico por el trabajo de conservación, divulgación y transferencia del conocimiento que realizan, “a nivel técnico se ha hecho un muy buen trabajo, ahora a nivel institucional nos toca ponernos deberes y conseguir que esta joya que tenemos sea más conocida”, ha dicho Cabañero.
El Jardín Botánico de Castilla-La Mancha está gestionado por un patronato integrado por el Ayuntamiento, la Diputación y la Universidad de Castilla-La Mancha, que se ha marcado como reto abrir esta instalación, más si cabe, a la sociedad. “Hay mucha gente en Albacete que todavía no conoce el Jardín Botánico y cuando viene se queda asombrada, eso significa que queda todavía mucho trabajo por hacer”, ha admitido Casañ, quien ha añadido que ya se están dando pasos para su mayor divulgación, con acciones como la apertura durante los fines de semana, en horario de mañana, para que la ciudadanía pueda disfrutar de este espacio.
Certificación ecológica
El delegado de CAAE, David Vaquerizo, ha expresado la satisfacción que para la entidad a la que representa ha supuesto certificar el manejo ecológico del Jardín Botánico de Castilla-La Mancha. Según ha explicado, la evaluación comenzó en 2019 y ha incluido no solo aspectos que tienen que ver con la conservación de las plantas, sino que para llegar a la certificación se han tenido en cuenta también cuestiones como las que tienen que ver con el uso de los recursos hídricos, la gestión energética del centro, la formación y cualificación del personal o la integración paisajística y medioambiental de las colecciones.
La certificación ecológica se ha obtenido por la máxima puntuación posible, 7 sobre 7. El conservador del Jardín Botánico de Castilla-La Mancha ha hecho ver lo que supone el manejo ecológico de un espacio de siete hectáreas, con cerca de 29.000 plantas de 2.000 especies distintas y ha aprovechado para dar las gracias al director científico del Botánico, José María Erranz, por la selección de plantas autóctonas que se cultivan en el Jardín Botánico, circunstancia que ha merecido el reconocimiento en cuanto a su biodiversidad.
“Estas certificaciones son habituales en agricultura y para cultivos de una o varias especies, algunos parques también la consiguen pero para que nos hagamos una idea, un parque grande como sería el de Abelardo Sánchez puede tener hasta 50 especies distintas, pero aquí estamos hablando de 2.100 diferentes”, ha explicado el conservador, quien ha incidido en que aunque sean especies autóctonas de Castilla-La Mancha su cuidado en Albacete no siempre es sencillo, “la flora del Alto Tajo o los alcornocales de Ciudad Real, no son fáciles de manejar aquí”.
El director del Botánico, Pablo Ferrandis, ha querido destacar el trabajo realizado por el conservador del Botánico, biólogo y doctor en Ciencia e Ingeniería Agrarias por la Universidad de Castilla-La Mancha. “Gestionar esta enorme colección de especies vegetales, muchas de ellas en peligro de extinción, con una ecología de lo más especializada y exigente posible, sin utilizar productos fitosanitarios convencionales, sino más bien el uso de depredadores naturales de plagas y productos fitosanitarios de origen vegetal e inocuos para el resto de organismos que no se tratan de controlar, es de una dificultad extrema y requiere de una altísima cualificación”.
