/El Digital de Albacete/
Los expedientes abiertos a jóvenes por agresiones de hijos a sus padres en Castilla-La Mancha aumentó un 9,6% por ciento durante el año 2019, con 137 expedientes frente a los 125 del año anterior, según el estudio ‘Violencia filio-parental en España. Datos 2019’ de la Fundación Amigó.
Estas cifras señalan “el grave problema social” que suponen estas agresiones, ya que se estima que sólo se denuncian los casos más graves, entre un 10 y un 15 por ciento del total, por lo que este es un problema que en la mayoría de las ocasiones es “oculto”, por lo que se hace necesario “dar visibilidad y concienciar a la población del problema existente”, según ha informado la Fundación en nota de prensa.
Tras analizar las diferentes memorias regionales de las Fiscalías de Menores de cada comunidad autónoma, los datos muestran resultados muy heterogéneos.
A nivel estatal, aumentaron un 4,6% durante el año 2019, situándose en 5.055 los procedimientos incoados a menores por este tipo de delito, frente a los 4.833 registrados durante 2018. Este tipo de delitos ya supone el 17,8 por ciento del total de los expedientes abiertos a menores de edad.
Andalucía es la región donde se abren un mayor número de expedientes a menores por este tipo de delito (1.136 durante 2019). Después se encuentran Comunidad Valenciana con 837, Comunidad de Madrid con 687, 514 en Canarias y 312 en Cataluña.
En Castilla La Mancha, el desglose por provincias sería de 39 expedientes en Toledo, 32 en Ciudad Real, 29 en Guadalajara, 27 en Albacete y 10 en Cuenca.
“Continúa el aumento de denuncias por casos de violencia filio-parental cada año. Hay que tener en cuenta que estos datos solo señalan las situaciones más graves, ya que existe una cifra negra que no se detecta porque no se llega a la denuncia. Por ello sigue siendo necesaria la labor de sensibilización y prevención que evite la instauración de la violencia en el ámbito familiar”, ha señalado Irene Gallego, psicóloga de Fundación Amigó. “Es de gran importancia dotar de las estrategias necesarias a las familias que sufren esta problemática. Un trabajo en red que aúne pautas, formación y conocimiento sobre esta alarmante problemática, disminuirá el estigma de las familias que lo viven”, ha apuntado Gallego.
Además, en esta investigación, en la que ha participado una muestra de más de 1.000 personas, se han obtenido también otras conclusiones como que la media de edad de los hijos es de 15 años y medio, mientras que la de los progenitores es de 46 años y medio.
El 71,11 por ciento presenta el problema de estas agresiones cuando los hijos tienen entre 12 y 18 años. Además, los datos indican que el 63 por ciento de la violencia era ejercida por los hijos y el 37 por ciento por las hijas. En el 30,53 por ciento se trata de hijos o hijas únicos.
Del mismo modo, el estudio indica que en el 74,01 por ciento de los casos, los hijos han disminuido su rendimiento escolar, mientras que en el 16,81 por ciento estos hijos han sufrido acoso escolar, en el 64,35 por ciento presentan algún tipo de adicción y en el 40,87 por ciento han sido testigos de algún tipo de violencia.
La investigación señala también que más de la mitad de las personas (52,6%) forma parte de familias nucleares, seguido de un 26,5%, que son familias monoparentales maternas.
Para frenar la violencia filio-parental, Fundación Amigó desarrolla el ‘Proyecto Conviviendo’ en Madrid, A Coruña, Vigo, Bilbao, Torrelavega, Valencia, Castellón y Alicante. Un recurso gratuito para familias que viven situaciones de conflicto y que tiene el objetivo de acompañarlas en la adquisición de las estrategias, herramientas y habilidades necesarias para afrontar la situación desde una perspectiva diferente. La entidad ha puesto en marcha un crowdfunding con el objetivo de conseguir fondos para seguir atendiendo de manera gratuita a familias que viven este tipo de situaciones.
