/Javier Romero/
El alcalde de Albacete, Vicente Casañ, se ha lanzado a una campaña de ruedas de prensa para intentar que su nombre no pase a la historia de la ciudad como el del alcalde más mediocre de la historia de la capital, algo que a tenor de los comentarios de los albaceteños parece que le será muy complicado.
Casañ, que durante su corto mandato se ha visto superado en todo momento por los acontecimientos acaecidos en la ciudad, sin hablar lógicamente del COVID, busca ahora que el resto de administraciones le salven del frío que padecerá cuando deje el sillón del despacho de Alcaldía del consistorio capitalino.
Esta semana hemos tenido buena muestra de ello, Vicente Casañ presentaba en reuda prensa, junto al Delegado del Gobierno de España en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, las actuaciones a realizar para evitar las inundaciones en la zona de entrada a la ciudad por la Carretera de Valencia, un proyecto que viene de muy atrás pero que Casañ intenta vender como suyo. Además, aprovechó la rueda de prensa para reivindicar de boquilla la A-32, pero lo cierto es que el poco peso específico del primer edil y de su formación, Ciudadanos, de poco ha servido para que los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año contemplen una apuesta decidida para la finalización de esta infraestructura necesaria para la ciudad y la provincia. Seguimos con palabras y ningún hecho.
Tampoco hay nada claro en el futuro del edificio del Banco de España, ubicado en la Plaza del Altozano y al que Casañ en campaña sacaba brillo afirmando que le daría uso… por el momento este mastodonte arquitectónico sigue cerrado tras casi año y medio de mandato y nada hay concretado sobre el futuro.
Pero si por algo va a pasar a la historia esta legislatura en Castilla-La Mancha es por el inicio de las obras del Hospital de Albacete, que en nada ha tenido que ver Casañ pero de lo que el primer edil intente sacar pecho, aunque sepa perfectamente que es una apuesta de la Junta de Castilla-La Mancha y de su presidente Emiliano García-Page, que ha dejado de lado los numerosos actos de deslealtad realizados por Casañ y ha seguido adelante con esta necesaria infraestructura a pesar del alcalde de Albacete.
Nefasta gestión del asentamiento ilegal de la Carretera de las Peñas, desorganización en la Policía Local de Albacete con varios episodios sonrojantes, aluvión de multas tras la falta de información del proceso de control con cámaras de las calles Rosario y Gaona, el ‘chiringuito’ del Parque Abelardo Sánchez, son algunas de las ‘perlas’ de este alcalde temporal que no fue ni la primera ni la segunda opción más votada en las pasadas elecciones municipales, pero esto de la nueva política es lo que tiene, que gobierna el tercero.
Así, Vicente Casañ se lanza estos meses a un intento desesperado para que su paupérrima gestión tenga algo de brillo y para ello sus llamadas al resto de administraciones se multiplican suplicando algún proyecto que vender a la ciudadanía, como si ésta no supiera perfectamente lo que está pasando.
No obstante no descarten maniobras para intentar perpetuarse en el cargo hasta final de la legislatura, algo que tiene con la mosca detrás de la oreja a más de uno que no dan ni un céntimo porque Casañ cumpla con el acuerdo de investidura.
Me parece una obscenidad querer poner todo el foco de la pésima gestión municipal en la figura del alcalde, que su culpa tiene, faltaría más. Junta a Casañ hay todo un equipo de gobierno formado por concejales tanto como de ciudadanos como de la PSOE. No hay que olvidar que el futuro alcalde (porque así esta pactado) es vicealcalde y concejal de seguridad y, por tanto, responsable de lo acontecido en los incidentes por los asentamientos ilegales de la carretera de las peñas.
Pero aquí el autor del artículo de opinión omite tales responsabilidades en un más que evidente tendido de alfombra para el desembarco de Emilio Saez. No sean cínicos, el Ayuntamiento de Albacete no esta dirigido por Casañ sino por la PSOE que no ha dejado de ponerle al pobre (e incompetente) muchacho palos en la rueda.