/Marta López/Fotos: Ángel Chacón/
Existen un total de 173 Unidades de Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional repartidas por todo el territorio español. Una de estas unidades policiales se encuentra en la Comisaría Provincial del Cuerpo Nacional de Policía en Albacete, y cuenta con especialistas con una formación continua en la lucha contra la violencia de género, violencia doméstica y violencia sexual.
“La violencia de género es la que ejerce el hombre sobre la mujer por el hecho de ser mujer, sean pareja o hayan sido pareja y no exige convivencia”, explicaba a El Digital de Albacete, Genoveva Armero, responsable de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Comisaría Provincial de Policía Nacional en Albacete. De este modo desarrollaba que “en los años 80 se crearon las primeras unidades para mujeres que tenían el nombre de Servicio de Atención a la Mujer (SAM) y con la implantación del Plan Estratégico Policía 2000 surgió la necesidad de crear una unidad especializada que abarcara la violencia de género, los delitos de violencia doméstica, delitos sexuales y aquellas actividades delictivas cometidas por menores con edades comprendidas entre los 14 y los 18 años”.
Las UFAM son “unidades especializadas a través de las que se pretende dar una asistencia a la víctima de violencia de género de manera personalizada, especializada y que además se de la mano en un mismo grupo la investigación de estos delitos y la protección a las víctimas”, subrayaba Armero. De este modo indicaba que “normalmente para denunciar cualquier situación el ciudadano ha de tramitar la gestión en la Oficina de Denuncias y Atención al Ciudadano, pero en el caso específico de que una mujer víctima de violencia de género llegue hasta dependencias policiales para interponer una denuncia, automáticamente es recibida por la UFAM dándole un trato diferenciado y especializado”.
El trabajo de la UFAM
En el primer contacto con esta especial unidad policial los agentes informan a la víctima de que “tiene derecho a ser asistida en ese mismo momento por un abogado de manera gratuita”, manifestaba la jefa de la UFAM. Así, si la mujer considera que tiene que estar asesorada por un abogado lo que hace este grupo policial es ponerse en contacto con el Colegio de Abogados, “comunicar que tenemos una mujer víctima de violencia de género para que le den esa asistencia jurídica gratuita y el el abogado esté presente a la hora de interponer la denuncia”, recogía.
“En algunas ocasiones las mujeres vienen verdaderamente muy afectadas física y psicológicamente porque van acumulando una serie de hechos muy duros”, reconocía Genoveva Armero, y añadía que “el trabajo previo con psicólogos o la propia familia son quienes animan a la víctima a denunciar”. Igualmente destacaba que “no hay que olvidar que en estos casos la víctima debe denunciar a quien es su pareja, y en la mayoría de los casos, a quien también es el padre de sus hijos”. Todo ello produce “un fuerte choque emocional en la víctima”, motivo por el que los integrantes de la UFAM “tenemos que hacer de policía y a veces también ejercemos un poco de psicólogos para dejar que la víctima se desahogue y cuente todos los hechos”.
Llegados a este punto, “si la mujer ha optado por estar asesorada por un letrado, éste le guiará en la declaración y dejaremos que lo cuente todo a su manera”. Y es que el objetivo es lograr conocer “el tipo de violencia que sufre por parte de su pareja, teniendo en cuenta que puede ser de muchos tipos (física, psicológica, sexual, o económica)”, exponía.
En este momento “también intentamos saber la cronicidad y con qué periodicidad ha sufrido este tipo de violencia, si la víctima tiene o no hijos, si en el caso de tenerlos son menores y si han presenciado estos episodios de violencia”, y añadía que “cuando la violencia contra la mujer se ejerce dentro del ámbito familiar a los menores también se les considera víctimas de la violencia de género”. También “nos interesa mucho conocer qué tipos de recurso económicos tiene la víctima, en el sentido de si es una mujer que tiene una vida económica independiente o por el contrario tiene una dependencia económica del presunto agresor”, explicaba Armero. Y es que esta información “dará juego a saber si la víctima podría reanudar posteriormente la convivencia con el presunto agresor”. Además otro aspecto a tener en cuenta “es si el domicilio en el que viven es propio o de alquiler”, con el objetivo de conocer “en qué situación se quedará la víctima cuando se desencadene la resolución judicial”, sostenía.
Igualmente indicaba como “muy importante” en relación a las denuncias interpuestas por parte de mujeres víctimas de violencia de género el “ofrecerles la posibilidad de solicitar una orden de protección”. En concreto en esta orden de protección la UFAM debe reflejar “lo que ya se está plasmando en el atestado policial y con ello solicitarle al juez que en un plazo de 72 horas desde el momento en el que se solicita la orden de protección se pronuncie sobre la adopción de una serie de medidas de orden civil, penal, administrativo y social”, manifestaba la responsable de la Unidad.
En relación a estas medidas de orden civil se contempla que “si hay hijos menores en ese plazo de 72 horas el juez debe resolver sobre a quién le da la custodia, establecer un régimen de visitas o a quién se atribuye el uso de la vivienda familiar”, matizaba. En el orden de lo penal se atienden a medidas como “la imposición de una orden de alejamiento, es decir prohibirle al presunto agresor que se acerque al lugar de residencia, trabajo o lugares que frecuente la víctima con la finalidad de dotarla a ella de una cierta burbuja de protección”, aclaraba.
Además, desde la UFAM también se informa a la mujer de todos los centros asistenciales que existen a nivel provincial “para que la ayuden”. Y es que “los centros de la Mujer están formados por personas especializas que pueden asesorar a la víctima en los términos del procedimiento al que se va a enfrentar”, recordaba Genoveva Armero.
Una vez informada de todos estos aspectos, la responsable de la UFAM “tiene la obligación de hacer una valoración policial de riesgo”. Así, a través de un sistema informático denominado VIOGEN “hay una serie de aspectos y cuestiones que tenemos que responder en función de la denuncia de la víctima, de la declaración del presunto agresor, de las declaraciones de los testigos y de la manera en cómo ha ocurrido el episodio de violencia”. Con toda esta información “tenemos que rellenar ese cuestionario que nos hace el programa y valorar el resultado”.
Dependiendo de las respuestas “el sistema arrojará al final un riesgo que va desde no apreciado, pasando pro bajo, medio, alto y extremo”, matizaba, y que se trata de una valoración que “nos indica el grado o la probabilidad que tiene esa mujer de volver a sufrir un episodio de violencia de género”. Así, de acuerdo con cada nivel de riesgo hay una serie de medidas de protección que se asigna a ese nivel”, entre las que entra a formar parte la figura de “un policía protector con el que podrá contactar la víctima durante las 24 horas del día”, explicaba Armero. La finalidad de esta figura es “dotar a la mujer de una esfera de seguridad y que se sienta protegida una vez abandone las dependencias policiales después de haber denunciado al presunto agresor y que no tenga miedo”, subrayaba la responsable de la UFAM en Albacete.
Además de este importante aspecto remarcaba que en el caso de haber sufrido violencia física “se le aconseja a la víctima ir al médico para que sea tratada y nos aporte el parte médico para poder incorporarlo al atestado policial”. Así, tras valorar todos estos aspectos se procederá a la celebración de un juicio rápido con o sin detenido, y finalmente se procederá a adoptar las medidas cautelares necesarias”.
Los profesionales de la UFAM
Actualmente componen la UFAM de la Comisaría Provincial de la Policía Nacional en Albacete un total de 13 personas. Además, destacaba la responsable de esta unidad que estos profesionales están diferenciados en relación a las dos labores que efectúa la UFAM: “investigación y protección”. Así, detallaba que en “investigación hay 9 personas y en protección un total de 4”.
Cabe destacar que además de los delitos relacionados con la violencia de género en la UFAM “también investigamos delitos relativos con la violencia doméstica”, indicaba Genoveva Armero. Así, definía la violencia doméstica como “la que se ejerce en el ámbito familiar”, y añadía que “se ejerce sobre cualquier otro miembro de la unidad familiar a excepción de la mujer, y se exige para ser reconocida como tal que tanto víctima como autor convivan en el mismo domicilio”.
Finalmente esta unidad también investiga “todos los delitos relativos a la libertad e integridad sexual”, matizaba. Además al mismo tiempo recordaba que están tipificados como delitos relacionados con la violencia sexual “los abusos sexuales, agresiones sexuales, el acoso, y un amplio abanico de conductas delictivas”.
El confinamiento y la reducción de denuncias
“Sorprendentemente durante la época del confinamiento se redujeron considerablemente el número de denuncias tramitadas en materia de violencia de género”, desvelaba a El Digital de Albacete Genoveva Armero. De este modo especificaba que debido a la aparición del coronavirus y el consecuente confinamiento derivado del Estado de Alarma “a dos meses de que acabe el 2020 llevamos en la Comisaría Provincial registradas un total de 205 denuncias por violencia de género”.
Además, a modo de comparativa ofrecía los datos recabados durante 2019, “año que finalizamos con 281 denuncias en materia de violencia de género”, con lo que añadía “vamos por debajo de las cifras registradas durante el año anterior”. Así, explicaba que esta reducción de denuncias “nosotros la valoramos desde el punto de vista de que los presuntos agresores al estar confinados han tenido a la víctima más controlada”, y es que debido al Estado de Alarma con total probabilidad “la mujer no ha acudido tan a menudo a su puesto de trabajo y han desparecido por completo las reuniones y salidas”.
“El hecho de que el agresor tenga a la víctima bajo su control genera menos conflictos en el ámbito familiar”, reconocía Genoveva Armero, “y este creemos que es uno de los motivos por el no se han denunciado más casos”. Sin embargo apuntaba que también hay otro motivo relacionado con la reducción del número de denuncias por violencia de género y es que “quizá la mujer al estar confinada pensaba que no podía venir ni siquiera a Comisaría denunciar”. Y es que durante los meses de marzo a mayo “la actividad prácticamente se paralizó y el volumen de trabajo disminuyó considerablemente”, pero “una vez que acabó el confinamiento detectamos que todo volvía de nuevo a la rutina y que las mujeres volvían a denunciar”.
Jóvenes y violencia de género: “Una cosa es el amor y otra cosa es el control”
Otra de las labores que realiza la UFAM es de carácter preventivo. En este sentido “lo que intentamos es, junto con el delegado de participación ciudadana, desplazarnos a los institutos porque es vital tratar el tema de la violencia de género desde edades muy tempranas y educar en igualdad”, reconocía Armero. Así, la función de la UFAM es “transmitirles a los chicos qué es la violencia de género y que sepan detectar una situación de violencia de género”.
Así, calificaba de “preocupante” el hecho de que “muchas veces las chicas no saben que están siendo víctimas de violencia de género”. De este modo ponía como ejemplo que “el hecho de que tu pareja te controle el móvil, que te pida fotos para saber donde estás o que controlen tu ropa, no son conductas que consideren violencia de género”.
Se tarta de conductas que “quizá no se reconocen porque en muchas ocasiones en las películas nos transmiten ese amor romántico en el que si el chico no se preocupa por ti es porque no te quiere”, explicaba. Por este motivo “hay que hacerles ver que una cosa es el amor y otra cosa es el control”, y que “si una persona te quiere nunca ta va a controlar”, destacaba.
“No hay un perfil concreto de mujer víctima de violencia de género”
Dentro de la labor preventiva que desarrolla la UFAM también intentan llegar a toda la población “para que si son testigos o conocedores de un episodio de violencia de género lo pongan también en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”, porque “como ciudadanos tenemos el deber de ayudar a esas mujeres”, manifestaba la responsable de la UFAM.
También realizan labores preventivas encaminadas a mujeres que son víctimas de esta violencia “como población inmigrante o gente que vive en zonas rurales”. Así “intentamos llegar a ellas y hacerles ver que hay salida a su situación”.
De este modo reconocía Genoveva Armero que “no podemos sacar un perfil concreto de mujer víctima de violencia de género”. Así reconocía que hasta la UFAM se han acercado “mujeres de todas las clases sociales y de todas las edades”. Además reconocía que “ahora denuncia más gente joven y se está registrando alguna denuncia más por parte de mujeres mayores de 60 años”. Y es que las mujeres de la tercera edad “ahora se atreven a denunciar porque hasta el momento era muy difícil que lo hicieran ya que tienen su vida hecha, habían normalizado la situación y no denunciaban por la estigmatización social”.
25 de noviembre, Día Internacional de la Erradicación de la Violencia contra la Mujer
“Nosotros trabajamos todos los días por erradicar la violencia contra la mujer, pero este día del año es especial”, reconocía Genoveva Armero a pocos días de la celebración de este momento. Pese a todo, subrayaba que debido al COVID-19 “este año será diferente”, pero apuntaba que “normalmente se nos invita a los actos oficiales para contar nuestro trabajo y facilitar información a la mujer para que sepa que no está sola y que a todos los niveles institucionales hay servicios a su disposición para ponerle fin a su situación”.
Es una fecha que sirve para recordar las mujeres que sufren la violencia de genero que “estamos aquí para lo que necesiten y que en todo momento les vamos a prestar la ayuda necesaria para salir del proceso en el que se encuentran”, matizaba.
La mujer en la Policía Nacional
La mujer cada vez tiene una mayor presencia dentro del Cuerpo Nacional de Policía y es muy importante en la labor que desarrollan en la UFAM. “En esta unidad que la mujer tenga presencia es muy importante porque de este modo la población puede ver que la igualdad es posible y que tanto hombres como mujeres somos capaces de desempeñar los mismos puestos de trabajo sin roles”, reconocía Genoveva Armero.
Así sostenía que “los temas que se denuncian en esta unidad pertenecen mucho a tu intimidad y entonces a la mujer le es más fácil desnudarse y contar su situación a una mujer, a la que ve de igual a igual”, y añadía que es fundamental “empatizar con la mujer y que se sienta más cómoda a la hora de denunciar”.
No obstante, “nadie nos ha trasladado que prefiera una mujer o un hombre para interponer una denuncia” y es que “todos son profesionales y hacemos todos todo”, indicaba. Igualmente también ponía de relieve la implicación de los hombres que forman parte de la UFAM y es que “son verdaderos ángeles de la guarda para las víctimas de violencia de género”.
De este modo recordaba a todas aquellas mujeres que puedan estar siendo víctimas de la violencia de género que “no se sientan nunca solas” porque gracias al trabajo de los profesionales de la UFAM en Albacete “siempre estarán protegidas”.