CORONAVIRUS | Profesionales sanitarios del Hospital de Albacete piden que «los aplausos se conviertan en dignidad» laboral y asistencial

/Marta López/Fotos: Ángel Chacón/

El Sindicato Médico CESM convocaba este martes, 27 de octubre, una huelga nacional de facultativos que ha respaldado personal sanitario del Hospital General Universitario de Albacete.

Bajo el lema ‘Salvemos la Sanidad’ se concentraban estos facultativos a las puertas del Hospital de Albacete para denunciar “el deterioro de la calidad asistencial y evitar que los pacientes pierdan en su atención sanitaria”. Además, solicitaban la “inmediata retirada del Real Decreto Ley 29/2020, plantillas adecuadamente dimensionadas, mejora de las condiciones laborales y formativas de los Médicos Internos Residentes (MIR), y un presupuesto adecuado para una asistencia de calidad”, entre otras reivindicaciones.

A nivel regional estas reivindicaciones se centraban en la “adecuación de las plantillas orgánicas, clarificar los tiempos para asistencia, formación, docencia e investigación; la eliminación de las Gerencias Integradas, la recuperación de la carrera profesional o la fidelización de los MIR con contratos de al menos dos años”.

Desde el Sindicato Médico CESM, Fernando Gómez Bermejo, explicaba que los médicos “estamos en huelga a nivel nacional debido a la gota que ha colmado el vaso, la aprobación del Real Decreto”, algo que se hizo “con nocturnidad y alevosía y sin contar con los representantes de la profesión médica”. Del mismo modo sostenía que este hecho supone “la vulneración que va contra la dignidad de la profesión médica y afecta directamente a la atención y salud de los pacientes”.

Matizaba que este real Decreto “viene a reconocer que se pueden contratar médicos que vienen de otras naciones o que son extracomunitarios sin tener el título de médico especialista homologado”, lo que supone “dejar ejercer la profesión médica a cualquiera sin estar capacitado y poner en riesgo la salud del paciente siendo un delito contra la salud pública”. A todo ello se suma la actual situación que atraviesa la Atención Primaria que “está desbordada y desasistida” aseguraba, y matizaba que los profesionales “están haciendo telemedicina”. Esta atención está suponiendo la “pérdida de la relación entre médico y pacientes”, al tiempo que se traduce en “una sobrecarga de las consultas, especialmente de las urgencias”, recordaba.

Además indicaba que “el Gobierno está actuando bajo el lema ‘divide y vencerás’” en relación a la “desunión que están intentado crear entre los profesionales de urgencias y de la Atención Primaria», por este motivo, aseguraba que es el momento de “dar unidos un golpe en la mesa y manifestar nuestro enfado, indignación e impotencia”. Así subrayaba Gómez Bermejo que “no nos pueden ningunear”, y ponía de manifiesto que “no se reconoce al personal sanitario fallecido por COVID-19 en acto de servicio” y recordaba que “esta es una profesión de riesgo”.

“No queremos tener más derechos que los demás, pero tampoco queremos tener menos”, indicaba. De este modo pedían a la Administración que “cuando contrate a alguien se le exija el certificado de colegiación”, documento que certifica que “el profesional está colegiado, que es médico y que es especialista”. Además, ponía de manifiesto que “si no tienen el título homologado no deberían ejercer la medicina como especialistas”.

Médicos Internos Residentes 

Ponía de manifiesto que el pretexto y el argumento para poner en marcha estas contrataciones es “porque faltan médicos”, pero sostenía que “esto es mentira”. Así recordaba Gómez Bermejo que “todos los años salen entre 7.500 y 8.000 médicos de las facultades de Medicina a los que se les exige unas notas altísimas para poder entrar”. De este modo explicaba que “si todos los años salen cerca de 8.000 médicos, han sacado 7.500 plazas para el MIR y se han presentado 15.000 alumnos, ¿qué pasa con los 7.500 médicos restantes?”.

Así sostenía que “lo que hay que hacer es ampliar el número de plazas, sobre todo de las especialidades más deficitarias como son Familia, Pediatría, Anestesia o Radiología”. Es decir, “si faltan médicos de estas especialidades hay que ampliar las plazas, esto es la ley de la oferta y la demanda”, aclaraba. Pero “lo que no podemos hacer es dejar a estos cerca de 7.500 médicos sin darles facilidades o posibilidades para ejercer la medicina pública”.

Presión asistencial y equipamiento COVID

“El Hospital de Albacete no está muy mal, no estamos como estuvimos en la época de marzo y abril”, reconocía Gómez Bermejo en relación a la situación epidemiológica que tiene el Hospital General Universitario de Albacete en estos momentos. Así recordaba que durante los primeros meses de la pandemia de COVID-19 “había entre 60 y 70 pacientes esperando en la puerta de Urgencias, y no había camas”.

Aseguraba que el de Albacete “es un Hospital que está colapsado siempre porque tiene tres pacientes por habitación y en el momento en el que hay mayor incidencia de gripe, o de cualquier otra enfermedad se colapsa”. 

En relación a los Equipos de Protección Individual para continuar haciendo frente al COVID-19, reconocía que “ahora parece que sí tenemos y no habría problemas al respecto”. Sin embargo reconocía que “al principio de la pandemia hubo problemas en este sentido y es que no tuvimos ningún equipo de protección”.

Así, explicaba que “todo fue de fabricación casera y gracias a las donaciones que hubo de asociaciones y particulares que colaboraron para esa compra de material”. De este modo insistía que en los momentos más críticos de la pandemia “no tuvimos ni material de protección ni pruebas diagnósticas”. 

En relación al equipamiento con el que cuenta el Hospital reconocía que “es muy deficitario”, y ponía como ejemplo que “este Hospital solamente tiene una resonancia magnética, y el Hospital de Hellín también tiene una resonancia magnética contando con una menor población que la de Albacete capital”, por lo que reconocía que “necesitamos una segunda resonancia magnética”. De este modo ponía de manifiesto que “hay pacientes que están esperando cerca de 9 meses para hacerse una resonancia magnética, lo que demora su consulta y su tratamiento quirúrgico”.

Obras de reforma del Hospital

Subrayaba Fernando Gómez Bermejo que “por el momento no hay ninguna obra puesta en marcha”. De este modo manifestaba que “la única obra que tenemos es la del aparcamiento subterráneo del Hospital”.

“Se supone que debajo hay capacidad para 190 coches que no se utiliza porque está inacabado y que ha costado 11 millones de euros”, explicaba. Además, señalaba al “supuesto cordón umbilical”, refiriéndose a la pasarela que une el Hospital con la Facultad de Medicina, “termina en la calle y no cumple con su función”. Es decir, “hemos malgastado 12 millones de euros y solamente tenemos una resonancia magnética en Albacete”, matizaba.

Por todo ello profesionales sanitarios se sentaban ante las puertas del Hospital General Universitario de Albacete para pedir “que los aplausos se conviertan en derechos”.

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