/Modesto Colorado/
La escritora albaceteña Rosa Villada acaba de publicar la que es su novena novela llamada ‘En la espesura del bosque’.
Tras la trilogía que tuvo como eje temático a las beguinas y que finalizó con ‘La mirada de Azul’ (2018), la escritora vuelve ahora con una novela que cuenta una historia muy actual, en la que incluso aparece como telón de fondo la pandemia que estamos viviendo. “Comencé a escribirla a finales del mes de enero de este mismo año, cuando el Covid se había detectado en China, y sólo lo escuchábamos de lejos, ya que todavía no había llegado a España, o al menos no lo sabíamos. El estallido mundial de la pandemia me pilló en pleno proceso de escritura. Está claro que no es una novela basada en este tema, pero, puesto que la acción se desarrolla en este tiempo, el coronavirus se coló en la narración llegando a afectar a los propios personajes”, explica la autora.
Con una portada realizada por su hijo, el dibujante Sergio Bleda, ‘En la espesura del bosque’ cuenta la historia de un cura, el padre Fermín del Pozo, que aparece ahorcado en su iglesia del valle de Aezcoa, en Navarra. Lejos de allí, en Santiago de Compostela, la periodista Ángela Cuevas recibe una llamada telefónica de Irati, una ex-monja que sabe porqué este cura se quitó la vida. Ángela se traslada a Navarra con el fin de investigar los oscuros motivos por los que el sacerdote se suicidó. “Lo que se encuentra es que este cura había abusado sexualmente de menores”, apunta.
Coincidiendo con la publicación en varios medios de comunicación de reportajes en los que aparecían testimonios de personas que habían sido víctimas de abusos sexuales en la Iglesia, la escritora, a la que le rondaba desde hace tiempo este tema en la cabeza, decidió recabar información para su nueva novela en la que la realidad y la ficción se entremezclan. “Es una ficción, pero lo que no es ficción son los casos de abusos que se han dado en la Iglesia. Es un tema que me parece muy grave y en el que convergen muchos factores. Hay un abuso de poder, de tipo moral espiritual y físico. Siempre he pensado que no hay nada mejor que la ficción para contar la realidad y eso es lo que hago”, asegura.
Rosa Villada es periodista, profesión que ejerció durante más de veinte años, en diarios locales y también como corresponsal de agencias y medios nacionales, hasta que, en la primavera de 2000, hizo a pie el Camino de Santiago y, a la vuelta, decidió abandonar el periodismo activo, para dedicarse a lo que más le gustaba, escribir novelas. “Yo me dedicaba a la información política, algo que me parecía interesante y a todo le sacaba punta. Me fui a hacer el camino de Santiago porque necesitaba alejarme por un tiempo de todo eso y cuando volví me di cuenta de que ya no era la misma persona, todo lo que antes me parecía importante, ahora me parecía una chorrada”, expone la escritora añadiendo que tuvo una especie de revelación, una de esas cosas que “te llegan y parece que te abre los ojos. En esos momentos pensé que, de contar tantas miserias, yo me estaba volviendo miserable también. Esa sensación me impactó y decidí que no quería seguir así, no podía convertirme en lo que yo misma criticaba”, sentencia.
Curiosamente, pese a ejercer el periodismo durante muchos años, Rosa Villada nunca había situado como personaje principal de sus novelas a una periodista. La novelista pone en relieve que todos los personajes protagonistas de sus novelas son mujeres, porque “cuando voy a escribir una novela lo primero que me viene es un personaje femenino, supongo que por el hecho de ser mujer. Pero lo cierto es que es la primera vez que, además, es periodista. La novela está centrada en los medios de comunicación de este tiempo, y en la propia investigación que le llevará a la protagonista a descubrir asuntos relacionados con la trama”, explica.
La escritora ha bautizado a la protagonista de esta historia con el nombre de Ángela Cuevas, recordando así a su compañero y amigo, el también periodista Ángel Cuevas, fallecido hace 19 años. “Trabajamos y pasamos muchas cosas juntos en un momento de efervescencia del periodismo en España. Éramos muy amigos y nos lo pasábamos muy bien”, afirma la autora y añade que “su muerte me afectó mucho y esta es mi manera de recordarlo. Aunque el personaje sea una mujer, es una periodista a punto de jubilarse y viene a tener más o menos la edad que tendría Ángel ahora”, resalta.
El tipo de novela que escribe Rosa Villada es intimista, en la que los personajes y sus vivencias son los motivos principales, siendo las experiencias que viven en el exterior, lo que les afecta a la hora de tomar decisiones, un estilo a la hora de escribir, que ha mantenido desde la primera novela hasta ahora. “Como vengo del mundo de la comunicación, a la hora de escribir se nota, porque no me voy por las ramas, ni me detengo en muchos paisajes externos. Procuro contar lo esencial, porque es lo que he hecho toda la vida”, concluye. Una mezcla de ficción y realidad que no te dejará indiferente.
