/El Digital de Albacete/
El Consejo de Gobierno de Castilla la Mancha, con fecha de 28 de septiembre, ha sancionado a la compañía IBERDROLA DISTRIBUCIÓN ELÉCTRICA SAU/ I-DE REDES ELÉCTRICAS INTELIGENTES, SA con 200.001 euros. Además de esta sanción, le impone una indemnización de 135.240 euros y una medida complementaria consistente en “la adaptación o modificación del tendido eléctrico para adecuarlo a la normativa sobre prevención del riesgo de electrocución de la avifauna”.
Esta sanción se debe a “la comisión de una infracción muy grave en materia de conservación de la naturaleza, tipificada en el artículo 108.6 de la ley 9/1999, de 26 de mayo, de Conservación de la Naturaleza, consistente en la destrucción, muerte, deterioro, recolección, captura, posesión, transporte, comercio y exposición para el comercio a naturalización no autorizados de ejemplares de animales o plantas catalogadas en peligro de extinción o sensibles a la alteración de su hábitat”.
Según consta también en el escrito donde se le comunica la sanción, el 3 de enero de 2019 una Agente Medioambiental encontró en los terrenos de la finca “Zuarraz”, en Polán (provincia de Toledo) un cadáver de águila perdicera (Aquila fasciata), especie que figura en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Castilla-La Mancha en la categoría de “peligro de extinción”. Se pudo comprobar que la muerte se había producido por electrocución en una “torre metálica de bóveda de amarre, sin ningún tipo de aislamiento o dispositivo disuasorio de posada”.
Con fecha de 7 de octubre, el Consejo de Gobierno vuelve a sancionar a la compañía vulnerar los mismos artículos de la Ley 9/1999 de Conservación de la Naturaleza. Esta vez con otros 200.001 euros en concepto de sanción y con 67.380 euros en el de indemnización, además de la medida complementaria de “restauración mediante la adaptación de la instalación eléctrica en los términos expuestos en el fundamento de derecho noveno”.
Desde la Sociedad Albacetense de Ornitología (SAO) indican que “resulta difícil comprender cómo, a pesar de ser sancionada una y otra vez, esta compañía mantiene tendidos altamente peligrosos para la avifauna y solamente se decide a corregirlos cuando es sancionada por la administración u obligada por un juzgado. Creemos sinceramente que este modus operandi supone una doble moral: por un lado se muestra como protectora de la biodiversidad y en su página web podemos leer que Iberdrola protege la biodiversidad como fuente de desarrollo sostenible y por otro lado, de facto, mantiene instalaciones que suponen una auténtica masacre para la avifauna y que le vienen suponiendo una cadena de sanciones y condenas en los tribunales, a veces por retrasar de manera casi descarada la aplicación de las medidas correctoras exigidas por la ley. Por ofrecer datos que puedan ilustrar la situación, en la provincia de Toledo el año pasado se electrocutaron 142 aves, de ellas fueron 21 águilas imperiales, 5 águilas perdiceras, 4 águilas reales, 11 búhos reales, 15 milanos reales, 4 cigüeñas como más destacado. En la de Albacete, de enero a junio de 2020 se han registrado 76 electrocuciones, de las que 4 han sido águilas imperiales, 3 águilas reales y 18 búhos reales. Según los datos que ofrece la propia compañía en su web, Iberdrola elevó su beneficio neto un 12,2% en el primer semestre de 2020, hasta los 1.845 millones de euros. Estos datos hablan de una compañía en expansión, que podría afrontar sobradamente la adaptación de aquellos tendidos que se consideran especialmente peligrosos para las aves”.
La Sociedad Albacetense de Ornitología afirma “estar empeñada en ayudar a desarrollar una actitud responsable hacia la biodiversidad en todos los estamentos de la sociedad (administraciones, empresas, ciudadanía, etc.) desde la coherencia entre lo que se propugna y lo que se hace. Solamente con actitud responsable y coherente se puede alcanzar un compromiso real, que se traduzca en hechos. A nuestro juicio toda declaración de principios que no se traduzca en hechos, es propaganda vacía y doble moral”.
