/Marta López/Fotos: Vicente Mompó/
Según la hemeroteca RENFE inauguró el primer servicio de pasajeros diurnos de calidad con la denominación Intercity el 1 de junio de 1980 que cubría el trayecto Madrid-Valencia haciendo parada en Albacete. De este hecho se cumple este año 2020 su 40 aniversario, pero fue un año antes cuando verdaderamente se puso en marcha el primer tren Intercity en España y cubría el trayecto Madrid-Albacete.
La capital albaceteña tenía por aquel entonces unas comunicaciones pésimas por carretera con Madrid. Empresarios y emprendedores albaceteños cubrían con viajes constantes este tramo por carretera y suponía un problema tremendo. Así, uno de los principales impulsores de la llegada del Intercity a Albacete fue Vicente Mompó, por aquel entonces presidente de la Cámara de Comercio albaceteña.
En el caso de viajar a Madrid utilizando la vía férrea únicamente existían dos posibilidades: coger el Correo de las 3:00 horas de la mañana y que llegaba a Madrid a las 9:00 horas o ir en el Rápido que partía de Albacete a las 15:00 y llegaba a la capital madrileña a las 21:00 horas.
Así, para intentar mejorar los numerosos viajes que efectuaban por motivos de negocios estos albaceteños casi a diario hasta Madrid en el año 1959 comenzaron los primeros acercamientos para poder tener un tren mejor y más rápido. “El problema era que no había material, pero las circunstancias de la vida marcan mucho más la capacidad que cualquier otra cosa”, asegura a El Digital de Albacete Vicente Mompó.
De este modo, expone que gracias al contacto con el presidente de Iberdrola en aquella época, Íñigo de Oriol; el presidente de RENFE, Ignacio Bayón; y el abogado del Estado, Francisco Ruiz, comenzaron a ponerse en marcha para ejecutar este proyecto tan necesario para Albacete. Tras numerosas cartas dirigidas desde la Cámara de Comercio de Albacete al Ministerio y con mucha insistencia “finalmente nos recibió el presidente de RENFE y nos comentó que el problema estaba en que el tramo que une Villarrobledo con Albacete no estaba electrificado y que estaban pasando las máquinas que funcionaban con carbón a gasoil”, subraya.
Por este motivo, el reto estaba en conseguir terminar de electrificar la línea hasta Albacete y montar la correspondiente catenaria para que el tren pudiera llegar hasta la capital. En este punto entró en juego el citado Íñigo de Oriol, quien tras la insistencia de Vicente Mompó cedió a electrificar el tramo férreo hasta Albacete. Además, “tuvimos que justificar la necesidad de la instalación de este tren e iniciamos una encuesta, gracias a la colaboración de Guardia Civil, con el fin de realizar un análisis de las personas que iban a diario a Madrid en coche, independientemente de quien hiciera uso del tren”, sostiene.
En concreto, la encuesta trataba de contabilizar todos los coches que salían de Albacete rumbo a Madrid. De este modo la Guardia Civil detenía estos vehículos en la Puerta de Madrid, que en aquel entonces se situaba en La Veleta, para preguntar a los pasajeros su destino, si pretendían efectuar el viaje de ida y vuelta en el mismo día y contabilizar los ocupantes de cada vehículo. Así, el estudio arrojó como resultado que viajaban a diario a Madrid desde Albacete cerca de 74 personas.
Con este estudio y “una vez que estuvo electrificado el tramo Villarrobledo-Albacete, fuimos a Madrid con los papeles en la mano y una carta dirigida al presidente de RENFE comunicándole que teníamos la línea y que cumpliera su compromiso de poner en marcha la maquinaria”. Simplemente solicitaban una unidad tractora con un vagón de 80 plazas pero desde RENFE indicaban que no era posible proporcionar este material, motivo por el que finalmente apostaron por la instalación del tren eléctrico.
La prensa de la época anunciaba el 7 de septiembre de 1979 “la llegada a Albacete de un tren super moderno, superior al Talgo”, y añadían que “el Tren 440 ya ha sido concedido a Albacete y muy pronto cubrirá el servicio hasta Madrid, partiendo en viaje de ida a las 8 y retorno a las 8 de la tarde desde la capital de España”. Igualmente subrayaban que “el Tren 440 es de patente japonesa y está considerado como el más moderno, funcional, cómodo y rápido que circula actualmente por el mundo”.
Finalmente este tren se puso en marcha el 15 de octubre de 1979, hace 41 años, y fue el primer tren Intercity de España. Sin duda un importante hito que daba cobertura al trayecto Albacete-Madrid en menos de tres horas.
Este primer Intercity vino hasta Villarrobledo donde fue bendecido por el obispo de Albacete, monseñor Tabera y prosiguió su camino hasta la capital albaceteña donde pasó la noche. Como curiosidad la hemeroteca recoge que el primer trayecto de la línea regular Madrid-Albacete se inició a las 8:00 horas pero se adelantó y partió de Albacete a las 7:30 horas del día 15 de octubre de 1979. Posteriormente este electro tren basculante fue sustituido por el conocido ‘Platanito’ para iniciar el 1 de junio de 1980 la línea definitiva Madrid-Albacete-Valencia de la que se cumplen 40 años este 2020.
Esta conexión férrea dio tan buen resultado que Albacete pasó a ser una de las estaciones con más movimiento y flujo de pasajeros de España, motivo por el que se inició la construcción de una gran estación.
Mirar al futuro
“Hay que pensar en proyectos rotundos y apostar por Albacete con la necesidad de fijar la mirada en el futuro porque el presente se pasa”, confiesa Vicente Mompó. Así, pone de manifiesto el “problema” que supuso la construcción del AVE por Cuenca y que ha restado circulación por la capital albaceteña. Considera que “poco a poco hemos ido perdiendo la mayor virtud que Albacete tenía como nudo de comunicaciones”.
Por este motivo apuesta por trabajar en el proyecto de la A-32 que une Albacete-Linares con el objetivo de que se retome la construcción de los tramos que quedan pendientes a su paso por Albacete. De este modo recuerda que “es una autovía europea que va desde Algeciras hasta Frankfurt con sus respectivas ramificaciones y da la coincidencia de que Albacete está en medio y nos comunica con nuestra madre que es el Arco Mediterráneo”.
Así, expone que “hace falta que nos comuniquemos por esta autovía que es la base, no el destino”. Subraya como parada final “proyectar una línea electrificada de AVE para mercancía” que cubra esta misma ruta. Y es que la mayoría del tráfico de mercancías se hace por barco desde oriente y este tráfico tiene como puerta de entrada a Europa la Península Ibérica, motivo por el que ya está en marcha la construcción de un puerto al sur de Lisboa y otro en Algeciras.
De este modo, pone como ejemplo trenes eléctricos que ya funcionan en China y que deberían implementarse también en esta ruta. Así, los containers que llegaran a Algeciras se cargarían en este tipo de trenes que harían el trayecto hasta Frankfurt en el día y sin apenas contaminar, ya que de hacer el trayecto por vía terrestre se tardaría el doble de tiempo, se necesitarían cerca de 200 camiones y supondría un mayor daño al medio ambiente.
En definitiva, se trata de crear proyectos para mejorar nuestra ciudad como ya hicieran desde la Cámara de Comercio apostando por la necesidad imperiosa que suponía la llegada del Intercity y que revolucionó la vida de la capital. Un hito que se logró “con sacrificio, tenacidad y con ganas porque se pueden lograr grandes cambios si verdaderamente se trabaja por Albacete”, concluye Vicente Mompó.