/Redacción/Foto: maldita.es/
Los bulos se extienden por la red como la pólvora y desde hace años el diestro Javier Sánchez Vara viene sufriendo las consecuencias de una de estas noticias falsas.
En concreto circula por Redes Sociales la fotografía de un torero sentado en el estribo de la barrera de una plaza de toros mirando fijamente al toro que estaba lidiando. Pues bien al diestro lo identifican como el “novillero colombiano Álvaro Munera”, quien supuestamente había tomado la decisión de poner fin a su carrera como torero tras mirar al toro y sentir una repentina “plegaria por la vida”.
Pues bien, según apuntan desde ‘maldita.es’ la realidad “es que ni Munera es el torero que aparece en la foto, ni suyas son las palabras que se atribuyen en la misma”. Y es que según indican en el texto que acompaña la imagen y que circula por Internet el diestro habría asegurado que “de pronto miré al toro. Tenía esa mirada inocente pidiéndome justicia. Sentí una plegaria por la vida. Me sentí como mierda por todo el dolor que he producido a estos nobles animales”.
Y en otras ocasiones la imagen aparece acompañada al siguiente texto: “Y de repente miré el toro. Tenía esa inocencia…que todos los animales tienen en sus ojos, y me miro con esta súplica. Era un grito de justicia, muy, muy profundo dentro de mí. Lo describo como una plegaria porque si uno confiesa, se tiene esperanza que uno sea perdonado. Me sentí como la peor mierda del mundo”.
Sin embargo, tal y como recoge la publicación quien aparece en la imagen no es el torero colombiano Álvaro Munera, sino el diestro guadalajareño Javier Sánchez Vara. Subrayan que el torero Álvaro Munera “se volvió crítico con la tauromaquia tras poner fin a su carrera”, algo que ocurrió en 1984, cuando con la mayoría de edad recién cumplida “sufrió una grave cogida en Albacete que lo dejó en silla de ruedas”.
Además, para desmontar por completo este bulo aseguran que el texto que acompaña a la fotografía tampoco es de Munera sino que se trata ni más ni menos que de una adaptación de una columna del escritor Antonio Gala. Así apuntan que “aparece recogida en un libro de artículos bajo el título ‘La casa Sosegada’, publicado en 1998”.
