/Redacción/
Los celadores del Hospital de Albacete volvían a alzar la voz apoyando la tercera concentración a nivel nacional convocada por la Plataforma Reconocimiento para el celador Ya!!, “creada por el colectivo de celadores que engloba a compañeros de toda España”, indicaban.
Al inicio de esta nueva concentración recordaban “a nuestros compañeros fallecidos, y en particular, a Carmen Recio, reciente víctima de nuestras filas por esta pandemia”. Así, confesaban que este es un momento “aún más doloroso al irse en soledad desde su casa, sin poder recibir un último adiós de sus familiares y allegados”.
“Hoy, nos gustaría poner en valor las virtudes del trabajo de un celador, celadora”, indicaban. De este modo manifestaban que “somos el colectivo que más tiempo pasa con el paciente en su proceso hospitalario o en un centro de salud. Ya que, estamos desde el comienzo de su aparición en el centro sanitario, durante, ya sea en traslado a su planta, pruebas diagnosticas, quirófano, paritorio, planta de tratamiento psiquiátrico, mortuorio o alta”. Añadían que “somos nosotros los que ayudamos a rebajar la tensión en el ambiente cuando el paciente tiene que ser trasladado a una intervención quirúrgica, o los que soltamos un chiste para hacerle sacar una sonrisa durante un incómodo aseo, o incluso, los que damos conversación con familiares y él mismo durante el trayecto a cualquier prueba”.
Apuntaban que “en muchos casos, los pacientes se aferran a nuestras palabras de aliento, a nuestras manos delicadas que le ayudan a levantarse al sillón y a nuestras sonrisas de apoyo cuando sufren inseguridad ante una prueba desconocida para ellos”. “El valor de un celador no solo se mide por su fuerza en una movilización, si no en la suavidad del trato y en la sensibilidad con la que nos dirigimos a ellos”. Por ello reconocían que “somos fundamentales en mantener la salud psíquica del paciente, sabiendo que es primordial para su recuperación física”. También, hay que tener en cuenta que “somos los últimos con los que tienen contacto dentro del hospital, puesto que, o los llevamos hasta la puerta principal para despedirlos con cariño en su nueva andadura con vistas a su total recuperación o, en un caso más triste y gris, pero también muy humano y empático, acompañarles en su último viaje, ayudando en su arreglo y trasladándole a su túmulo, apoyando siempre a la familia y tratando con el máximo respeto y cuidado su cuerpo”. Por todo ello, consideraban que los celadores son “parte imprescindible de los cuidados básicos del paciente, dando alegría y apoyo cuando más lo necesitan”. Así mismo, “nos merecemos también una reciprocidad en el trato, en este caso, no por los usuarios, que en prácticamente todos los casos, nos devuelven con su sonrisa todo lo que reciben de nosotros, si no de la administración y de los propios responsables de los centros de trabajo”, exponían.
Después de este discurso, “dándole importancia a la fuerza de la empatía y la cercanía con la que nos dirigimos a los enfermos, queremos reiterar nuestra desilusión ante la continua dejadez de las administraciones hacia nuestra figura dentro del sistema sanitario”. Apuntaban que “no podemos entender ni aceptar que nuestro colectivo siga estando como ejemplo de personal de bajo riesgo en la tabla de actuación de los protocolos frente a la Covid-19, emitidos por el Ministerio de Sanidad”.
Aseguraban que continuarán “luchando por y para el paciente, como siempre hemos hecho, pero nos gustaría hacer ver a todo el gremio sanitario nuestra problemática y pedir su solidaridad y apoyo”.
“Somos una pieza más del equipo asistencial, pero no se nos valora como tal y consideramos que nos están desaprovechando no dándonos nuestro sitio con una formación reglada que nos validara”. “Nos hacen sentir profesionales de segunda dejándonos en el último puesto en el nivel de riesgo, se puede comprobar con el último fallecimiento de una compañera, no nos podemos creer que a estas alturas de la pandemia sucedan casos de este tipo y con la mala suerte de perecer sola y sin ningún tipo de cuidado”, manifestaban.
Piensan que “esto debería hacer reflexionar a las administraciones, tanto al Ministerio como a los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales de cada centro”. De modo que se consideran “un eslabón más en esta cadena y no pensamos rendirnos hasta que, por fin, así se haga saber ante la opinión pública y con unos protocolos que nos tengan en cuenta”.
La próxima convocatoria para realizar una nueva concentración será el próximo mes de octubre “siempre en las puertas de los centros hospitalarios y de salud, nos encontrarán de pie y luchando por lo que consideramos que es justo”.
