El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, ha recordado que en estos momentos está confinada la localidad ciudadrealeña de Bolaños de Calatrava y, aunque ha recordado que se han acordado medida especiales para toda la provincia de Toledo y para toda el área sanitaria de Ciudad Real capital, ha afirmado que en estos momentos no está pensando en confinar a ningún municipio más.
En una conferencia de prensa en la que ha dado cuenta de la segunda fase de inversión en la Atención Primaria de la que ha informado al Consejo de Gobierno, el consejero ha analizado los datos de la evolución de la pandemia en la región, que muestran una “cierta estabilidad”, con unos 500 o 600 casos diarios de media, aunque ha advertido de que cuando “se habla de pandemia, no se puede asegurar nada”.
En este sentido, ha considerado que los datos hacen pensar que las medidas más estrictas que se han adoptado en algunos municipios “tienen efecto, al menos para controlar en meseta el número de casos”.
Fernández Sanz ha recordado que Castilla-La Mancha ocupa el noveno o décimo lugar de las comunidades autónomas en cuanto a la incidencia acumulada, con 104 casos por 100.00 habitantes, mientras que la incidencia a nivel nacional es de 111 casos por 100.000 habitantes y en la Comunidad de Madrid, 170 por cada 100.000 habitantes.
Con todo, ha defendido que en zonas determinadas, como es el caso de toda la provincia de Toledo, se adopten medidas más estrictas para frenar la expansión de la COVID-19 y ha explicado que ello se ha debido a la “incidencia acumulada y por la dispersión de casos”.
Asimismo, ha precisado que la provincia de Toledo aporta, en los últimos días, la mitad de los casos de la región, y ha señalado que ello “tiene que ver claramente con la influencia con Madrid” y ha señalado que este dato se analizará en una reunión que tiene previsto mantener este miércoles con sus homólogos de Castilla y León y la Comunidad de Madrid.
