Soy una feligresa de la iglesia de «El Pilar» de Albacete, y el motivo de esta carta es porque me duele mucho el corazón por el motivo que tiene el obispado de trasladar a nuestro párroco D. Francisco Calleja, aunque nosotros lo llamamos «D. Paco», a otra parroquia, en concreto a la localidad de PozoCañada y como administrador parroquial de otras pedanías.
No es solo mi opinión, se han recogido más de 1.200 firmas de padres y madres, en una campaña de recogida de firmas en change.org en contra de este traslado.
Estamos indignados, y muy molestos porque D. Paco es un sacerdote único en Albacete, por su cercanía, su amabilidad, comprensión con los problemas actuales, nunca hay un no!, como en muchas de sus parroquias, no en todas, en las que no ayudan y solo ponen problemas. Su labor ha sido siempre intachable, haciendo un servicio a la comunidad encomiable.
La iglesia del Pilar tiene más de 300 niños para tomar la comunión este año, además de muchísimas otras celebraciones. Dígame usted ¿que iglesia de albacete, está tan llena de niños y adolescentes como la iglesia del Pilar todos los domingos del año? hasta fieles de pie. ¿es casualidad? y eso es precisamente, por que se percibe la llamada de Dios nuestro Señor, padre nuestro, el padre bueno, a través de D. Paco, que nos enseña, nos guía y motiva. No es casualidad que todos los fieles de la iglesia tengan esta opinión y se movilicen para conseguir mantener a su párroco.
No hay motivos objetivos que motiven el traslado de D. Paco, salvo la propia envidia que pueda suscitar entre sus iguales. Por eso creo que se están equivocando, hay que apoyar y fomentar a estos párrocos como D. Paco, que son capaces, con sus palabras, creatividad, humor, su inteligencia, su buena formación y su poco presupuesto, de ayudar a los fieles y guiarnos hacia la Fe a nuestro Dios y de ser participes de la comunidad cristiana como nunca antes se había realizado en una parroquia de Albacete.
Los fieles de la Parroquia del Pilar, necesitamos a D. Paco, es más, la iglesia necesita a párrocos como D. Paco, pues nadie podrá conseguir lo que ha sembrado y recogido durante muchos años, a pulso, y eso estos días que vivimos no es fácil.
Por ello se merece nuestro reconocimiento y apoyo, al igual que esperamos que el obispado de albacete lo reconozca también.
Gema Sánchez Serrano
