LA REVOLERA | Don Juan Carlos I

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El Rey Juan Carlos I, los inmigrantes temporeros en Albacete, el expediente de regulación de empleo de La Tribuna en Ciudad Real y Toledo y la que es sin duda la noticia más destacada para los que aquí vivimos, en Albacete, la adjudicación de las obras de lo que será el nuevo Hospital de Albacete.

Son noticias de calado, con muchas interpretaciones y con todas las aristas que uno quiera ponerle, algunos le ponen muchas. Otros se adjudican las buenas noticias, las medianas y hasta las peores con tal de salir en la foto. Los más, son prudentes y tiran por la vía de la eficacia, con el menor ruido posible.

Pilar Rahola, la que presentan como tertuliana y columnista, leo que dicen que contó en TV3, que el rey emérito Juan Carlos de Borbón le tocó un pecho. El titular era más amplio y hablaba de tocamientos. Hasta este punto están llegando los esperpentos relatados. En el momento no le vino bien denunciarlo, me pregunto, suponiendo que fuese verdad, yo no me lo creo, pero ahora sí se desahoga aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid. Oportunismo, desvergüenza e intentar que miremos para otro lado como si la situación fuese esplendorosa. Miedo me da que llegue septiembre con los brotes y la situación económica cada vez más maleada.

Seamos serios, aquí el debate ahora mismo no es monarquía o república, la credibilidad de nuestras instituciones está en juego, también por la pandemia, aquí lo que se está discutiendo y lo que hay que ver es cómo se fiscaliza la jefatura del Estado.

No creo que la monarquía sea divina, si es así que se diga. De momento la presunción de inocencia, también para don Juan Carlos I, como para todo el mundo. Si lo que se ha contado vía comisario encarcelado y esa individua que a nadie le gusta ni un pelo, pues que se investigue y si tienen que actuar los tribunales porque la ley lo permite, hágase, con diligencia, seriedad y rectitud. No me cabe ninguna duda que se aplicará la norma. Están enredando demasiado con esa marcha que no es escapada, ni destierro, ni nadie sabe muy bien lo que es. Dice Carmen Calvo, la vicepresidenta que al parecer es la que ha llevado ese asunto por parte del gobierno que todo está muy bien explicado en la famosa carta. “La repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada…”. Que no, que no, la vida privada de don Juan Carlos I nos importa un pimiento a los españoles o debería importarnos. Si era más mujeriego o putero como dice mi amigo Rafael López Cabezuelo, o no, nos la trae al fresco.  Lo que sí es motivo de controversia y debe saberse es si en el ejercicio de su cargo manejó dinero opaco de procedencia desconocida. Y relativo a esta cuestión de los dineros, no hay vida privada. Cuanto más especulen si está en un lugar o en otro, si viaja en aviones privados, si está en los hoteles más caros del mundo, más desconfianza y más enfado se generará. No creo que sea tan difícil explicar estas cuestiones y hacerlo bien.

A mí me tiene muy cabreado don Juan Carlos I porque no entiendo cómo ha podido caer en esos errores tan garrafales y que le van a costar todavía muchos disgustos a él y a lo que representa su hijo. Con un bagaje brillante, de servicios a la democracia, gracias también a personas como el presidente Adolfo Suárez que se cruzaron en su camino y nos trajeron hasta donde nos encontramos ahora, un País democrático y gozando de unas libertades impensables en otras épocas.

Leo lo que escriben algunos taurinos cuando se refieren al monarca y pierden los papeles, con un tono chabacano y casi agradeciendo que si te ponen donde hay pasta lo que hay que hacer es llevárselo crudo. Cuidado con estas cuestiones que o se miden bien y se tratan con templanza o pueden acabar en “maricón el último”.

La justicia actuará si procede y puede, la institución debe aclarar y dar luz a tantas dudas como generan esas “escapadas” o lo que sean, tenemos el derecho de saber lo que nos cuesta todo eso, los españoles quieren austeridad en la actuación de nuestros gobernantes, también del jefe del Estado y a partir de ahí, a lo mejor se puede encarrilar este asunto que tiene muy mala pinta.

Lo he escrito alguna vez: no ha nacido el ser humano que valga más que otro. Pues, aplíquense el cuento que vienen curvas.

Si lo que dice Rahola de su pecho es verdad, lo podía haber dicho antes, a no ser que fuera verdad y entonces asintiera. Como no lo vi, insisto, no me creo lo que dicen estos personajes y estas raleas de independentistas con los valores mermados.

Pasando a otra cuestión, la de los medios de comunicación, expresaré por delante que me ha llamado la atención que otros medios se ocupasen del anuncio de la empresa editora de La Tribuna de comunicar que llevará adelante despidos, lo que se llama un ERE. Se han ocupado con profusión, pero solo con una parte, la de los trabajadores. Importante sin duda, pero pienso que cuando una empresa anuncia un ERE, siempre es porque entra en pérdidas y tiene que poner freno a la caída en picado de una estructura empresarial. Desconozco los pormenores de este caso, pero sí me sirven para analizar, brevemente, desde mi punto de vista, el momento actual de los medios de comunicación y lo haré con alguna pincelada que tendrá ampliación. Si cierra un bar porque no vende cervezas no entiendo por qué no puede cerrar un periódico, una radio o una televisión si no vende periódicos, no tiene oyentes o no tienen anunciantes. Todo se ha desplomado, en todas las empresas se han producido ajustes y los que vendrán. La publicidad ha caído brutalmente y menos mal, que, desde las instituciones, cada una en su medida, hacen lo que pueden y eso está evitando que no echen el cierre alguno más, pero ni con esas campañas institucionales es suficiente. Esa insaciabilidad necesita unos parámetros justos que aún no están establecidos del todo. Ahora se ha puesto de moda el contrato-entrevista: pagas unos euros por publicidad y te aseguras una entrevista amable. En ámbitos nacionales he escuchado, leído y visto entrevistas a gerifaltes de la banca. Increíble, de un palustreo exagerado, empalagosas de tanto dorar la píldora. Ni una pregunta sobre lo que piensan empresarios y la gente de la calle de la banca. En fin, a lo mejor tiene que ser así.

Conozco a políticos que les gusta que les pregunten sin remilgos. Es fácil saber por qué, son más creíbles. Incluso algunos, los que tienen un liderazgo claro y son inteligentes, si no les preguntan, aprovechan lo más mínimo para lanzar el mensaje.

No conozco a ningún empresario que perdiendo dinero mantenga abierta la persiana tirando de reservas, no conozco a nadie. Es preciso, cuando se puede hacer ajustes, variar las líneas de producción, cada cual haciendo lo que puede para mantener viva la empresa.

En momentos de tribulación, también en el periodismo, en general, a lo mejor también hay que hacer examen del trabajo que se está haciendo y si de verdad interesa a lectores, oyentes y espectadores. Cada vez hay menos de todo, las audiencias flaquean menos los del corazón que esos si funcionan bien. Los digitales, algunos, como este que siguen, está en un momento dulce, con datos arrolladores. El periodismo mileurista, esperando que le llegue el comunicado oficial, el corte de voz servido o la imagen, ese está herido de muerte, tiende a desaparecer por cansino y aburrido. Lo mismo puede encontrarse en las redes sociales y no es que yo sea un entusiasta de ellas. Ni les hablo del periodismo felador, siempre existió y ahora está en unos niveles estables.

Siempre lo dije para quien quiso escucharme, no puede conformarse un periodista en cobrar este año 1.000 €, 1003 al siguiente y así sucesivamente, suponiendo que no suban el IRPF porque estás perdido. Puede ser el inicio de una hermosa profesión, cobrar esas cantidades, pero debe aspirarse a más, a no ser que uno quiera ser Matías Prats o Pedro Piqueras que deben tener nóminas de ensueño y, ahí existe poco espacio, pocos son los elegidos. No entro en el capítulo de medios públicos que nada tienen que ver con los privados.

En teoría el interés del trabajo realizado debería ser directamente proporcional a la publicidad, no siempre es así, pero al menos los medios serios, los solventes, si creo que pueden y deber hacer un esfuerzo para cambiar las reglas de juego y hacerlos más vigorosos y que el mileurismo sea historia. No es fácil, pero sí posible.

Si alguien cree que deseo alguna lección se equivoca de cabo a rabo, tampoco es justo generalizar, como en todo hay excepciones, solo quiero trasladar algunas reflexiones del momento actual y pasado, desde mi punto de vista, que no tiene por qué ser compartido. Consejos vendo que para mí no tengo, que dice el refrán.

Hablando de medios, hace unos días, emprendí un viaje a la capital de España y a primera hora escuché a Pedro Blanco en la SER decir que entrevistaría esa misma mañana al alcalde de Albacete. Yo iluso pensé que se trataría de vender las bondades turísticas de esta tierra, pero no, el asunto a tratar era el de los inmigrantes temporeros que están en Albacete. Entrevista amplia, en hora estelar, la mejor hora de la radio, ya les digo yo que no puede quejarse Casañ del trato, ni Federico lo hace así. Aprovechó el tiempo el alcalde, casi sin preguntas porque tuvo claro que tenía que lanzar su discurso hasta que llegó la hora de una desconexión y Blanco cortó por lo sano porque tenía que ser así, la publicidad manda. Digo yo que, para decir una y otra vez que el alcalde y su Ayuntamiento no son competentes en este problema, podrían haber llamado a otra autoridad entonces, quien sí compareció en una radio como la SER fue el alcalde para hablar y contar lo que quiso desde su punto de vista. El viaje me permitió escucharlo todo con detenimiento y observé que sin mencionarlo dijo que la responsabilidad era de Page porque él está a disposición de la autoridad competente (será la sanitaria) y tendiendo la mano a todo el mundo; el problema viene de atrás y no querrán que lo solucionen ahora en cuatro días. Por tanto, besos y abrazos para todos y los que decían que estaba solucionado no es verdad, se recrudeció y ya veremos lo que sucede a partir de estos momentos.

Por mucho que digan, la Junta hace pruebas porque hay positivos de coronavirus, dictamina si tiene que haber confinamientos, pero la responsabilidad directa de los asentamientos, de todos los que hay, son unos cuantos, en Albacete, con los consiguientes trastornos para los que viven cerca, es de la delegación del gobierno y del ayuntamiento, con sus máximos responsables a la cabeza.

Podemos hablar de racismo, xenofobia, todo lo que queramos, podemos culpar a quien se nos ocurra, pero si los inmigrantes temporeros no se echan a la calle cuando estaban hacinados en la carretera de las Peñas, seguirían allí entre basura, ratas y en condiciones indignas. Seguiríamos con la misma cantinela y por mucho que se repita no he escuchado a nadie todavía que quiera tener a estas personas en la puerta de sus viviendas, en algún salón del Ayuntamiento capitalino, todos los quieren lejos. Esta es la verdad, aunque los términos racismo y xenofobia quedan muy bien para los discursos. Luego ha habido quienes con discreción han puesto centros dependientes de la administración regional y antes  la Diputación para que separados puedan llevar mejor el confinamiento, es verdad que unos han buscado más la foto que otros, pero aún sin foto me quedo con la eficacia en la gestión y no con acudir raudos y veloces a “largar” aunque según dicen las competencias sean de otros.

El Hospital General Universitario de Albacete merece un capítulo aparte y a él me referiré en otro momento ampliamente, pero las obras ya han sido adjudicadas a OHL por un importe de 102.164.344,06 € (más de cien millones de euros). Un hospital que dispondrá de 696 camas, se pasará de 15 a 23 quirófanos. Una gran obra, sin duda.

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Ángel Calamardo

Twitter:  @AFCalamardo

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