Los cerrajeros alertan sobre el aumento de ocupaciones ilegales de viviendas

/Redacción/

En los tres primeros meses de 2020 en España se presentaron en los juzgados casi 800 demandas por ocupación ilegal. Una cifra que ha crecido en comunidades como Cataluña y Valencia en más de un 13% según cifras oficiales. Sin embargo, según la actividad registrada por la Unión Cerrajeros de Seguridad, la ocupación ilegal de viviendas está creciendo todavía más con la pandemia.

Según datos del Ministerio de Interior, en el primer semestre del año el número de denuncias por ocupación creció hasta los 7.450 casos. Un 5% más que en el mismo periodo del año pasado. Sin embargo, los profesionales acreditados por UCES cifran en un 10% más debido a que son muchos más los inmuebles “ocupados” que no son denunciados. En algunos casos, más del doble que aquellos en los que se interpone una denuncias. Esto hace que las cifras podrían ser claramente inexactas.

CATALUÑA A LA CABEZA

En los tres primeros meses de 2020, periodo que solo coincidió en 16 días con el Estado de Alarma, en Cataluña se presentaron en los juzgados 203 demandas por ocupación ilegal, seguida de Andalucía con 194, Valencia con 87, y Madrid con 69 delitos de esta naturaleza.

Los cerrajeros de seguridad han realizado en los últimos cinco años numerosos servicios de cambio de cerradura y de puerta atendiendo a propietarios que habían conseguido expulsar a los okupas. Un logro, que fue ha sido posible, sobre todo, desde 2018 gracias a la reforma legislativa que consiguió agilizar las expulsiones.

Como afirma el presidente de UCES, Manuel Sánchez, “el perfil de las ocupaciones se centra en pisos procedentes de embargos y aquellos pertenecientes a programas locales y autonómicos de alquiler”. Sánchez, además matiza “Una vez que terminó el Estado de Alarma con el tránsito entre provincias limítrofes es cuando ha habido un repunte del trabajo con un aumento de denuncias de robos y ocupaciones”

RECOMENDACIONES ANTI-OKUPAS

UCES recomienda siempre “poner minutos” a la puerta de su casa ante los okupas y los delincuentes en general. Lo más apropiado es instalar una puerta acorazada, que es más difícil de violentar para los okupas ya que para abrirla con fuerza necesita de mucho más mucho tiempo y sobre todo emplear herramientas que ocasionan mucho ruido y los más importante para evitar ocupaciones: a una puerta acorazada no se le puede cambiar el cerrojo.

INTRUSISMO POCO PROFESIONAL EN EL SECTOR

Manuel Sánchez, además, denuncia la actividad “colaboradora” de muchos servicios de apertura de puertas poco profesionales que atienden las llamadas de numerosos delincuentes que en muchos casos su objetivo es la ocupación ilegal. “Los cerrajeros profesionales de seguridad siempre piden credenciales de la persona que llama para solicitar una apertura de un domicilio. Nosotros establecemos un protocolo de cinco o seis actuaciones que nos confirman que la persona que nos llama es un cliente autorizado”, aclara Sánchez. “Si sospechamos algo, llamamos a la policía. En muchas ocasiones hemos evitado robos u ocupaciones, pero desgraciadamente el creciente instrusismo en el sector de la cerrajería en España hace que muchas empresas alegales o simples “abrepuertas” realicen servicios donde están colaborando en un delito”.

Unión de Cerrajeros de Seguridad

UCES, Federación que agrupa a las 4 principales asociaciones de cerrajeros de España y representa a casi el 90% de los cerrajeros asociados, pone a disposición pública la lista de profesionales que forman parte de la Unión y que han cumplido unos estrictos requisitos para formar parte de ella: adhesión a un código deontológico, formación y actualización permanente, desarrollo de un protocolo de actuación básico que minimice el impacto en la puerta sobre la que se actúa, ahorrando un importante coste y perjuicio al ciudadano.

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