/Marta López/
El milagro de la vida irrumpe cuando menos lo esperamos, incluso en tiempos tan complejos como los que atravesamos debido al COVID.
José Luis López es matrón en el Centro de Salud Zona 2 de Albacete, ubicado en el avenida Ramón y Cajal y atendió hace unos días el parto de una mujer en las propias consultas del centro sanitario. “Fue una cosa un poco atípica, porque la verdad es que es muy raro que sucedan este tipo de cosas en los centros de salud urbanos”, explica a El Digital de Albacete. Sin embargo destaca que “quizá en las zonas rurales existan más posibilidades de atender partos en el propio centro de salud por la lejanía con el hospital y hay mujeres que llegan con el parto muy avanzado y no es posible su traslado”.
Los padres del bebé “acababan de llegar a la ciudad y la madre no había tenido apenas controles del embarazo”, expone el matrón y añade que “son temporeros e iban desplazándose según surge el trabajo”. Indica que tampoco “hablan castellano por lo que había problemas de comunicación”, sin embargo, estaba previsto que la madre “viniese al centro de salud para programar los controles de lo poquito que le quedaba de embarazo”, manifiesta.
Todo comenzó en la calle, cuando la madre comenzó a sentirse mal, “con la casualidad de que se encontraba a pocos metros del centro de salud y una compañera enfermera que pasaba por allí la vio y detectó que su acompañante estaba pidiendo ayuda”, explica José Luis López. Así “ante la dificultad de comunicarse la iniciativa fue pasarla a la consulta para que pudiera examinarla y ver lo que le pasaba”, relata.
“Fue todo bastante rápido”, reconoce y es que esta mamá ya “había tenido varios hijos”. De modo que ante el inminente parto “no existía posibilidad de traslado” y es que “en 7 minutos había nacido el bebé”, indica. Un niño de cerca de tres kilos que se encontraba en perfectas condiciones de salud y que ahora está a la espera de iniciar sus revisiones en las consultas de pediatría.
Este era el primer parto de estas características que atendía José Luis López, y que define como “una bonita experiencia para todo el equipo sanitario del centro de salud, un momento excepcional como es ver nacer un bebé”. Además se trató de un instante “emotivo, especial y cercano” gracias a estos profesionales de Atención Primaria.
“Estar del lado de donde nace la vida es muy bonito y más aún en estos tiempos en los que están tan presentes la pandemia, la enfermedad y los fallecimientos”, asegura el matrón. Y es que “ver como llega la vida es muy gratificante”, concluye.
