/Marta López/
Muchas propiedades de la luz han supuesto un enorme desafío para la humanidad durante mucho tiempo. Ahora un grupo de profesores e investigadores de la UCLM ha logrado realizar una medición indirecta de la velocidad de la luz en un laboratorio de física de la propia universidad. Este novedoso estudio ha sido publicado en la revista del rey de Arabia Saudí.
“Aristóteles y Descartes creían que la velocidad de la luz era infinita hasta que en la segunda mitad del siglo XVII se comenzaron a hacer las primeras medidas”, expresa a El Digital de Albacete el catedrático de Física Aplicada de la Escuela Superior de Ingeniería de la Universidad de Castilla-La Mancha, Enrique Arribas. Además, recuerda que “actualmente la velocidad de la luz en el vacío es una constante universal cuyo valor en el Sistema Internacional de Unidades es 299792458 metros por segundo, y no depende de la velocidad del sistema de referencia en el que se mida”.
De este modo, han tratado de diseñar un experimento para tratar de “medir la velocidad de la luz dentro de las coordenadas de un laboratorio de Física General de primer curso universitario”. Así, apuntan que “las medidas se hacen sin grandes complicaciones ni aparatos muy complicados”.
Para llevar a cabo este trabajo “hemos obtenido la permitividad eléctrica del aire, midiendo con un capacímetro la capacidad de un condensador de láminas plano-paralelas, variando la separación entre sus placas”, relata Arribas. Así, “mediante un ajuste por mínimos cuadrados se calcula la pendiente de la recta que está relacionada con la permitividad del aire”, destaca. Tras ello, “se obtiene la permeabilidad magnética del aire usando un solenoide por el que se hace circular diferentes valores de corriente y se mide el campo magnético en su centro utilizando el sensor Hall de un Smartphone”, especifica.
Una vez obtenidos estos valores han podido calcular de manera indirecta la velocidad de la luz con sus correspondientes errores absoluto y relativo. El objetivo ers “acercarnos lo máximo posible al valor real y tan solo hemos tenido un 0.06% el error absoluto”, reconoce Enrique Arribas.
En un laboratorio docente
Lo verdaderamente novedoso de este proyecto “es que hemos sido capaces de lograr medir la velocidad de la luz en una laboratorio de física preparado para la docencia y no para la investigación”, expone, algo que “no se había logrado hasta el momento”.
Subraya Enrique Arribas que “a la humanidad le ha costado mucho tiempo lograr medir la velocidad de la luz”, un parámetro que ni siquiera logró obtener el gran Galielo. Y es que fue en 1983 cuando “la velocidad de la luz se definió como una constante física que no tiene error”, apunta.
Además, este logro supuso “un cambio conceptual en la física moderna” y es que afecta de lleno a la definición del metro. Ahora el metro es “la distancia que recorre la luz en 1/299792458”, matiza el catedrático de física.
Viajar en el tiempo
Lograr viajar en el tiempo es otro de los sueños de la humanidad y para el que la velocidad de la luz podría ser la clave. Sin embargo “por ahora no podemos acercarnos a alcanzar esta velocidad”, pero en el caso de poder hacerlo “el tiempo y el espacio se distorsionarían y quizá nos permitiría viajar en el tiempo”, especifica.
De este modo, añade Enrique Arribas que “puede que no podamos viajar hacia el pasado, pero por el momento no hay nada que impida viajar hacia el futuro”. Pero reconoce que “necesitamos alcanzar velocidades muy altas como la de la luz”, y por el momento es algo que no podemos rebasar.
Este novedoso trabajo ha sido publicado en menos de 6 meses en una publicación científica de primer nivel, como es la revista del rey de Arabia Saudí, en la que se recogen “importantes avances científicos”, concluye Arribas.
Este trabajo interdisciplinar ha sido realizado por Isabel Escobar (UCLM), Raquel Ramírez (UCLM), Teresa Franco (Instituto Politécnico Nacional de México) y Augusto Beléndez (Universidad de Alicante).