/Fotos: Ángel Chacón/
Médicos del Mundo ha denunciado este martes las condiciones «sociales y sanitarias» de los asentamientos en la ciudad de Albacete, «con un acceso inadecuado al agua potable, sin infraestructura ni saneamiento y con hacinamiento y superpoblación» y ha achacado a estas condiciones el que se haya producido un brote de COVID-19.
En un comunicado, esta organización ha lamentado que esta situación dio lugar «a los incidentes del pasado fin de semana» y ha recordado que ha exigido «reiteradamente» a la Junta «recursos para que las personas migrantes, que han sido esenciales durante el estado de alarma en la recogida de frutas y verduras, tuvieran una condiciones de vida dignas que les permitiera respetar las medidas de prevención e higiene durante esta pandemia».
Médicos del Mundo ha afirmado que «las organizaciones de la sociedad civil están abiertas a apoyar y trabajar en dicha situación», pero ha exigido «el liderazgo y responsabilidad del Gobierno».
Así, ha denunciado que hasta que no se ha producido el primer brote en los asentamientos de la carretera de Peñas de Albacete, a finales de la semana pasada, «la administración no se ha movilizado, algo esencial por un tema de salud pública».
Han indicado que, con más de una veintena de positivos de COVID-19 en este asentamiento irregular de Albacete, «esta pandemia se ha cebado con quienes malviven en pésimas condiciones, personas que se utilizan como mano de obra barata pero que se les excluye del reconocimiento de sus derechos como seres humanos».
«Es importante poner el foco en la situación sociosanitaria de extrema vulnerabilidad en la que se encuentran estas personas. Ese es el problema, ellas son las víctimas», ha incidido la portavoz de Médicos del Mundo Castilla-La Mancha, Idoia Ugarte.
Ugarte también ha denunciado la «urgencia de medidas para facilitar el realojamiento de las personas que viven en los asentamientos, el acceso universal al sistema sanitario y el establecimiento de un protocolo de prevención y un sistema de monitoreo continuo de todas las personas de los asentamientos, con el fin de garantizar un diagnóstico precoz del virus y atajar así la posibilidad de otros rebrotes».
A su modo de ver, es «clave» una coordinación responsable entre Gobierno y entidades sociales para frenar la expansión del virus.
Por otro lado, ha lamentado que los incidentes del domingo, «en los que migrantes salieron a la calle para reivindicar mejoras», hayan servido «como excusa para culpabilizar a las personas que simplemente son víctimas de esta situación de abandono por parte del Gobierno».
Ha señalado que se requiere un análisis mucho más profundo de las causas de estos hechos, «propiciadas por la situación de hacinamiento, la inseguridad, las precarias condiciones económicas y medios de vida con los que cuentan estas personas».