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El bailarín albaceteño, Jaime Segura Montero, compartía con ‘Españoles en el mundo’ su experiencia en la República Checa. Un viaje que le ha acercado hasta el corazón de Europa, concretamente a la región de Moravia y que definía con tres palabras: “Vino, naturaleza y tranquilidad”.
La capital de esta región de la República Checa es Brno, la segunda ciudad más grande por detrás de Praga. En mitad de un ensayo en el Teatro Nacional de Brno recibía el albaceteño esta especial visita y confesaba que se mudó hasta República Checa para “hacer realidad mi sueño y poder dedicarme a lo que me gusta hoy en día, que es la danza”.
Jaime Segura Montero ha podido bailar sobre el escenario del teatro más grande de la República Checa, el Janá Kovo Divadlo. Un sueño por el que ha tenido que hacer muchos sacrificios ya que supone dejar a tres “tu país y tu familia para venirte a otra cultura y otro país que no conoces”, manifestaba. Sin embargo, reconocía que todas estas renuncias merecen la pena “por la sensación que produce que se abra el telón y que te aplaudan”.
El albaceteño comparte su día a día con bailarines procedentes de países de todo el mundo, y con Carolina, la única española de la compañía. Además, haciendo gala del humor albaceteño reconocía que se puede vivir de la danza en este país, pero si por el contrario “vives en Viena que está a media hora te pueden pedir hasta 5 euros por un café, y la verdad con esos precios te quieres morir un poco”. Igualmente ambos bailarines destacaban que en República Checa “se valora muchísimo la danza porque hay más tradición”.
Relata que decidió audicionar junto a una amiga y pasar un divertido fin de semana en República Checa porque “no tenía mucha idea de República Checa, y sonó la flauta”, así llegó este albaceteño ha formar parte de este prestigiosa compañía de danza con tan solo 19 años. Una experiencia tras la que ahora acercaba al resto de españoles las joyas de Brno como el Castillo de Lendice uno de los monumentos más famosos y visitados donde antaño se reunían las familias más importantes de Budapest, Praga, Viena, Bratislava y Brno. Bromeando su compañera comparaba esta construcción con “la gente que se compra una casa en el Perelló”, y preguntaba a Jaime: “¿Dónde os compráis las casas en Albacete?”, a lo que el bailarín contestaba que los “albaceteños tenemos parcelas”.
Salón de baile, invernadero, un minarete, y es que, este castillo tiene hasta sus propias “lagunas de Ruidera”, bromeaba. Tras esta visita, parada obligatoria en una taberna típica, y es que la cerveza es algo icónico en República Checa, y hasta “las personas más mayores incluso tienen sus propias jarras”, explicaba. Así después de un brindis confesaba Jaime Segura Montero que entre las cosas que más echaba de menos de España estaban “la Feria de Albacete, los Miguelitos de La Roda, mi familia y amigos, la Concepción, la Tejares, el tardeo y el humor albaceteño”.
