/Redacción/Fotos: Guardia Civil/
En la mañana de este viernes, efectivos del SEPRONA y Agentes Medioambientales han rescatado un ejemplar adulto de Águila Real que había quedado atrapado en el cauce del río Júcar a su paso por Cuasiermas, muy cerca de Albacete capital.
El animal se encontraba renqueante tras romperse una de sus patas y se encontraba en el cauce del río malherido y con muchas posibilidades de perder la vida debido a las consecuencias que le traería la grave lesión.
Gracias al trabajo de los agentes de la Guardia Civil y de los Agentes Medioambientales ya se recupera en el Centro de Recuperación de la Fauna Salvaje de Albacete, situado en la Carretera de Ayora, y gracias al cuidado de los veterinarios podrá volver a surcar los cielos en libertad cuando se recupere de la fractura.
El águila real es la más poderosa de las águilas y una de las aves de presa más extendidas a escala mundial. En España está extendida únicamente por la Península, donde ocupa la mayor parte de las áreas montañosas o de relieve quebrado y montuoso.
Es una rapaz esencialmente rupícola, que instala casi siempre sus nidos en cantiles rocosos, aunque en ocasiones también lo hace en árboles.
Su dieta es muy variada, e incluye una gran variedad de mamíferos, aves e incluso reptiles, y también carroña.
Los ejemplares adultos lucen coloración general parda muy oscura, con tonos más dorados en las alas, la nuca y el cuello. Vista en vuelo, en la distancia parece muy oscura, con las plumas de vuelo y la cola ligeramente más pálidas. Su silueta, muy proporcionada, queda definida por unas alas largas y anchas, de borde posterior muy redondeado —con un estrechamiento llamativo en la axila—, y una cola larga.
El joven del año es muy oscuro, casi negro, y cuando vuela destacan sendos parches blancos en las alas, así como una amplia zona blanca en gran parte de la cola, rematada por una banda terminal negra.
A través de sucesivas mudas va progresivamente desdibujando este patrón de color tan contrastado, hasta alcanzar el plumaje definitivo de adulto, a los cinco o seis años de edad.
CANTO
Generalmente se trata de una especie silenciosa, aunque puede emitir un silbido fino y aflautado, tanto en vuelo como cuando está posada.