PUEDE ESCUCHAR LA REVOLERA EN EL SIGUIENTE REPRODUCTOR
El titular refleja una norma obligatoria y una forma de actuar, también una conducta en estos momentos de pandemia y de brotes en muchos lugares, como en Albacete.
La pasada semana, parque periurbano “La Pulgosa”, una adolescente tumbada en suelo, rodeada de sus amigos, quizás debido al calor sufrió un desvanecimiento, inmediatamente llegaron las asistencias con una ambulancia y su equipo de facultativos, un vehículo de la policía local acudió también al lugar donde habían sido requeridos. La primera persona que bajó de la ambulancia, una mujer, sanitaria, lo primero que dijo al grupo de chavales: “todos los que no lleven mascarilla fuera, no veis como vamos nosotros, coño”. Los sanitarios en tarde muy calurosa iban debidamente pertrechados, con sus equipos de protección individual (los famosos EPIS), mascarillas, con todo el cuerpo tapado como es preceptivo. Lo primero que trasladó la sanitaria fue lo que leen en el titular. No se puede expresar mejor la obligación que tenemos de cumplir lo que marcan las autoridades sanitarias. Era el momento, y la expresión no pudo ser más oportuna y acertada. La suscribo de principio a fin. Atendieron a la chica, seguramente el asunto no revestía gravedad, pero sí es grave que, pese a las sanciones, la obligatoriedad de llevar mascarillas no hay forma de que se cumpla.
Solo se me ocurre decir que lo único que puede corregir tanta desobediencia sea la sanción, los palos de bolsillo son los que más duelen. Habrá que ir por ahí vigilantes sin contemplaciones. Pasen por la calle Baños y verán a la policía nacional custodiando el edificio a la solanera, periodistas contando a España que aquí hay un rebrote y sanitarios protegidos hasta los dientes haciendo pruebas a los afectados por el rebrote. Mientras tanto, otros actuando como si tal cosa, con las mascarillas en el brazo, la barbilla o en un bolsillo. Al revés de todo, sin pensar que una vuelta atrás sería la ruina, en el más amplio sentido del término.
La semana ha tenido tintes de enseñanza, con vueltas al debate de la pública y concertada. Por aquí en esta tierra, Castilla-La Mancha, el debate está superado.
Sobre el reparto de los fondos especiales para la reconstrucción, en este apartado básico, el de la enseñanza, sería mucho mejor quitarle todos los elementos de disputa ideológica que a veces ensombrecen las decisiones políticas que se adoptan.
Reforzar el sistema y atender a los alumnos más vulnerables debe ser el objetivo, lejos de otras divagaciones.
Claro que, me llama mucho la atención el comunicado no exento de dureza de los profesores del Instituto Ramón y Cajal de Albacete, calificando el curso que acaba de finalizar como “el más extraño, el más duro, y por qué no decirlo, el más doloroso de toda nuestra carrera profesional”. Es verdad que ha debido ser así; es verdad que han sido meses duros para todo el mundo; es verdad que los sanitarios y otros sectores por todos conocidos lo han pasado mal, pero de verdad. Todo lo que podamos decir es poco, al respecto. Si nos ponemos a comparar no ha sido igual para todo el mundo. Digamos que los funcionarios, por ejemplo, no han visto alterado su salario pese al confinamiento, algunos han trabajado desde sus casas telemáticamente, en la enseñanza también ha sido así. Me permitirán una mínima reclamación de solidaridad con los que después de estos tres meses se han quedado sin trabajo, están inmersos en un ERTE, quizás en un despido y lo que es peor haciendo cola en algún lugar para poder comer gracias a la caridad de muchísimas personas que ante la adversidad sacan la vena más solidaria.
Ahora todo el mundo pide y seguramente todos los sectores con mucha razón. Cada cual defiende su corralito, pero los presupuestos, el dinero público no es ilimitado y deben marcasen prioridades, es lo que deben hacer los buenos gobernantes.
Reducir las ratios por grupo, aumentar significativamente las plantillas de los centros, generar espacios telemáticos únicos, todo está muy bien, es loable que se piense en ello, pero -insisto- debería meditarse un poco más a la hora de reivindicar, no solo en la enseñanza que es fundamental, algo básico para que un país funcione. Debe pensarse que es tiempo de esfuerzos, no es momento de mirar a otro lado, estoy de acuerdo, pero en materia de enseñanza los datos indican que se ha avanzado y aún más que se hará.
Me gustaría que los colectivos además de tener boca y grande para pedir, se diesen cuenta que no están descalzos, el funcionariado tiene asegurado el salario, nadie les examina para comprobar si mantienen los mínimos de idoneidad requeribles y bastaría con preguntar a los ciudadanos cómo quieren que funcione el sistema para darse cuenta lo que piensan de los que no lo dan todo. Se llevarían un chasco. No tengo nada en contra del funcionariado, los hay ejemplares, algunos deberían cobrar más porque se lo ganan con creces, pero también pienso que en otros casos habría que evaluarlos y que existan pluses atendiendo a resultados.
Ya sé que estas cosas los políticos no pueden decirlas, como por ahora no necesito del voto, si lo dejo ahí a modo de reflexión, sin acritud.
Pedir y pedir es fácil, aprovechar que se pide para dejar en mal lugar al político de turno también sucede. Por tanto, moderación, solidaridad, sentido común y a lo mejor es el momento de apretarse el cinturón, como le sucede a muchísima gente de todos los sectores.
El otro día Ciudadanos de Castilla-la Mancha planteaba que las ciudades de Castilla-La Mancha estén comunicadas entre sí por tren. Yo creo que Europa están pensado en enviar dinero para hacer piscinas y para trenes, como si no hubiese en España ni una cosa ni la otra. Estoy seguro que saben que, a Toledo, por ejemplo, se puede ir en AVE desde Albacete y que se tarda menos tiempo que en coche.
A veces pienso que se aburren y tiene que decir algo, sea lo que sea. Resulta cansino que en Madrid digan una cosa, otra en Toledo y lo contrario en Albacete. Así pasan los días, entre declaraciones. Si están en el País Vasco, como van juntos PP y Cs se jalean, en Madrid coquetean con el PSOE, en Toledo no se sabe muy bien lo que pasa en la ciudad imperial o si es noche toledana. En Albacete está claro, juntos con el PSOE, mirando de reojo para ver quien les marca el paso, los socios de gobierno por un lado y de vez en cuando apoyando al PP municipal que presenta unas mociones en las que los populares creen, son propias de lo que sienten y piensan, pero que Cs se ve obligado a apoyar, porque cavilan que de lo contrario meterían la pata. El otro día fue la de Marlasca y la Guardia Civil. El Partido Popular con mucha habilidad se la presenta plana, la muleta, y ellos sin descomponerse la toman o cogen, como si de un tentadero se tratase. Después un discursito de: somos el centro, el liberalismo, la moderación y necesarios para gobernar. Es verdad, son necesarios, según les interesa, sin despeinarse y aún les extraña que cada vez la ciudadanía sea mucho más crítica con ellos. Basta con leer por ahí lo que dice la gente cuando abren la boca.
El oficio de contar cosas no está exento de sus cuitas. Echenique no se corta ni un pelo y ahora la ha tomado con el periodista de antena 3 Vicente Vallés. Lo mismo que Vallés critica al gobierno y a Pedro Sánchez un día y otro también, como si todo lo hiciese mal, un diputado puede hacer lo mismo con un periodista. Hasta ahí todo bien todo normal, pero estoy convencido que el señor diputado de Podemos podría ser más moderado en sus apreciaciones y no ser un incendiario y seguramente Vallés, o lo tiene muy claro todo o quizás algo hará bien el gobierno, aunque sea de tarde en tarde. Es lo de siempre: o hay consejos de administración o jefes importantes que marcan pautas y que hay que seguir o vas a la calle, convertirse en periodista felador también es una opción, y en el sueldo va todo. Ni Echeniques al uso, ni periodistas que todos los tiros y no es fogueo, apuntan en la misma dirección. Me recuerda todo esto a la etapa de Nacho Villa. Tanto disparó sin ton ni son, que terminó herido de gravedad tras dispararse en el pie. ¡Menuda tropa!
Hablando de medios, se acaba de marchar por decisión propia de la SER de Castilla-La Mancha, Luis Aznal. En los medios privados el departamento comercial es fundamental, pues Luis era clave, es buen amigo, ha sido un buen jefe de ventas regional y ahora emprende nuevos proyectos por decisión personal, tras permanecer de baja un tiempo. Es una gran perdida, la lamento, con Aznal en algo más de cinco años logramos crecimientos importantes, gracias a él y a otros muchos que lo dieron todo.
Hasta para marcharse ha sido un señor, le deseo todo el éxito del mundo que lo tendrá con toda seguridad y ojalá no se cruce con califatos bocazas, que a punto han estado de arruinarle la vida que es mucho peor que arruinarte el bolsillo. Justo es decir que desde Madrid siempre recibió ofertas para estar donde le hubiese dado la gana, debe ser que en Toledo no se han enterado. Esta pandemia causa estragos.
Hagan lo que dicen los sanitarios y como dijo esa profesional el otro día: “¡no veis como vamos nosotros, coño”! Lo mismo digo.
Ángel Calamardo
Twitter: @AFCalamardo