/Modesto Colorado/
La idea nace del músico albaceteño Joaquín Pascual que desde hace casi tres décadas compagina su trayectoria artística con la docencia. Esta dilatada experiencia le ha llevado a desarrollar un novedoso proyecto didáctico llamado La música y yo, orientado a la formación musical en Educación Primaria.
Un proyecto educativo multiplataforma que tiene como objetivo transformar las aulas de música en un espacio donde disfrutar, interactuar, experimentar y que además permite a los docentes divertir a los alumnos a través de la enseñanza musical.
Esta es la filosofía sobre la que se asienta el método pedagógico para colegios de Primaria que ha desarrollado el guitarrista de Surfin’ Bichos (1988-1994), líder de Mercromina (1995 – 2005) y Travolta (2007 – 2008) y que ahora continua con su carrera en solitario.
Profesor de Música desde el año 1992, ha trabajado en varios centros de Albacete y provincia y siempre ha vivido la docencia y la música muy de cerca.
En 2014, después de muchos años trabajando, se dio cuenta de que necesitaba un parón. Consciente del trabajo que había realizado durante años como educador, comenzó a recopilar contenidos de su experiencia en los años de docencia como una manera de organizar su propio trabajo, pero enseguida se dio cuenta de que todo esto era algo que podría interesar a nivel educativo y que podría exportarse a cualquier colegio.
Cuando llevaba un buen volumen de trabajo lo presentó con gran éxito en la Facultad de Educación de Albacete, y viendo el interés que había suscitado, se lanzó a crear una especie de pequeña editorial para llevar a cabo el proyecto.
Se basa en entender la enseñanza de la música de una manera muy colaborativa, en la que lo más importante no es el hecho de aprender a tocar un instrumento, ya que no se busca demasiado la destreza interpretativa sino que los niños tengan una buena experiencia, que les abra una perspectiva de visión artística interesante.
De esta manera, cuando salgan del colegio habrán tenido una bonita vivencia que posiblemente les llevará a tener un estímulo musical objetivo. “La educación artística debe ser una válvula de escape, algo emocionalmente tan potente que les ayude a evadirse de la realidad” explica Pascual, que añade que “cuando eres un niño es interesante que se cree ese estímulo, esa relación positiva con la música en tu primera infancia es la que va a favorecer que luego te interese. Yo la tuve de pequeño en mi casa y en el colegio. Me lo pasaba bien y convivía con otros niños realizando actividades en las que la música era lo que envolvía todo. Por eso creo que cuanto más estimulante y emocionalmente rica sea tu experiencia musical cuando eres un niño, más posibilidades tienes en tu futuro adulto de que esa relación siga siendo satisfactoria”.
Joaquín Pascual, consciente de que el gusto por la música debe inculcarse con un planteamiento lúdico y desde una perspectiva global, plantea La música y yo como un proyecto en el que las actividades se basan en contenidos socialmente significativos con el propósito de que sean muy cercanos al alumnado. El profesor albaceteño destaca que “al relacionar con la música estímulos que los niños reconocen enseguida, se logran resultados muy satisfactorios”.
El sistema pedagógico diseñado por Joaquín Pascual, comienza en Albacete y presta atención a aspectos como la improvisación, los experimentos sonoros, el folclore y las músicas y danzas tradicionales.
Este proyecto nace como una propuesta editorial adaptada al currículo educativo de Castilla-La Mancha. Joaquín Pascual ha desarrollado también un proyecto de folclore musical y asegura que “la música tradicional es muy cercana para los niños porque la ven en sus pueblos, en las procesiones o en las fiestas. En el folclore tradicional de Castilla-La Mancha hay mucha variedad de sonoridades. No es que sea necesario que a los alumnos les gusten las manchegas, las seguidillas o las jotas, pero creo que es importante que las conozcan y que a partir de ahí puedan derivar en otras cosas interesantes”.
Pedagogía musical
Hay mucha tradición educativa de materias como matemáticas, lengua, ciencias naturales o sociales. Esto es algo que no pasa con la música ya que es mucho más reciente. Comenzó a impartirse en las escuelas de Educación Primaria cuando llegó la LOGSE en los años 90. Por eso algunos profesores de música han tenido que reinventarse constantemente creando currículos para que la música se convierta en una materia importante a nivel educativo. Es el caso de Joaquín Pascual cuya labor profesional le ha llevado a intentar formarse y desarrollar metodologías, currículos y contenidos para la música.
La música y yo es un trabajo muy artesanal, que empezó de manera tímida, pero que está creciendo gracias al boca a boca. Despegó en 2016 en colegios de Albacete y rápidamente se extendió por la provincia y se puso en marcha en Castilla-La Mancha donde cada año se suman más centros escolares.
Un par de años después de su iniciación en Castilla-La Mancha el interés de unos profesores de Valencia llevan al creador del proyecto a plantearse la posibilidad de hacer una edición para la Comunidad Valenciana. Es entonces, cuando el músico valenciano Jordi Sapena (La habitación roja), al que le unen estrechos lazos de amistad y familiares con el profesor y músico albaceteño, entra en el proyecto para ayudarle con la parte de folclore de la Comunidad Valenciana y buscar traductores y lingüistas para su adaptación al valenciano. El proyecto lleva dos años funcionando en la Comunidad Valenciana con gran éxito.
Más tarde, entraron otras peticiones de algunos centros de Murcia y Madrid que comienzan el curso que viene con el proyecto que va cogiendo forma, transmitiéndose y extendiéndose poco a poco. Actualmente hay entre 16 y 18.000 niños con el proyecto.
El albaceteño José María Castillo, profesor de música en el colegio Ildefonso Navarro de Villamalea, ha realizado la adaptación para el folclore de Murcia, y Pilar Schneider, también de Albacete, que imparte clases de música en un centro de Yuncos (Toledo) se ha encargado de hacer la adaptación para la Comunidad de Madrid.
Se ha creado una red de formación para el profesorado que está inscrito al proyecto donde se realizan encuentros en los que se habla de música, asesoramiento técnico o incluso se hacen propuestas de mejora, todo ello para establecer una relación estrecha con el profesorado, logrando así que el proyecto sea muy colaborativo.
También se organizan ponencias. Este año ya se han llevado a cabo algunas como Música y auntismo, Control postural, relajación y música en el aula o Informática musical y hasta un programa llamado Do, Re, Fu en el que colaboran músicos y compositores de cada comunidad, como, por ejemplo María Rozalén, que participó en el de Castilla-La Mancha.
En estos momentos se están presentando las novedades de la plataforma para el año que viene, que se basan sobre todo en el trabajo telemático. “Estamos en pleno desarrollo de una plataforma totalmente digital para el curso 2021/ 22 en la que el alumno pueda trabajar desde casa o con una tablet en el colegio, algo que es muy estimulante para los niños, y de esta manera eliminar el papel en la medida de lo posible. Esta idea la teníamos hace tiempo, pero toda esta situación que hemos vivido ha hecho que se aceleren estos procesos de digitalización del proyecto. También ha sido importante la ayuda del Gobierno con la brecha digital, tratando de ayudar a las familias que no tienen medios”, apunta.
La creadora de todas las ilustraciones es la albaceteña Ana Cuevas que ha sido pieza clave en el proyecto, desarrollando un trabajo conceptual con una iconografía con múltiples posibilidades.
La música a nivel educativo pasa por un buen momento ya que cada día hay más voces que hablan de su importancia y de la cantidad de cosas que aporta en la Educación Infantil en Primaria. Joaquín Pascual se puede sentir orgulloso de que este proyecto contribuya a eso. Sin lugar a dudas, este gran músico de Albacete se ha convertido en uno de los abanderados de la nueva educación musical.
