/Marta López/
Cerca de dos años y medio llevan luchando los propietarios de ‘Cortijo de Cardos’ por sacar adelante su granja de gallinas camperas ubicada en el término municipal de Villapalacios. El gerente de esta granja dedicada a la cría de gallinas en libertad, Jesús Rodríguez, ya denunció en 2018 la situación que padecían sus animales a causa de “las maniobras de aviones militares que sobrevuelan la zona”.
Un problema que desde entonces no ha cesado y que afecta a sus gallinas de tal manera que el ruido que producen los cazas “cuando rompen la barrera del sonido hace que “se hacinen, se suban unas encima de otras, y mueran aplastadas”. Además, asegura que “el fuerte petardazo” que hacen estos aviones al romper la barrera del sonido también “mata los huevos y no eclosionan”. Así, denuncia que hace unos días los aviones militares volvieron a sobrevolar la zona y “desde entonces no ha nacido ningún huevo”.
Confiesa que estos sonidos son tan potentes que “incluso nos hacen pegar botes en el suelo, son como pequeños terremotos”. De este modo, explica que “hace dos años y medio nos mataron todas las gallinas que teníamos en la granja”, y por este motivo decidieron emprender acciones legales y poner una reclamación porque “en 6 meses lo arreglaban”, pero sin embargo “nadie nos hace caso y da pena”. Ante la pérdida de todas sus gallinas subraya que “tuvimos que endeudarnos y sacar créditos para reponer todo lo que teníamos”.
Escritos y llamadas al Defensor del Pueblo, a la Subdelegación de Defensa en Albacete que “han intentado hacer por nosotros todo lo que estaba en sus manos”, una “lucha constante en la que nadie nos escucha” asegura Jesús Rodríguez. Unos trámites que “están parados” mientras el negocio familiar de Jesús Rodríguez se viene abajo porque “tenemos unas pérdidas enormes e incluso no podemos suministrar a los grandes almacenes con los que trabajamos porque no tenemos dinero ni para comprar pienso ni gallinas”.
“Nosotros trabajamos con las gallinas con pico, porque a los pollitos cuando nacen les cortan el pico porque son todas las gallinas para meter en jaulas”, destaca, por lo que expone que ‘Cortijo de Cardos’ “es una de las pocas granjas en las que se crían las gallinas con pico y en libertad”. Un trabajo costoso y respetuoso con el medio ambiente que tiene un gran futuro y que deseaban ampliar con una zona “ecológica”, pero este proyecto se ha visto frustrado debido a las pérdidas económicas generadas por este problema aéreo.
Asegura el propietario de esta granja que “el problema es que a mí me están bombardeando”, y añade que el mes que viene llegan a las instalaciones “2.000 pollitos más que hemos comprado y estamos viendo que nos los van a matar y no sabemos qué hacer”. De este modo, señala que desde que los aviones han vuelto a sobrevolar la zona hace unos días “las gallinas no están poniendo huevos por lo que estamos sacando el 30% de lo que sacábamos hace una semana”.
Confiesa que “esto es peor que vivir en Barajas” y que ante la falta de soluciones “estamos muy desanimados”, e incluso se están planteando dejar su actividad. Además, matiza que “esta granja existía antes de que se inventaran los aviones” porque “ha ido pasando generación en generación y en ella se han criado gorrinos, toros, corderos y cabras hasta que nosotros decidimos apostar por las gallinas”, pero esta situación “ha frustrado todos nuestros planes”.
Explica que “desde que todo esto empezó yo ya no calculo las gallinas que hemos podido llegar a perder y el dinero que hemos dejado de ganar”, destaca Jesús Rodríguez al tiempo que asegura que “estamos sufriendo e intentando mantener lo poquito que tenemos”. Así, señala que es “una auténtica pena tener un negocio que funciona a nivel nacional e incluso hemos llegado a mandar huevos al extranjero pero nos están arruinando”.
“No quiero que me indemnicen solo que dejen de sobrevolar con los aviones mi granja”, concluye.