/Redacción/
El Albacete visita este miércoles al Rayo Vallecano (20:00 horas) para disputar la segunda mitad del encuentro aplazado el pasado 15 de diciembre y lo hace con la imperiosa necesidad de puntuar para coger distancia con los puestos de descenso. Dicho partido fue suspendido porque durante la primera mitad parte de la afición de Vallecas profirió insultos a Zozulia al llamarle “puto nazi”.
Igualados a puntos con Oviedo y Deportivo, los albaceteños se encuentran fuera de la zona peligrosa de la clasificación gracias al coeficiente particular de goles por lo que un empate o una victoria se convertiría en un balón de oxígeno para este recta final de temporada.
El conjunto que dirige Lucas Alcaraz afrontará esta exigente cita ante uno de los conjuntos con mayor presupuesto de la Liga Smartbank con diez futbolistas por la expulsión de Eddy Silvestre en el mencionado partido.
Los reiterados insultos a Zozulia -al que seguidores del Rayo calificaron de puto nazi- provocaron que, tras varias advertencias por megafonía, el colegiado López Toca ordenara la suspensión tras previo acuerdo con los clubes implicados.
En lo puramente deportivo, es una “incógnita” saber cómo responderán los futbolistas tras tres meses sin competir, como ha reconocido el propio Alcaraz en la previa del enfrentamiento.
El técnico andaluz se verá limitado al no poder alinear a los futbolistas que ingresaron en la primera plantilla en el mercado invernal por lo que todo a punta a un diez inicial muy similar al que terminó la primera mitad en diciembre.
Alcaraz es “optimista” respecto a este compromiso porque ve a sus jugadores “preparador mentalmente” para afrontar un reto en el que “deberemos apretar y ser muy verticales para que no se note tener a un futbolista menos”, ha apuntado.
Pese a la limitación para este encuentro, ha admitido “no tener claro” qué jugadores alineará y ha incidido en la importancia de dosificarlos porque “al tener varios partidos seguidos en unos tendremos a unos jugadores y en otros habrá que cambiar”, ha justificado.
Lo que sí le ha pedido el entrenador del Albacete a su grupo es que juegue como un equipo “sin complejos” para demostrar que “somos un equipo profesional que quiere quedarse en Segunda”, ha espetado.
