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La albaceteña, Carmen Raya, confiesa que adora Los Ángeles, pero tiene claro que “la Feria de Albacete le da mil vueltas a la de Santa Mónica”. Así explica a la revista Cuore esta periodista que en su empeño “por ser la primera influencer albaceteña internacional” su meta “en la vida es ser pregonera de la Feria de Albacete.
Tirando de humor manchego, formará parte del equipo de esta conocida publicación compartiendo semanalmente su día a día en Santa Mónica, donde actualmente reside. Confiesa que “vivir en este polígono industrial con olor a fritanga, plagado de palmeras falsas y de camareros aspirantes a actores fue mi sueño desde que era pequeña”. Se considera “una ‘influencer’ en prácticas” dispuesta a desmontar falsos mitos en esta ciudad norteamericana.
De este modo subraya que el mayor mito de todos es “el muelle de Santa Mónica y su correspondiente feria”, que considera una auténtica “patata”, y es que como buena albaceteña, Carmen sabe bien lo que es disfrutar de la mejor feria del mundo, la de Albacete. “No sé si es que los americanos no habéis visto mundo, y por mundo me refiero a mi adorado Albacete, pero yo no tengo culpa de que vuestra feria parezca de juguete”, indica.
El primer argumento que esgrime la albaceteña en contra de la feria de Santa Mónica es que, “en realidad, no es una feria, sino más bien un mini parque de atracciones llamado Pacific Park” con atracciones bastante obsoletas. Igualmente, explica en Cuore que “mientras la feria de mi querido Albacete se ubica en tierra firme, la ‘feria’ de Santa Mónica se la han ‘cascado’ en pleno muelle”, y añade que “estable, lo que se dice estable, no me parece”. Eso sí, en relación a la localización de la feria de Santa Mónica reconoce que tiene una ventaja, porque el hecho de que “esté rodeada de arena y agua” amortiguaría la caída “si sales disparado desde alguna atracción”.
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Además, compara el pequeño tamaño que tiene la famosa noria de esta feria con las vistas que se pueden contemplar “desde la enorme noria de la Feria de Albacete”, recordando que nuestra Feria “está declarada de Interés Turístico Internacional”. Otro emblemático punto de la Feria de Albacete que no podía pasar por alto Carmen Raya es “la preciosa Puerta de Hierros que conecta el Recinto Ferial, lo que llamamos los Redondeles”, y añade que “espera poder tener las llaves algún día cuando el Ayuntamiento decida nombrarme ‘Manchega de Honor’ por ser la primera ‘influencer’ albaceteña en Los Ángeles”.
En cuanto al capítulo gastronómico se refiere, es “el gran motivo por el que no me gusta la ‘feria’ de Santa Mónica”, expresa. Y es que señala “con morriña” que “cada vez que pongo un pie en ella echo terriblemente de menos los bocadillos de morcilla, chorizo y guarrillas, el gazpacho manchego, el calcio reparador de las tres de la mañana…”. Es cierto que el muelle de Santa Mónica puedes degustar hamburguesas de famosas casas de comida rápida, “pero nunca se le acercará al sabor y a los recuerdos que me traen las ‘Hamburguesas Uranga’, porque no has disfrutado de la Feria de Albacete en todo su esplendor hasta que no te has comido una, escuchando su peculiar mensaje que se te queda grabado como si de un tatuaje se tratara”.
La albaceteña lo tiene claro, “no hay nada como montar en el saltamontes, quedar con tus amigos en el ‘pincho’ por si alguien se pierde e ir a visitar a la Virgen de los Llanos”. Y es que, las comparaciones son odiosas y sin duda “la Feria de Albacete es mucho mejor que la de Santa Mónica”, concluye.