El excéntrico banquete del marqués de Salamanca en Albacete

/Redacción/

Con el madrileño barrio de Salamanca en boca de todos, muchos se preguntan el motivo del nombre de este distrito de la capital. ¿Quién fue el marqués de Salamanca? ¿Cuál es su relación con Madrid? ¿Dejó su sello también en Albacete?.

El malagueño José María de Salamanca y Mayor fue el primer marqués de Salamanca y uno de los principales promotores de este conocido distrito de Madrid. Además de aristócrata fue abogado, alcalde, diputado, senador, ministro de Hacienda y probablemente uno de los mayores hombres de negocios del siglo XIX en España. El marqués llegó a acumular una de las fortunas más grandes de su tiempo en nuestro país y no fue precisamente una persona austera.

El marqués de Salamanca contaba con tres residencias palaciegas y era dueño de otras tantas repartidas entre Lisboa, París, Roma o Londres. Igualmente ha pasado a la historia por los fastuosos banquetes que realizaba en los palacios de su propiedad, así los cocineros de estos banquetes sacaron a relucir las excentricidades del marqués en la revista gastronómica de la época, ‘El Gorro Blanco’.

Así, relatan una de las anécdotas más curiosas que tiene como protagonista a José de Salamanca que tuvo lugar con motivo de la celebración de uno de sus negocios más ambiciosos: la puesta en marcha del ferrocarril que unía Madrid y Alicante. Finalmente en enero de 1858 tras diversas complicaciones y contratiempos la locomotora recorrió este tramo de nuestro país gracias al marqués de Salamanca.

De este modo, se eligió Albacete con el fin de festejar este histórico acontecimiento. Desde Madrid se mando hasta la capital albaceteña todo lo necesario para elaborar una ostentosa y lujosa comida para miles de comensales. Según recoge la publicación gastronómica ‘El Gorro Blanco’ el menú estuvo compuesto por carnero guisado con patatas y guisantes, arroz con jamón, liebre y conejo, perdices estofadas al estilo manchego, aves asadas, torrijas, queso manchego y fruta. Unos exquisitos manjares que debido a la afluencia de invitados se sirvieron en cerca de un centenar de mesas dispuestas al aire libre. Así, según se hace eco el diario ‘Sur’ “solamente en aceite y manteca para guisar se usaron 1.780 kilos, de jamón y tocino más de 2.000, judías blancas 1.300 kilos, igual de arroz, 400 huevos, 3.000 chorizos, 500 cabezas de cordero , 800 aves, 600 conejos y liebres…”.

Un completo menú pensado para satisfacer especialmente a trabajadores de los pueblos y localidades vecinas en el que tampoco faltaron exquisiteces como ternera segoviana, el mejor carnero de Toledo, lechal de Burgos, pularda, foiegras y trufas de Francia y vino de Oporto. Un excéntrico plato con todos estos ingredientes que costó más de 2.500 reales, una cifra astronómica de dinero para la época.

El Digital de Albacete

Diario digital líder en Albacete con toda la información de la capital y provincia
Botón volver arriba