CORONAVIRUS | Los concesionarios de Albacete se preparan para volver a abrir sus puertas con total seguridad para sus clientes y trabajadores

/Marta López/

Los concesionarios de Albacete cerraron sus puertas hace dos meses. Tiempo en el que “las ventas han sido 0”, señala a El Digital de Albacete el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Concesionarios de Automóviles (APRECA), Pedro Cifuentes. Un momento “histórico y que no habíamos vivido jamás”, apunta, y es que reconoce que “las ventas han podido bajar en algún momento, como ocurrió en 2009-2010 en cerca de un 60%, pero esto es impresionante”.

Un frenazo en seco del sector que le ha llevado de “pasar de 100 a 0” en un día. Y es que, Cifuentes confiesa que “hay días que me levanto y no me lo creo”, porque actualmente las puertas de los concesionarios de toda la provincia continúan cerrados al no haber pasado a la Fase 1 de la desescalada propuesta por el Gobierno. Durante la Fase 0, en la que permanece la provincia de Albacete, los locales con una superficie comercial superior a los 400 metros no pueden levantar sus persianas, y este es el caso de los concesionarios.

“Hemos estados cerrados durante todo este tiempo y pensábamos que este lunes íbamos a poder abrir pero no hemos entrado en la Fase 1”, indica. Sin duda, no haber podido entrar este lunes, 11 de mayo, en la Fase 1 ha supuesto para el sector automovilístico de la provincia de Albacete un auténtico jarro de agua fría, y es que el presidente de APRECA reconoce que estaban “ilusionados” por la reapertura “después de dos meses cerrados”. Así, es consciente que “no vamos a empezar al nivel en el que nos encontrábamos antes”, pero tenían todo preparado para abrir de nuevo garantizando la seguridad para trabajadores y clientes. “Nos hemos quedado con las ganas”, confiesa, pero mira al futuro con la esperanza de que “tras una nueva revisión podamos abrir, porque llevamos sin vender un coche dos meses”.

Actualmente únicamente mantienen abiertos los talleres “para temas esenciales como son la atención a los trabajadores del campo, bombero o taxistas”, pero “la venta está totalmente paralizada”, puntualiza Pedro Cifuentes. Se espera que Albacete pueda entrar en la Fase 1 el próximo lunes 18 de mayo, y si es así los concesionarios podrán abrir de nuevo sus puertas.

Incertidumbre ante la nueva situación económica

En relación a la situación económica que ha generado el COVID-19, pone sobre la mesa dos factores que hay que tener en cuenta. El primero de ellos es el miedo que pueda sentir la gente, “algo que es normal porque nos pasa a todos”, confiesa el presidente de APRECA.

“¿Cómo vamos a salir de la situación?”, es la segunda cuestión, señala. Y es que, por un lado “ves que no tiene buena pinta”. Pero “si somos optimistas quiero creer que hemos visto lo frágil que es esta vida y lo rápido que nos podemos quedar sin ella, y que habrá gente que tras esto piense que debemos disfrutarla más”, destaca Cifuentes.

Así “tras dos meses encerrados en casa y sin gastar prácticamente nada”, espera que haya quien decida por “salir a tomar una copa, comprarse unos pantalones o comprarse un coche”, apostando por reactivar la economía tras más de 50 días de agonía. De este modo, considera que “esta es nuestra mayor incertidumbre”, y añade que “veremos cuál es es comportamiento del mercado automovilístico en un plazo relativamente corto conforme vayamos entrando en nuevas fases”.

Nuevos protocolos de seguridad

Comprar un coche ya no va a ser igual que antes del confinamiento y la llegada del coronavirus debido a las medidas de seguridad implementadas por los concesionarios de cara a la evitar los contagios en la vuelta a la actividad. “Hemos adoptado todas las medidas que dentro de nuestro alcance hemos podido poner”, subraya el presidente de APRECA.

A partir del momento de la reapertura el vendedor irá con “con una mascarilla y una pantalla protectora; y ademas deberá guardar la distancia de seguridad con el cliente”, explica. Pero la gran novedad y “lo más difícil es garantizar la seguridad en el coche”, confiesa Cifuentes. Así, señala que “va a estar cerrado en exposición para evitar que cualquiera pueda trastearlo”, porque “no sabemos si el cliente puede tener el virus”. Además, el vehículo estará “completamente desinfectado con una máquina de ozono para cuando llegue el cliente”, quien podrá subirse al coche con total seguridad”. Una vez se vaya este cliente “volveremos a repetir la operación y desinfectaremos el vehículo para el próximo cliente que venga”, asegura.

Nuevos protocolos de seguridad para poco a poco arrancar motores y adaptarse a una nueva forma de venta. Así, Pedro Cifuentes, apuesta por ir metiendo marchas paulatinamente, y reconoce que “hay que tener miedo, pero tampoco podemos estar paralizados porque hay que seguir viviendo”.

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