Los sanitarios, todos, sin excepción, todas sus escalas, están recibiendo el aplauso y lo que es más importante, el reconocimiento de toda la población, por el excelente trabajo que están realizando. Sabíamos que están para ello, pero cuando vienen mal dadas hay quien hace fu como los gatos y no es caso. Pese a las bajas cuando no había más remedio, ahí han estado y siguen con ánimo, entusiasmo, contagiando de energía a los pacientes y sacando un trabajo con absoluta diligencia, incluso sin mirar la hora de salida. He salido a aplaudir, es verdad, pero he llegado a la conclusión que mi mejor aplauso será ser cómplice con los que tomen decisiones relevantes que afecten a nuestra sanidad. Sigo pensando que teníamos un gran servicio de salud, no porque ahora nos haya pillado a traición esta puñetera pandemia voy a tirar por tierra todo lo bueno que se lleva pergeñando durante años. Ya sé que unas veces con más acierto que otras, siempre ocurre, pero ahora no me cabe la menor duda que se marcarán los objetivos de siempre y otros actualizados para que suceda lo que suceda estemos mucho mejor preparados. Nadie pudo vaticinar la que se nos venía encima.
Hace unos días, acudí al Hospital General para una analítica rutinaria y nada más entrar, no eran aún las ocho de la mañana, encontré el hall lleno de personas con batas blancas, recogiendo material de protección en una especie de ventanilla, unos se ayudaban a otros, sonreían, charlaban, se preguntaban por la familia, por lo que había que emprender en cada planta o en urgencias. Cada cual se iba yendo a su puesto, no se percibía desazón ante lo que se iban a encontrar, más bien lo contrario y para un paciente lo mejor que le puede ocurrir es encontrar a un profesional de la sanidad que te habla, si es en consulta y te dedica unos minutos frente a afrente puede ser un gran remedio. Don Gregorio Marañón, modelo de médico humanista del pasado siglo, cuentan que una vez un periodista le preguntó por el avance para él mas importante de la medicina y don Gregorio respondió: la silla. Además de la radiografía o la analítica, hay cuestiones que solo se pueden conocer hablando con el paciente.
En los últimos años he tenido la oportunidad de conocer y tratar en Toledo a un gran hombre como es el nieto de don Gregorio, en este caso Gregorio Marañón y Bertrán de Lis. Ocupado y preocupado por Toledo, no en balde con responsabilidades en la recuperación y conservación de su patrimonio. Ahora disfruta de su cigarral, cargado de historia y de hechos relevantes como es el Cigarral de Menores.
Permanecí unos minutos en la zona de consultas externas, donde la doctora Ibáñez y su equipo de enfermeras que, aunque sin verles la cara por las mascarillas se percibía un clima de trabajo apropiado, respirable, aunque para los novatos en protección se nos empañen los cristales de las gafas y no sea fácil respirar con tanta protección.
Habían montado en una consulta unas mesas para hacer analíticas y así sin parar, atendían a las personas, haciendo que esa atención/seguimiento básico no se pare pese a la pandemia. Incluso vía wasap pude comunicarme con la doctora y ella mismo me llamó con el resultado de la analítica. Más facilidades, imposible.
Salí insuflado de fuerza que te da saber que en ese Complejo Hospitalario Universitario de Albacete -no digan chua, por favor, suena feo- y en otros centros sanitarios hay gente que lo da todo por la salud de los demás y es de agradecer. Ahora me vienen a la cabeza nombres propios de algunos doctores que son amigos y otros con los que en algún momento tienes que ponerte en sus manos y te das cuenta que son gente comprometida y con hojas de servicio brillantes.
El domingo dejaron salir a los niños, una medida esperada y deseada, pero mucho me temo que a la vista de imágenes y videos que se han difundido las recomendaciones han caído en saco roto. Seguimos confinados y llenar plazas y parques de niños es una barbaridad. No podemos hacernos la idea que vayamos a recuperar la normalidad que teníamos hace tan solo unos meses, sin medicación y vacuna olvidémonos de poder juntarnos como lo hacíamos antes.
Lo que sí hay que hacer es llenar las plazas y los parques de acuerdos de presente y futuro y cuando se pueda, de gente. Ya sé que esto es muy fácil decirlo y difícil hacerlo, pero aquí o se salva todo el mundo o se hunde todo el mundo.
Sigo confiando en la sensatez de todos, o de casi todos, de los oportunistas que antes no querían saber nada de Pedro Sánchez y ahora se ofrecen de mediadores para presidir la comisión de reconstrucción. Ha aparecido en escena un político, un tal Espejo -apellido- que en el Psoe y PP saben muy bien quien es, porque fue el mullidor de los pactos Ciudadanos-PSOE en Castilla-La Mancha. El colmo de la política, los que no saben dónde están, ni cuándo, ni cómo, quieren ser los moderadores. Podrá haber mayor despropósito. No creo que los grandes partidos acepten ahora el voluntarismo de arribistas.
El colmo de la huida hacia adelante lo acaban de poner en escena el grupo de Unidas Podemos del Ayuntamiento de Albacete. Algunos políticos cuando se ven criticados, en la picota o comprueban que vienen borrascas lo primero que dicen o proponen es bajarse el sueldo, pero un 5 %, en este caso. Será para contentar al electorado. Creo que el efecto es el contrario. Un político destacado de Castilla-La Mancha me decía hace unas horas que esa propuesta es la “demagogia de los que criminalizan la política”. Primero, si fuese de verdad y no de farol, un 5 % es irrisorio; segundo, los sueldos de los políticos, los que se lo ganan no son desmesurados, un concejal cobra menos que un jefe de servicio en el Ayuntamiento de Albacete, si no tengo mal el dato y así sucesivamente; tercero, y por qué no un 15 o un 30 %. Ya puestos, dos o tres huevos duros más en la cesta. Lo que tiene que suceder es que un político se gane el sueldo, que sea capaz, trabajador, decente y que piense siempre en mejorar la vida de la mayoría. Como en cualquier oficio, también en la política, unos se lo ganan y otros no tanto.
No mencionen la bicha, señores del partido del vicepresidente segundo del gobierno de España, Pablo Iglesias, no vaya a ser que ya que se ponen en el florete los boten, pero con b. El asunto es que buscan un titular para un rato, lo consiguen y a seguir con la marcheta.
Si el personal está de uñas con los políticos, como sucede siempre que las cosas se complican, solo faltaba ahora la demagogia de los que “criminalizan la política” y la primera de cambio es bajarse el sueldo, pero de mentirijillas.
Si ya que están sujetos a tener que publicar el sueldo hasta en las hojas parroquiales, solo faltaba ahora que por no estar situados donde procede, en la coherencia, se sometan a ser juzgados por no decir quemados en la hoguera de las plazas de los pueblos. Un ejercicio de responsabilidad, no vendría mal.
¿Saben lo que han escrito sobre la ministra de Unidas Podemos, Irene Montero? Que le han hecho más test que años cotizados tiene en la seguridad social. No es que yo coincida con las gilipolleces que se nos presentan a diario en las redes sociales, pero sirve para decir que ojo con las armas, las carga el diablo.
En Albacete el PP local con su portavoz, Manuel Serrano, ha tomado la delantera y ha mantenido distintos contactos telemáticos con sectores del comercio, la empresa y la hostelería para impulsar medidas que no los ahoguen y pueden continuar con sus persianas arriba cuando la llamada desescalada vaya dando pasos.
Aquí habrá acuerdos, PSOE y PP, remarán en la misma dirección e intuyo que llegarán hasta donde puedan y un poco más. Ya sé que también está Ciudadanos en el Ayuntamiento y que digan desde el partido naranja que no es tiempo de ideologías ni colores políticos, yo digo que sí, más que nunca, es tiempo de aportar y seamos serios, aquí hay quien sabe de qué va la vaina y quien está pajareando.
Lo tienen fácil, los de Cs, apoyen tanto en Castilla-La Mancha como en Albacete, a los gobiernos regionales y locales, a los grandes partidos, estén gobernando o en la oposición porque si quieren y van a querer, saben cómo hacerlo. También Unidas Podemos, analizando, criticando lo que quieran, pero con un objetivo: ayudar a los que en algunos casos ya lo están pasando muy mal y no exagero.
Desde el PSOE, liderando las medidas, Emilio Sáez, no tardarán en presentar un paquete de medidas relacionada con el comercio y la hostelería. Habrá recursos para exención de tasas, quizás nueva ordenanza de terrazas para apoyar una mayor ocupación y un “Amazon local” para fomentar el comercio online en Albacete.
Sin son valientes y lo hacen bien, sin prisa, pero sin pausa, una plataforma de comercio online para que con todas las ventajas que ofrecen otros soportes se pueda dinamizar el comercio en Albacete, sería muy bueno. No tiene otro camino el comercio local, o permite comprar unas zapatillas, un perfume o un botijo, con las mismas facilidades, también las económicas que otros o acabarán mal. Hay que ponerse en otro estrato del comercio.
El Ayuntamiento tiene que capitanear esa acción y una vez puesta en marcha a funcionar.
Se baraja ya, aunque no se comunicará de una forma inminente, que no habrá feria tal y como la tenemos concebida, la de siempre. Hay que ser prudentes, nadie sabe si en tres meses tendremos una vacuna, pero todo hace presagiar y está sobre la mesa la decisión de suspender la feria. La feria en toda su extensión: recinto, conciertos, atracciones, toros, deportes. Nada hay más a la contra de lo que se debe hacer que los espectáculos masivos, por tanto, le adelanto en estos momentos que, aunque no esté decidido oficialmente lo que les digo, el sentir de los que tendrán que tomar la decisión es que no. No deberían tardar en comunicarlo, en el sentido que sea, para que los autónomos y empresarios puedan organizarse de otra forma.
Piensen algo para que los profesionales del mundo de los toros, que también pagan sus impuestos, no se queden a la intemperie. Desde octubre del año pasado cuando terminaron las ferias y los espectáculos taurinos en los pueblos, sus ingresos han sido cero. Nunca piden nada, contribuyen como el que más con un Albacete, con más nombre, con un prestigio ganado desde hace años y cuando se arbitren ayudas, para el toro también. No lo olviden, sería una gran injusticia.
Si me permiten el consejo o recomendación, no hace falta que se entretengan ahora con el pliego de la Plaza, hay que abordar lo importante y tiempo habrá para que en 2021 que todo estará en otro orden se sigan los cauces determinados. Correr ahora, sería un despropósito.
Vamos a iniciar la desescalada y no es otra cosa que bajar por una escalera por la que no hemos bajado nunca.
Aceptemos de buen grado que, por ahora, será una vida en libertad condicional.
Ángel Calamardo
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