/Marta López/
La música está siendo estos días un bálsamo que ayuda a los albaceteños a sobrellevar el confinamiento.
Así, desde su vivienda en la calle Joaquín Quijada, Alejandro Salto, se ha propuesto animar “aunque sea durante unos minutos” a todos sus vecinos poniendo algo de música todos los días. Y es que, este albaceteño, explica a El Digital de Albacete que pone alguna canción a diario “antes de los aplausos y a las 20:00 pongo el ‘Resistiré”, que se ha convertido en un auténtico himno de lucha ante el coronavirus.
Los vecinos de Alejandro esperan a que termine de sonar la última nota para agradecer estos instantes musicales e incluso “me escriben notas y me han dejado una carta en el coche”, señala el albaceteño. Concretamente le han hecho llegar mensajes de agradecimiento “dos enfermeras diciéndome que son minutos que se agradecen mucho porque animan a los vecinos” y que aplauden “amenizar, aunque sea unos instantes, esta situación tan delicada”. Además, este lunes un Policía Militar pasó por la calle mientras Alejandro ponía sus canciones y se detuvo para “entregarme un emblema del Ejército del Aire”, sin duda un gesto simbólico que no olvidará este albaceteño.
Y es que, Alejandro se ha propuesto animar con su música a los vecinos de Joaquín Quijada, e introduce estas particulares sesiones con “una grabación personalizada que me hizo una amiga que también es enfermera”. Además, suele terminar con un mensaje lleno de positivismo haciendo sonar la canción de Diego Torres, ‘Color Esperanza’.
Actualmente trabaja en Mercadona, pero confiesa que con anterioridad se dedicaba “a pinchar música como DJ”, un trabajo que abandonó “porque no podía compaginarlo”. Así agradece “el gran gesto” de sus vecinos que día tras día “esperan en sus ventanas y balcones” a que suene la música de Alejandro.
Confiesa el albaceteño que “al principio tenía miedo por si molestaba o me llamaban la atención las autoridades”, pero “han llegado a pasar por mi calle Policía Nacional, Policía Local, UME, ambulancias… y no he tenido ningún problema”, es más “también se suman al aplauso”. Así, asegura este albaceteño que lleva “desde el primer día poniendo música y lo continuaré haciendo hasta que se termine el confinamiento”.
