/Marta López/
La voz de la soprano albaceteña, Elisa Belmonte, inundaba por unos instantes las silenciosas calles de nuestra ciudad.
Sin duda, la artista se caracteriza por hacer gala y llevar Albacete por bandera allá por donde va, y este 16 de abril, dedicaba a sus vecinos desde el balcón de casa una preciosa habanera para celebrar “el Día Mundial de la voz”, señala a El Digital de Albacete la propia Elisa Belmonte.
Una vecina captó con su teléfono móvil este maravilloso regalo de la soprano a sus vecinos y Belmonte asegura sentirse “sorprendida por la repercusión que está teniendo el vídeo”. Y es que, “ni siquiera sabía que me habían grabado, yo me enteré ayer por la tarde porque me lo mandaron”.
Explica Elisa Belmonte que esta iniciativa surgió de la Escuela Superior de Canto de Madrid, donde imparte clases, con el fin de hacer un montaje “con mis alumnos cada uno desde nuestra casa” y conmemorar así el ‘Día Mundial de la voz’. “Tengo alumnos serbios, alemanes, portugueses, malagueños, otro de Zaragoza…y hemos hecho un montaje”, indicaba la soprano. Sin embargo, tras haber hecho frente “a un leve coronavirus pensé que los vecinos cada vez que me veían me pedían que cantara algo y después de un mes canté la habanera”, al igual que sus alumnos.
Reconoce que “solamente por haber hecho pasar unos minutos un poco distraídos a todos los vecinos que están en sus casas y que nos saludamos día tras días cada vez que salimos a aplaudir, ha sido una manera de devolverles su cariño”. Elisa Belmonte se muestra “contenta y muy sorprendida” de que sus vecinos hayan disfrutado escuchando la habanera ‘Canta y no llores’ incluida en la ópera española de Don Gil de Alcalá de Manuel Penella.
“Canta y no llores, corazón, que la esperanza será la aurora de tus amores,” dice la letra de esta habanera, un canto repleto de positivismo en el que “mirar hacia el futuro con esperanza”, indica Belmonte. Así apuntaba que en estos días tan duros “la música ha sido verdaderamente necesaria”, por eso pide “que cuando salgamos de esto también habrá que acordarse de que en los momentos difíciles hemos cantado, hemos hecho música desde nuestras casas y la cultura es absolutamente necesaria para poder sobrellevar muchas cosas”.
Indica que “muchísima gente está pasándolo realmente mal porque no puede despedir a la gente que quiere, por estar confinados sin poder salir; pero sobre todo por una impotencia de algo que nos ha venido inesperadamente y que nadie podía haber imaginado”. “Tampoco hace falta ser pesados” bromea la soprano, quien no descarta una vez recuperada “volver a cantar en mi balcón algún día”.
