/Marta López/
Los vecinos de la calle Hermanos Grimm se han propuesto llenar de ánimos y positivismo la cuarentena. Y es que, desde que se decretase el Estado de Alarma el paso 14 de marzo estos vecinos han demostrado que tienen numerosas iniciativas para alegrar el confinamiento a su comunidad.
Al inicio de la cuarentena demostraban que no había mejor estancia de sus casas que el balcón para bailar, y de este modo llenaban de alegría y música la calle en la que se encuentra su edificio. Una auténtica fiesta repleta de ritmo, a la que cabe sumar la divertida estampa que regala a diario Emilio, uno de sus pequeños vecinos quien a sus 4 años se ha convertido en un “mini Induráin» durante el confinamiento. Y es que, tomando como ejemplo a su padre, este pequeño albaceteño tiene claro que lo suyo es el ciclismo, un deporte que no puede parar de practicar ni siquiera confinado en casa.
Este martes, 14 de abril, se volvía a retomar la actividad laboral, que había quedado paralizada hace un par de semanas por el Gobierno nacional. Así, aparecía en el ascensor de esta animada comunidad de vecinos un cartel anónimo que mandaba fuerza a todos los que se ponían en marcha este martes para ir a trabajar. Un cartel que decía lo siguiente: “A todos los vecinos que tenéis que trabajar estos días tan difíciles os deseamos feliz día. Gracias a vosotros estamos más cerca de salir adelante. Ánimo y fuerza porque todo va a salir bien”.
Una bonita iniciativa que dejaba asombrados y sin palabras a los vecinos que se han subido al ascensor.
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