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La presión desmedida a la que la entidad sometió presuntamente a un director de oficina fue la causante de su suicidio, afirma su viuda para Diario 16 y así lo intenta demostrar ante la justicia.
La misma publicación indica que la entidad financiera marca unos objetivos a sus trabajadores “prácticamente inalcanzables y dicha situación deriva en una presión para los mismos muy difícil de gestionar y poder aguantar”. Dicha presunta presión, según la viuda, pudo ser el detonante de la muerte del director de una sucursal de Sevilla, que se quitó la vida de manera voluntaria y cuya viuda quiere demostrar en los Tribunales que su marido fue una víctima de Banco Santander.
“Mi marido estuvo empezó en Jaén, de ahí a un pueblo de Córdoba, en Marchena, en Córdoba, donde estuvo en dos sucursales, de ahí a Lepe, Huelva y terminó en Dos Hermanas. Todo eso conlleva una carga. Nosotros decidimos que nuestras hijas tenían que tener una estabilidad. Él se iba y venía. Mi marido era uno de los mejores directores de Andalucía. A él lo llevaban a siempre a salvar sucursales. Su trabajo era ‘el marrón’. Había un marrón en Lepe, ahí que mandaban a mi marido”, afirma la viuda para Diario 16, quien data en el momento de la compra del Banco Popular por el Santander cuando empezó el calvario para el que fue el amor de su vida.
Según la viuda, a partir de ahí la presión aumentó mucho más y en las multireuniones por videoconferencia de cada mañana, según afirma en Diario 16, “si tu oficina no iba bien te ridiculizaban delante de todos y les decían que los estaban midiendo, que o lo solucionaban por lo civil o por…”, indica su viuda en Diario 16 sin poder terminar la frase debido a la emoción y tristeza contenida.
“Eran actitudes muy tóxicas y comenzaron a poner en riesgo su salud, era un machaque diario”, asegura su viuda en Diario 16 al mismo tiempo que recuerda como en 2018 su marido le dijo a la doctora en una revisión médica que no dormía bien, que la presión en el trabajo le está pasando factura y que se siente como bipolar porque ocultaba a su familia todo lo que le pasaba para no preocupar a su mujer y sus hijas.
El pasado 22 de febrero, según su viuda, fue el principio del fin y la llama que prendió la mecha definitiva fue un correo electrónico que llegó a la bandeja de entrada a últimas horas de la tarde. En él, un escueto mensaje: “Vas el último, ¿qué piensas hacer?”, asegura su viuda en Diario 16 al mismo tiempo que añade que “ese mismo día me dijo que el martes tenía una reunión en Madrid. Ya no pudo más. La reunión no existía. Se marchó por la tarde y no volvió más”.
Ahora la justicia decidirá el final de este caso, pero según la viuda del que fuera director de sucursal de Banco Santander, “yo lo que quiero demostrar es que el Banco mató a mi marido. Eso es lo que yo quiero poder decirles a mis hijas, a mi suegra, a mis cuñados y a mí misma”.
Con la crisis sanitaria desatada por el coronavirus el proceso judicial de este caso se ha aplazado y se retomará en un futuro cuando las autoridades sanitarias y gubernamentales decreten el final del Estado de Alarma y todo vaya volviendo a la normalidad poco a poco.
