LA REVOLERA | Son nuestros muertos, no de ningún partido político

Sinceramente, creo que el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, no puede estar tranquilo, no puede dormir tranquilo como ya dijo él en una ocasión, teniendo a Pablo Iglesias, señora e incluso a la ministra de trabajo en el Gobierno. Ya sé, obviamente, que el presidente del Gobierno como todos los ciudadanos tenemos como primera preocupación y dolor, ver un día y otro también como mueren miles y miles y de ciudadanos. A mí no me estorban los partidos políticos por minoritarios y poco relevantes que estos sean, pero joder, que vivan la realidad y no estén en las antípodas de un país moderno que necesita salir de esto, como necesitan salir todos los habitantes del mundo. Aquí estamos amenazados todos, un tercio de la población mundial está confinada, el virus no pide permiso, llega, se queda y pasa por encima de quien se le ponga por delante, sin pedir el DNI ni el carnet político.

Los que más trabajan son los que mas callados están: sanitarios, fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, trabajadores de supermercados, camioneros, ejército, etc., etc. Los demás andamos aquí lanzando planes como si supiésemos como solucionar esta puñetera pandemia. No es eso, confío en los técnicos sanitarios, confío en mis autoridades que tomarán decisiones sensatas, confío en los que saben, pero aquí hay mucho tocapelotas dando por saco. En algunos de estos quiero fijarme porque cuando escriben o abren la boca es para molestar y poner piedras en el camino.

Son decisiones polémicas y complicadas, no pueden gustar a todo el mundo. A quién le hacemos caso, a Torra, a Urkullu o a Mañueco que son algunos de los que están saliendo con sus posiciones y peroratas. Cuando hay que tomar una decisión, no se hace un referéndum o estamos una semana consultando. Son decisiones rápidas, de un día para otro y diré que la comunicación de esta situación por parte del gobierno es muy mejorable, por no decir absolutamente mejorable.

Algunos trasladan mensajes, incluido algún ministro o ministra, como se dice ahora, con argumentos exageradamente ramplones.

Claro que, si nos fijamos en el periodismo corriente, en el de andar por casa, en el que contemplamos en televisiones, radios y periódicos, también andan con la preocupación lógica porque a sus empresas por desgracia se les viene una crisis encima y además duradera.

Lo he dicho alguna vez, existe ahora mismo, en algunos casos, no se puede generalizar, como una carrera para hacer méritos y contentar a unos o a otros.

Escuchaba hace unas horas a un periodista que decía: “los que llevan la economía en el gobierno son profesores asociados de economía que no han logrado una oposición”, inmediatamente otro le replicó: “si te parece sacamos de la cárcel a Rodrigo Rato y que dirija él la economía”. Hay tensión y la entiendo, la situación se va a complicar por momentos y las empresas periodísticas no son ajenas a lo que va a ocasionar esta maldita pandemia.

Se ha generado una gran polémica a raíz de una entrevista en Tele 5 de Pedro Piqueras al director gerente del Hospital General de Albacete, Ibrahim Hernández. He sacado varias conclusiones. El gran poder de la televisión, me gustaría que la radio no pierda esa preponderancia que siempre ha tenido; en este caso fue la televisión la que levantó la polvareda con cacerolada y petición de dimisión del gerente.

Tengo la mejor opinión del gerente hospitalario, no lo conozco en exceso, pero por lo que sé y me llega es una buena persona y trabajador. Los dos últimos gerentes que ha tenido el centro hospitalario, uno nombrado por el PP y otro del PSOE, Antonio Naharro e Ibrahim Hernández han sido de lo mejorcito que ha pasado por el hospital en los últimos años. Si hubiese que hacer un grupo de gente buena entrarían los dos, por estar cortados con el mismo patrón o parecido.

Naharro le echó cojones a la cosa y no hizo en alguna ocasión caso a las órdenes del inefable consejero de sanidad, Echániz. Acertó. A lo mejor no soy muy objetivo con Antonio porque encima es mi médico de cabecera, pero los profesionales de la sanidad y los políticos que lo conocen saben que es así. Ibrahim es de esa cuerda de gente noble que busca el acuerdo y que sabe que con educación y buenos modales las cosas funcionan mejor. Si lo que dijo aquella noche no se ajustaba a la realidad, sería por los nervios que se estaban viviendo en urgencias del Hospital y trasladó optimismo o si quieren le faltó matizar o perfilar el mensaje mejor. Nadie niega que se hayan vivido momentos de muchísima tensión. Estamos inmersos una situación sin precedentes y lo que tienen que hacer los que sabían lo que iba a pasar y tienen las soluciones es llamar al consejero de sanidad y trasladarle lo que se debe hacer y que el “listillo” de turno ocupe ese puesto.

Aquí todo el mundo anda desbordado, esa es la realidad. Nadie podía tener millones de mascarillas o de guantes en un trastero, por si acaso. De hecho, algún material ha aparecido con moho. Es verdad que quien gobierna se lleva la peor parte de las críticas, es humano. No se las van a echar a los directores de los bancos.

Diré también que leí la carta del cirujano, Pascual González Masegosa y es clara y contundente, como es Pascual, que no se arruga nunca. Es una opinión personal y no seré yo quien juzgue a una persona con una hoja de servicios tan brillante al frente de la cirugía, la taurina también.

No me gustó que no fuese atendido en su momento, cuando era jefe de servicio en el Hospital, pese a pedir reiteradas reuniones y tan solo la respuesta y fugaz fuese en la cafetería.

De hecho, ya les digo yo, que no habrán escuchado a nadie del PP de Castilla-La Mancha, digo jefes, pidiendo la dimisión con cacerolada contra Ibrahim. Si me equivoco están a tiempo de corregirme y todo porque saben cómo es. ¿Se ha podido equivocar? Pues a lo mejor, pero de eso nadie está libre.

De otros partidos, como Ciudadanos, no digo nada porque ni están ni se les espera. Solo he escuchado que quieren más UME, más militares. No sé si los naranjas creen que los militares llevan en los camiones tiendas de campaña, las ponen en cualquier lugar y ya puede contabilizarse un hospital más. A lo mejor creen que un catre, una manta ya sirve para atender a alguien que no puede respirar. Ni idea de lo que va la cosa o que están en manos de asesores faltones. Todo puede ser.

He sentido pena, de verdad, por la persona, porque pese a las críticas que puedan hacerse a un partido he visto una rueda de prensa o comparecencia en redes de esta formación y tras lanzar un menaje mas o menos acertado, extemporáneo si era, pedía 40 millones de euros a Page para los autónomos. Lo que si tiene el presidente de la Junta es una mayoría absoluta que le permite tener las manos libres para decidir y consensuar y no como Pedro Sánchez que tiene que mirar a Iglesias en sus decisiones. Por ahora, máquina de hacer billetes solo tiene Europa y ese es otros cantar.

En esa comparecencia digital, tras el mensaje se ha producido el silencio y no ha habido ni una sola pregunta, ni una, se escuchaba el silencio, un largo silencio, como les gustó decir un día a los naranjas en el Congreso de los Diputados. Me estoy desgañitando para ver si escucho o leo algo relativo al asunto en algún medio de comunicación y no veo nada. ¿Y esto por qué? Será, digo yo, porque no tienen ningún interés las propuestas que hacen. Por falta de periodistas no será porque están todos a pie de obra. Me consta que los medios públicos son más generosos, pero del resto cero patatero. Es para que analizasen los porqués.

En Madrid, donde por cierto Castilla-La Mancha y la capital de España han estrechado lazos, vamos que se han echado una mano, ahora en los momentos difíciles, lo escuché en Tele 5 cuando Pedro Piqueras le preguntó a la presidenta Ayuso y lo ratificó. Podríamos decir que sin colores políticos Page y Ayuso, pese a ser de distintos partidos no se han dado la espalda. Somos vecinos.

Un político nuevo que tenía el carisma justo y qué narices será eso del carisma, se ha revelado como un político emergente para no perderlo de vista. Se trata del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Con criterio, sensatez, disposición, trabajo ha “anulado” a sus socios, Villacís de Cs está desaparecida, fuera de juego. Esto lo ve cualquiera. Es como cuando un torero nuevo torea en Las Ventas y se somete a esa presión, puede suceder que te manden a tu casa por donde has llegado o que te ratifiques como una figura, lo que ahora se llama toreros emergentes. El alcalde Almeida está en ese grupo de políticos ya consagrados, buenos políticos, contrastados, pero que aceptan al nuevo que llega y se pone en la parrilla de salida.

Lo que antes, yo denominaba categoría y eso se tiene o no se tiene.

Decía el otro día el filósofo Lledó que debemos “estar alerta para que nadie se aproveche de lo vírico para seguir manteniéndonos en la oscuridad y extender más la indecencia. Sobrecoge ver el poder que tienen sobre nosotros ciertas personas disparatadas, pues un imbécil con poder es algo terrible”.

Vuelvo a Pablo Iglesias y sus secuaces porque no paran de decir gilipolleces y algunas veces implícitamente amenazando. Ahora Colau da las gracias a los militares, la UME, cuando no hace mucho tiempo les hizo pasar un sofocón a aquellos militares a los que les dijo que nos quería verlos en Barcelona. Eso me pasa a mí, veo a Colau y se me revuelven las tripas. Quiero pensar que lo escrito en redes por Iglesias es una fake news (bulo) pero no, seguro que es verdad, vamos que lo piensa y no sé si lo desea: “toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general (artículo 128 de la Constitución)”. Está claro lo que quiere decir el milloneti. Puede empezar por él. Casoplón tiene él y será una de las pocas casas en la que este mes de marzo ya habrá entrado una cantidad ingente de dinero correspondiente a sus salarios (aquí entra también la esposa). Será y es legal y yo posiblemente un demagogo, pero señor vicepresidente me siento mucho más cerca de una afectado por un ERTE este mes o un parado que de usted. Le faltarán manos para contar miles de euros y esos a los que usted dice defender les faltará para comer. Esto, lo que pasa, es que muy pocos lo cuentan.

No duerman tranquilos, los que predican una cosa, pero hacen otra, porque hay cada vez más un levantamiento más acentuado que está pidiendo un ERTE para políticos. Esa misma inquietud no se va a callar cuando comprueben que tienen que seguir pagando impuestos para que usted cobre bien y vaya en coche oficial con escolta.  No voy a caer en esa demagogia porque los políticos a los que les otorgamos la confianza deben tener categoría, deben ser gente preparadísima, los mejores y por supuesto si los queremos así, deben estar pagados de una forma normal. No se trata de comparar, sería un planteamiento falaz.

Los mejores están: unos gobiernan, han gobernado o están en la oposición.

Esta crisis sanitaria va a servir, ya lo verán, para hacer criba política. Cuando no sucede nada relevante, la economía va bien, el país marcha con normalidad, cualquiera puede servir o se notan menos sus carencias, pero cuando surge la adversidad y se mete uno en una crisis de esta dimensión es cuando a algunos le llega el agua al cuello y a otros por los talones.

Iré terminando por quería haber empezado.  Lo anterior me lleva al final, a la conclusión que de llevarse a cabo tendría un efecto inmediato.

Hace falta un gobierno de salvación, de guerra o de rescate, como quieran. Pedro Sánchez y Pablo Casado, al menos, deben caminar juntos, con el mismo objetivo. Hace falta unión de verdad, no retórica, es necesario aparcar los reproches. La unidad de los partidos mayoritarios es necesidad vital. En las autonomías también se pueden aplicar el cuento. Es preciso bajar esa maldita curva, pero después vendrá la crisis económica que atacará ferozmente los cimientos de nuestras empresas, entonces hay que seguir juntos, para ir a Bruselas y defender los eurobonos o los llamados -no me gusta el término- coronabonos. Es preciso, como se dice ahora, mutualizar la deuda.

Todo el mundo puede participar, todos los partidos, pero esto es cosa de los dos líderes que más respaldo tienen. Los demás que se peguen a la rueda de la sensatez y la coherencia.

Cuando pase todo, convoquen comisiones de seguimiento, de investigación, en algo habrá que tener ocupados a los Echeniques, las Arrimadas, Errejones y demás ralea.

Aquí se tiene que salvar todo el mundo: los trabajadores, empresarios y los políticos. De lo contrario caerá todo el mundo y si los ERTEs afectarán a miles de personas, los políticos no pueden quedarse bajo el manto divino.

¿Se han cometido errores? Sí. Los fallecidos de Madrid no son los muertos de Ayuso, ni los de España como dijo el desaprensivo de Echániz son del PSOE.

Esto va en serio. Es la hora de la política con mayúsculas.

Me remontaré a la cancelación del Mobile Word Congreso, un evento que preveía llevar a Barcelona a 100.000 personas. La decisión no sentó bien a las instituciones y hoy se reconoce que fue acertada. Recordarán que a finales de febrero estábamos metidos en la bronca política de la designación de Iturgaiz, Arrimadas e Igea, Ábalos y Delcy. Veíamos lo que estaba pasando entonces en Italia como algo ajeno. El 3 de marzo se conoció que el primer fallecimiento se había producido en Valencia el 13 de febrero. El 4 de marzo en Italia 107 muertos y 3.000 contagiados. El mismo día 7, Fernando Simón, dijo: “Si mi hijo me pregunta si puede ir a la manifestación del 8M le diré que haga lo que quiera”.

Recuerdo que el día 7 de marzo (sábado) saludé en Olivenza al presidente de Extremadura, Fernández Vara y a otros diputados del PP como el extremeño Alberto Casero, ni llevábamos mascarilla, ni nos lavábamos las manos 20 veces al día, ni guardamos la distancia de los dos metros. Tres corridas de toros en 2 días a plaza llena, la manifestación del 8M, el acto de Vox. Si alguien sabia lo que iba a ocurrir podía haber avisado. Ahora hay mucho iluminado o vidente que sabia lo que iba a pasar.

Insisto, podrían haber avisado. Esto ha pillado fuera de juego a todo el mundo.

Ni podía haber 1000 plazas de UCI en Castilla-La Mancha, ni un millón de mascarillas, ni dos millones de EPIs. Es una putada que la “guerra” haya llegado de esta forma.

Como tampoco se puede abrir un hospital en unos días. Puedo entender, no compartir que hay que decir algo para no quedarse atrás, pero es la hora de la acción. Cuando esto acabe, no recuperaremos la normalidad como muy bien escribió el otro día el doctor Angel Losa, porque miles de personas se quedarán en el camino. Cuando esto acabe, a lo mejor vuelven las broncas por la designación de Iturgaiz o Igea y Arrimadas seguirán discutiendo o quizás Ábalos vuelva al Aeropuerto Adolfo Suárez, con alguna misión de Estado. Todo esto, ahora nos parece tan nimio que nos sirve para comparar con lo que tenemos encima y la que se nos viene de inmediato si no estamos a la altura. Somos tan poca cosa que habrá que rectificar muchas cosas y como el otro día escribía un columnista, cuando saquemos al ejército a desfilar y exhibir nuestra fuerza, ahí tendrán que ir también sanitarios, camioneros, bomberos, personal de limpieza y trabajadores de supermercados, aunque sea a los acordes de “Soldadito Español”.

De lo contrario, habrá mierda para todos.

Ángel Calamardo

Twitter:  @AFCalamardo

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