LA REVOLERA | Mejor la recuperación en forma de V

Vamos avanzando en este periodo de confinamiento que nos ha sido ordenado porque es la única solución para intentar doblegar la curva ascendente y que entremos en una línea descendente que nos lleve al punto cero y quién sabe si eso supondrá la liberación de lo que tenemos que hacer no solo porque esta establecido en el Real Decreto 463/2020 de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19.

El permanecer en nuestros domicilios, es el mejor ejercicio de responsabilidad y solidaridad con todos los demás. No sucede lo mismo con los que están prestando un gran servicio a la ciudadanía, en primera línea, en contacto con los que peor lo están pasando y asumiendo riesgos evidentes. Ese aplauso diario es lo mínimo que podemos hacer. Además del personal sanitario, como ya hice en la última Revolera, la semana pasada, quiero acordarme hoy de la Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Local, Ejército, el comercio en general, sean pequeñas o grandes superficies, los transportistas, el camionero que a veces no tiene ni donde descansar, ni donde tomar algo para seguir el camino. Quiero poner el acento en el personal del servicio de limpieza, el “batallón” de Valoriza a las órdenes de Carlos Rubio, no paran, desinfectando, limpiando, un ir y venir para que la ciudad esté como un jaspe.

Sigo en las redes a Mayordomo y a un tipo que no pierde la sonrisa y el buen gusto en el trato como es Antonio Alfaro, que con su Albacete Balompié, sus manjares en Los Anguijes y su tarea encomendada en Valoriza irradia felicidad. En ellos simbolizo el trabajo diario en la limpieza de nuestras calles de varios centenares de personas que hacen algo fundamental y en lo que el resto no siempre colaboramos como es debido.

Como dice el teniente general Villarroya en las ruedas de prensa de La Moncloa: “el espíritu de servicio no es exclusivo de los militares, demostremos que somos soldados cada cual en el puesto que le corresponda”.

Es verdad que aquí lo importante es salvar vidas humanas, lo prioritario, no hay duda, pero tampoco vamos a disimular la crítica, ni permanecer impasibles como si todo nos pareciese bien. Esto no es así. Todos vemos acciones, declaraciones, movimientos que generan nuestra critica y hasta maldecimos porque la tensión está en todo lo alto.

En esta situación sobrevenida, grave, ha pillado a todo el mundo fuera de juego. Cada cual daría su impronta a la situación, pero este es el momento y le corresponde a quien le corresponde llevar la iniciativa. Aplausos, pitos o caceroladas, cada cual que haga lo que quiera.

Habrá debate, comisiones de seguimiento o de investigación, la autoridad judicial tomará iniciativas como ya está sucediendo y las negligencias no quedarán impunes, salvo que queramos apagar la luz y no es el caso.

La crisis sanitaria lleva consigo una gran crisis económica, entraremos en recesión como ya afirman sin temor a equivocarse las autoridades europeas.

Esos miles de millones de euros que ya están dispuestos deben servir para algo. No hay tiempo para pensar el cómo y el cuándo. Las medidas no pueden ser graduales, son urgentes, muchos están ya a punto de tener que pagar nóminas. Los ERTEs, esperemos que ahí quede todo y que pasado ese tiempo de regulación temporal del empleo recuperemos la normalidad en los empleos. No puede quedarse nadie en la cuneta.

Sigo la actualidad y me gusta lo que dicen muchos economistas, pero citaré al profesor Bernardos que lo explica con meridiana claridad. Apunta el profesor que “el método sería una donación a cada estado por un importe equivalente al 15% de su PIB. En el caso de España supondría un ingreso extra para la Administración de 186.713 millones de euros. Una cuantía más elevada que la suma gastada en educación y sanidad pública en 2019 (alrededor de 125.000 millones de euros)”.

El capital donado por el BCE serviría para que ningún asalariado ni autónomo perdiera ni un solo euro de ingresos por la pérdida temporal de empleo o debido a la reducción de la demanda de sus productos o servicios.

Esa recuperación en forma de V y no de U es lo que necesitamos. El consenso entre los países es fundamental.

No creo que deba ser fácil, pero ante situaciones excepcionales soluciones excepcionales. Esto lo estamos escuchando constantemente los últimos días.

Es un parón y para coger el ritmo hay que apostar por la gente y por las empresas. Se nos llena la boca de Europa, ahora es el momento de Europa y no de las dudas de Europa. Estos señores de las instituciones europeas pueden ser de todo menos timoratos. Aquí y ahora no podemos parecer disímiles.

Las empresas periodísticas también han empezado a mover ficha ante la que se les viene encima. Como cualquier empresa es legitimo que levanten la mano y pidan ayuda porque la situación va a ser delicada. Además de no poder bajar la persiana y seguir con esa vocación de servicio público, dicen que la publicidad ha caído de una forma brutal, hablan de caídas del 80%.

Vaya por delante mi solidaridad con todos ellos, tanto empresas como trabajadores porque son momentos delicados. Estoy seguro que no se van a quedar a la intemperie.

No  puede quedarse nadie atrás, esto no es cuestión de corporativismo falaz, aprovechando la oportunidad de que habrá “leña”, tendrán que hacer planes de optimización, revisiones salariales porque la máquina de hacer billetes no está disponible. Hay empresas de cualquier sector que son solventes u otras que no lo son, otras con futuro y otras en penumbra, igual ocurre con las periodísticas.

Tendrán que revisarse, creo yo, otros aspectos para poder recibir esa ayuda para pasar este trago temporal de paralización. La desaceleración debe ser de unos meses, el segundo semestre debe ser el de la recuperación, de lo contrario estaremos perdidos.

De momento ya han empezado a sacar los “líos” de redacción a la calle, está muy bien que todo se sepa, pero acabo de leer como ponen a parir a Marhuenda de La Razón  porque al parecer ha censurado un articulo de un columnista para las próximas horas. Leo textualmente en la información: “los ingresos caen, la publicidad está por los suelos y los directivos y sus estrellas mediáticas están poco dispuestos a renunciar a sus estupendos bonus y sus millonarios sueldos”. Para que vean como está el patio y lo que queda. Esto no ha hecho nada mas que empezar. Les iré contando más, próximamente, porque mi pluma, en estos momentos, no espera un estupendo bonus ni un sueldo millonario.

Me quedo, por ahora, con la disposición y el buen trabajo que en general están realizando los medios de comunicación, como siempre ocurre, unos mejor que otros, esa es la verdad. Cada cual es su casa hace lo que le da la gana o lo que piensa que es mejor para sus intereses.

Resultan insoportables las sandeces de Echenique, un día ataca a los tertulianos de la SER, otro al PP, otro le hace la pelota a Sánchez y ya en alguna ocasión vía tuiter he tenido que dirigirme a él para decirle que está muy ocioso, que seguramente se aburre y que este mismo mes muchos padecerán una ERTE o el paro y él es incapaz de publicar hasta el último céntimo lo que cobrará este mes y la cifra anual con todos los aditamentos que tiene el señor diputado. Se pone muy impertinente y es verdad que cobrará igual que otros, pero él más porque manda más y es bueno saber lo que se embolsará -legal, por supuesto- comparado con los 800 € o los 1000 € de muchos trabajadores. ¡Ya está bien!

Yo no tengo que defender a Àngels Barceló porque se defiende sola, si quiere, pero Echenique escribió en Twitter: “Pues yo creo que Àngels Barceló es buena periodista. Así que supongo que el aquelarre de la tertulianos cuñada contra el vicepresidente de esta mañana fueron ordenes de arriba…” Así, sin enmendarse.

Traigo estos ejemplos porque ahora lo que faltaba es la “guerra” entre políticos, periodistas y empresas periodísticas combinado todo ello con el mejunje de las ayudas a las empresas. Ojala y todo se apacigüe, por bien de esta hermosa profesión de contar cosas.

No creo que el Real Decreto 463/2020 establezca excepciones para moverse por la calle. Hace unos días, el alcalde de Albacete y el subdelgado del gobierno acudieron en la Avenida de España supongo que a saludar a los militares de la Brigada Paracaidista de Murcia. A lo que fuese. No entendí esa presencia callejera o ese garbeo sin mucho sentido. Deben taparse y hacer uso de los métodos modernos del teletrabajo para hacer lo que tengan que hacer. Primero porque el Real Decreto no hace excepciones y si le estamos pidiendo a la gente que se quede en casa, ellos creo que deben dar ejemplo. Lo vi así y recibí un buen número de mensajes que no podría reproducir. La gente no es tonta, lo ve todo y piensa como cada cual que las normas están para cumplirlas, todos por igual. Bastante tienen los que por obligación permanecen en la vía pública.

Se ha generado otra minipolémica con el asunto de los hospitales de campaña en Albacete. El asunto lo zanjó con claridad el consejero de sanidad cuando se le pregunto en rueda de prensa y dijo que ese asunto es competencia de la autoridad sanitaria y también Emilio Sáez, el mal llamado vicealcalde de Albacete y ahora explicaré porqué, quien también dijo que “la autoridad sanitaria no es el Ayuntamiento de Albacete”.

Hoy el vicepresidente Guijarro ha anunciado que se pondrán 200 camas en las Facultad de Medicina y punto. Eso no es un hospital de campaña. Eso no es poner cuatro catres incomodos para gente enferma, es habilitar un lugar para poder llevar hasta allí a los enfermos más leves o menos graves, a un lugar próximo al Hospital General además unido por una pasarela. Creo que algunos deben enredar menos y callar más. La Facultad de Medicina no es un lugar diáfano, hay que conocer el edificio por dentro para saber sus posibilidades.

Existen otras posibilidades estudiadas, analizadas y están sobre la mesa para ir determinando en su caso lo que proceda, pero siempre bajo el mandato de quien tiene la responsabilidad y está en Madrid y en Toledo, en este caso.

Coordinar también es callar y trabajar en silencio.  Estamos en una situación desconocida para todos y seguramente eso hará que sin querer o queriendo se meta la pata. Aquí no hay votos, señores, hay vidas humanas que se están perdiendo, contadas por miles y ante eso discreción y trabajo como hacen muchos. El ruido no hace ningún bien. No es el momento de las ocurrencias.

Se han fijado, como dice el vallisoletano doctor Mateo en Facebook que ahora hay infectados, no infectados e infectadas; hay fallecidos, no fallecidos y fallecidas; hay recuperados, no recuperados y recuperadas. Parece como si eso tan manido del lenguaje inclusivo se hubiese desbaratado de un plumazo.

Les decía que no me gusta y hasta diría que no es correcto en este caso del Ayuntamiento de Albacete, lo de vicealcalde porque como dice el diccionario, vice es un elemento prefijal de origen latino que entra en la formación de nombres con el significado de “cargo que está por debajo de”, “persona que suple al que ostenta un cargo”. Ya me dirán si Emilio Sáez está por debajo de Vicente Casañ o si Sáez suple a Casañ.

Ya ni les hablo de votos de cada uno, etc., etc. Mientras que lo sigan utilizando estarán en el capítulo de lo irrisorio.

Ni está por debajo ni suple, por tanto, utilicemos bien los términos sin inducir a confusión, en este caso al menos. Esa figura no existe que yo sepa en la legislación local.

Mantengamos la tensión contenida en lo más alto, los expertos piensan que la curva tiene que cambiar y con el dolor de las personas que se están quedando en el camino, este País nuestro necesita recuperar la normalidad. Yo, al menos, la deseo para todos, se llamen como se llamen o manden más o menos. El puñetero virus no distingue de categorías.

Ángel Calamardo

Twitter: @AFCalamardo

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