Denuncia que a partir del día que coincidió con él en un parque de Albacete comenzó a vivir un calvario

/L.G./

El Juzgado de lo Penal Uno de Albacete tiene previsto se celebre una sesión este martes, 3 de marzo, en la que un hombre se enfrenta por un presunto delito de acoso a una pena, a petición de la Fiscalía, de 2 años de prisión así como la prohibición de aproximarse durante 5 años a la víctima, que le impida acercarse a ella a una distancia inferior a 500 metros a cualquier lugar donde pudiera encontrarse y la prohibición de comunicación durante 5 años con la misma que le impida establecer con ella ningún tipo de contacto por cualquier medio. 

Además, el mismo acusado se enfrenta por otro presunto delito de amenazas a una pena de 1 año y 3 meses de prisión, así como la prohibición de aproximación durante 5 años a una segunda persona, que le impida acercarse a ella a una distancia inferior a 500 metros, a cualquier lugar donde pudiera encontrarse en cualquier momento; así como la prohibición de comunicación durante 5 años con la misma que le impida establecer con ella ningún tipo de contacto por cualquier medio. 

Acusación 

El escrito de calificación provisional de la Fiscalía señala que, en un parque de la ciudad de Albacete, la denunciante coincidió con el acusado, a quien ya conocía porque “solía acompañar a unos niños hasta donde ella trabajaba”. A partir de ese día, detalla Fiscalía, coincidieron en otras ocasiones y entre ambos “surgió una relación de amistad”, fue entonces cuando el acusado le dio a la denunciante su número de teléfono para que le telefonease, cosa que la denunciante “prefirió no hacerlo nunca”. 

Con el paso de las semanas la denunciante “se encontraba con el acusado más veces” en sitios que ésta solía frecuentar. Además, incide Fiscalía en que el acusado proponía quedar a la denunciante pero a ella “le pareció muy cansino, se mostró más esquiva y enfrió su relación” con él. 

Sin que la denunciante lo supiese, cita Fiscalía, el acusado “consiguió” su número de teléfono y, desde el 1 de febrero hasta el 12 de abril de 2017, “telefoneó con machaconería” a la denunciante y como ésta “no descolgaba” las llamadas, el acusado “le remitió incesantemente mensajes a través de WhatsApp” por lo que la mujer decidió bloquearle. 

A partir de ese momento, desgrana el escrito de la Fiscalía, el acusado la “bombardeó con mensajes al móvil”, entre los que le decía: “eres una falsa y liante”, “estarás contenta, qué sinvergüenza eres”, “quiero que seamos amigos chiqui”, “me ignoras totalmente”, “me has bloqueado, pues vale, ya sabes lo que voy a hacer”, “y me dices que soy un acosador, como me dices eso por favor”. 

Sigue mostrando Fiscalía que el acusado “recordó» que la denunciante le había comentado que se había comprado unas gafas en una óptica, donde acudió “haciéndose pasar por un familiar de la denunciante, consiguiendo que le entregaran un duplicado de la factura y, de esta forma, saber dónde vivían sus padres”, donde el acusado «se presentó para preguntarles dónde vivía» la denunciante. 

Además, el acusado consiguió el teléfono de varias amigas de la denunciante, “a las que también llamaba y les remitía WhatsApp, tanto para inquirir el domicilio de la denunciante como para criticarla”; hasta incluso presentarse en el trabajo de un amigo a quien le dijo: “yo soy el que ha estado con” la denunciante, “dile que se va a enterar todo el mundo de quién es ella”. 

Incluso, continua detallando Fiscalía que, el acusado “creó varios perfiles en Facebook desde donde remitía invitaciones tanto a la denunciante como a sus amigos”. De esta manera, el acusado “alteró la vida cotidiana de la denunciante, consiguió que ésta se sintiera enormemente controlada y provocó que sufriera pérdida de apetito, dificultades para conciliar o mantener el sueño y un gran decaimiento de ánimo”. 

Concluye el escrito de acusación de la Fiscalía que a partir del 18 de abril de 2017, el acusado “también importunó” al amigo antes citado, a quien envió “a través de la red Internet y de WhatsApp, numerosos mensajes en los que le decía: “Te voy a reventar, me cago en tus muertos, no os dejo una costilla sana, te voy a degollar como a una perra, os voy a mandar una cuadrilla, os van a cortar las orejitas, os van a tronchar las patas”. 

El 22 de abril de 2017 el Juzgado de instrucción 2 de Albacete dictó auto por el que se impuso al acusado medida de alejamiento respecto de la denunciante y el amigo, que consistía “(vigente hasta que se dicte sentencia) en la prohibición de aproximarse a una distancia inferior a 300 metros a las referidas personas a sus domicilios, centros de trabajo, lugares de estancia y de frecuentación; así como la prohibición de comunicarse con las referidas personas, directamente o indirectamente y de establecer con ellas, por cualquier medio de comunicación o medio informático o telemático escrito, verbal o visual”.  

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