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Esther Cañadas, quien revolucionara las pasarelas en la década de los 90, ha vuelto a desfilar después de más de 10 años alejada de los focos y lo ha hecho para lucir la nueva colección de Balmain.
Lo que quizá mucha gente desconozca es que Esther Cañadas nació en Albacete en 1977 y vivió en nuestra capital hasta que se mudó su familia a Alicante y de ahí, a los 14 años, puso rumbo a Barcelona para intentar convertirse en modelo. Desde su llegada a la Ciudad Condal fue creciendo profesionalmente a pasos agigantados hasta convertirse en una auténtica musa de la moda durante la década de los 90 después de que en 1995 deslumbrara al mundo en la pasarela de Milán.
Sonados fueron sus romances con Mark Vanderloo o Sete Gibernau, pero si por algo ha destacado Esther Cañadas ha sido por sus logros profesionales. Logros, que están al alcance de muy pocas modelos. Por ejemplo, la de Albacete, con sus ojos grandes, ligeramente más separados de lo que se considera armonioso, y sus labios carnosos, llamaron la atención de la industria y se convirtió en la imagen de Dolce & Gabbana, Gucci, Chanel, Valentino o Yves Saint Laurent, hasta que Donna Karan se hizo con sus servicios en exclusiva a base de talonario. Además, la de Albacete fue la segunda modelo española en la historia que desfiló para Victoria´s Secret.
Ahora, diez años después de su última aparición sobre una pasarela y en los que ha estado centrada en la crianza de su hija Galia, Esther Cañadas ha regresado al punto de mira y lo ha hecho desplegando la elegancia y la belleza que siempre le ha caracterizado y acompañado.
Aunque Cañadas nació en Albacete y vivió en la capital albaceteña hasta los 14 años, la modelo nunca ha hecho gala de ser albaceteña y mucha gente desconoce las raíces manchegas de la que ha hecho las delicias de mucha gente en las mejores pasarelas del mundo.
