/Llanos Esmeralda García/
Este martes se ha informado sobre el inicio de la ejecución de obras de la calle Arquitecto Vandelvira de la ciudad de Albacete, que incluye la renovación de los pavimentos de la acera y la calzada, la instalación de nuevas redes de abastecimiento, el cambio del alumbrado y del arbolado.
Por la incidencia que estas obras tienen en cuanto al arbolado de la zona, una de las primeras medidas que se va a llevar a cabo es “el corte de parte del arbolado de la zona”, ha señalado el concejal de Sostenibilidad y Cambio Climático, Julián Ramón. Esto ha dicho se justifica por diversos motivos, “es un proyecto del año 2018 y en el que ya se recogían las medidas que se iban a adoptar y el por qué. En cuanto al arbolado se dan varias circunstancias: en primer lugar, se va a ampliar la acera, se va a reducir la calzada y se va a implantar un carril bici, esto motiva de por sí que muchos de los árboles y de los alcorques que nos encontramos no coinciden con estas circunstancias ni con el propio saneamiento de instalaciones de la zona y por lo tanto habrían árboles que ya por esto tendríamos que retirar”.
En segundo lugar, ha dicho Julián Ramón, el arbolado de esta zona “presenta serias deficiencias a nivel de salud, incluso las podas que se le realizan no dejan de ser amputaciones y heridas que se le provocan al árbol, en gran medida el arbolado de esta zona como el de la zona centro de Albacete no se respetaban las distancias que ahora planteamos de 3 metros al vuelo de los edificios y eso supone que veamos en muchas de nuestras calles cómo los árboles, los más grandes se inclinan hacia el centro y se les van quitando siempre las mismas ramas de tal forma que se deforman y terminan padeciendo enfermedades”.
Este cúmulo de circunstancias, ha subrayado Julián Ramón va a llevar a que “se retire un gran número de arbolado de esta zona, cerca de 40 árboles los que se van a retirar en una primera fase, y en la segunda ronda también los 40”, pero incide el concejal en que “defendemos que árbol que se retira, árbol que se repone; por lo que en este caso además en esta primera fase desde Simón Abril hasta Blasco de Garay si se retiran sobre 40 árboles se pueden poner nuevos hasta 70; y en la segunda fase sucede lo mismo pero en este caso se recogían en el proyecto hasta 105 árboles en total”, y es que asegura que se va a llevar un control por parte de Medio Ambiente.
En concreto, en el tramo que va desde el Paseo Simón Abril hasta Blasco de Garay, hay 47 árboles, de los que cuatro serán trasplantados porque se encuentran en buen estado. El resto serán sustituidos. En este tramo de calle está previsto construir 73 nuevos alcorques donde se plantarán nuevos árboles, si bien el número definitivo puede oscilar, según el proyecto definitivo de la obra.
En la segunda fase de las obras, desde Blasco de Garay a la plaza Pablo Picasso, se retirarán 44 árboles, de los que 14 árboles serán trasplantados y otros dos serán conservados. En este tramo de 550 metros se plantarán hasta un centenar de nuevos ejemplares. En la plaza Pablo Picasso se propone la creación de zonas ajardinadas con arbolado con arbolado, césped natural y flores.
Los árboles que se plantarán serán almeces (Celtis australis) y el conocido como Árbol de amor (Cercis sioliquastrum). La elección de una especie u otra depende de la amplitud de la acera, además es muy importante, porque si se planta un árbol que después tiene un desarrollo inadecuado termina creciendo un ejemplar débil o enfermo, mal anclado al terreno con riesgos de caídas ante fuertes vientos o que tienen que ser podados drásticamente.
Los árboles que se retirarán son aliantos (Ailanthus) que están muy envejecidos y presentan un mal estado sanitario por pudriciones y oquedades en troncos y ramas. Su mal estado obliga a practicarles podas muy severas para evitar el riesgo de fractura ante fuertes vientos, incluso algunos de ellos tienen fisuras que aumentan este riesgo y comprometen su estabilidad. Además, el alianto es considerada como una especie invasora, inapropiada para su plantación en las calles. También hay sóforas (Sophora japónica) que están también en un estado sanitario deficitario, por pudriciones y oquedades que aconsejan su retirada por seguridad. El resto de árboles a apear son ciruelos de hoja roja (Prunnus cerasifera), cuyo trasplante sería inviable, y aligustres (Ligustrum japonicum).
La política que se va a desarrollar en este sentido, ha concluido el concejal, es “mantener el arbolado de nuestra ciudad en las condiciones en las que debe de estar, y en situaciones como estas la opción es replantar árboles en el mismo número pero que sean de especies que ofrezcan mejores condiciones de vida”.
Y es que en muchas partes de nuestra ciudad, ha remarcado Julián Ramón, “tenemos un arbolado muy envejecido y con grandes problemas de salud por malas podas, por mala ubicación o porque las aceras se encuentran levantadas por las raíces del árbol que se puso en su momento que no era el adecuado… Lo que tenemos que hacer es trabajar en mejorar esa situación y remodelar los barrios con esa sensibilidad a futuro”.
Obras
En concreto, la primera fase de las obras abarca desde el Paseo de Simón Abril hasta la calle Blasco de Garay, un tramo de 330 metros, tiene un plazo de ejecución de 4 meses y un presupuesto de 808.622 euros; mientras que la segunda fase que comprende desde Blasco de Garay a la plaza Pablo Picasso, un total de 550 metros, estará terminada en 8 meses, con una inversión de 1.856.335 euros. La primera fase estará terminada a finales de junio, mientras que la segunda tiene hasta diciembre de plazo de ejecución.
El proyecto contempla una redistribución de los espacios destinados al peatón, al tráfico rodado y a la bicicleta, ya que la remodelación prevé la creación de un carril bici de doble sentido de circulación separado de la calzada y el aumento de la anchura de las aceras para mejorar la accesibilidad peatonal. Se prevé además la remodelación integral de la plaza Pablo Picasso.
Está previsto separar el tráfico ciclista del motorizado, con una acera bici separada de la calzada, y ampliar también la anchura de ambas aceras en el entorno de los cruces para mejorar su seguridad y accesibilidad peatonal. El proyecto prevé colocar un adoquín que facilita su limpieza y es más ecológico y una capa de rodadura en la calzada que reduce el ruido de los coches.
