/Marta López/
La Liga Globalcaja Benjamín de Fútbol 8 es “una manera muy bonita de poder iniciar a los chicos en la competición deportiva”, explica a El Digital de Albacete el presidente de la Escuela de Fútbol del Atlético Ibañés, Deogracias Pérez. Este es el tercer año que cuentan con un equipo en la Liga Globalcaja Benjamín y esperan “seguir estando en años posteriores” por todo lo que significa esta competición deportiva.
“La idea era crear dos equipos como en años anteriores, pero no teníamos suficientes jugadores”, indica Pérez, por lo que esta temporada el Atlético Ibañés cuenta con un equipo que semana tras semana despliega su fútbol en esta competición provincial. Al final “tenemos 22 jugadores”, un equipo numeroso, motivo por el que “no todos los chavales pueden jugar todos los fines de semana”, subraya.
Lo que embellece el deporte en estas edades es que a los jugadores “se les enseñan otros valores, y que no todo es competir”. De este modo, aprenden “a ser solidarios, a hacer amigos y a compartir el deporte que a ellos les gusta”. Así, desde el Atlético Ibañés explican que “siempre les decimos a los niños que no es solo el fútbol lo que tienen que tener encuentra, sino que tienen que tener como prioridad los estudios”, haciéndoles ver lo importante que es conseguir resultados académicos positivos.
Además, comenta Deogracias Pérez que esta temporada “el equipo que juega en la Liga Globalcaja Benjamín no tiene ninguna chica, pero si que hemos tenido en otros años”, al igual que ocurre en otras categorías superiores donde las chicas pisan con fuerza. De este modo, destaca que en el Atlético Ibañés “no existen colores ni religiones, sino algo que nos une, un mismo deporte que es el fútbol”.
En relación a la presencia y al comportamiento de padres y familiares en las gradas de los terrenos de juego, Deogracias Pérez considera que “tenemos que tener en cuenta que los asistentes a los partidos solo animen y no haya otros malos gestos ni malas palabras del público a los chicos que están jugando”. Así, cree que “quién mejor que el hijo para educar al padre y decirle que solo quieren escuchar ánimos a todo el equipo, fallen o no fallen”, e incluso “no decir nada al equipo contrario y solo dedicarse a disfrutar de verlos jugar al deporte que ellos han elegido”.