Aunque le habían suspendido una pena de cárcel la lió en Almansa y se enfrenta a casi 5 años más de prisión

/Redacción/

El Juzgado de lo Penal número 1 de Albacete tiene previsto juzgar este miércoles, 12 de febrero, a un hombre acusado de un presunto delito de conducción temeraria y de otro de atentado contra agentes de la autoridad, por los que el Ministerio Fiscal le reclama una pena de 4 años y 11 meses de cárcel, 9.720 euros de multa y 1.175 euros en indemnizaciones.

Según recoge el escrito de acusación de la Fiscalía, los hechos ocurrieron sobre la 1.50 horas del 24 de enero de 2018, en Almansa (Albacete).

El acusado conducía un vehículo, que había sido vendido a su hermano, por una céntrica calle de la localidad e iba realizando maniobras irregulares, llegándose a saltar la luz roja del semáforo al acelerar bruscamente.

Por este motivo, le dieron el alto agentes de la Guardia Civil, para notificarle la correspondiente infracción administrativa, para lo que usaron los luminosos del vehículo oficial, pero el acusado desobedeció la señal de alto y aumentó la velocidad nuevamente, volviendo a saltarse otro semáforo.

Manteniendo la velocidad alta, y sin hacer caso a las señales acústicas de los agentes, se inició una persecución por varias calles del municipio, con muchas maniobras peligrosas realizadas por el acusado, que continuó su huida hasta salir de la localidad y acceder a la N-430 en dirección a Alicante.

Por ella condujo durante 20 kilómetros a gran velocidad, realizando frenazos bruscos, maniobras evasivas, volantazos, e incluso apagando las luces para evitar el seguimiento y que su matrícula fuera reconocida.

Finalmente, el acusado, antes de llegar al cruce entre la N-340 y la CM3220, realizó un frenazo brusco, dando un giro de 90 grados y quedando atravesado en mitad de la carretera, poniendo así en peligro la integridad física de los agentes, que no pudieron evitar la colisión de su vehículo oficial con el del acusado.

ARREMETIÓ CONTRA AGENTES

Una vez detenidos ambos vehículos, los agentes bajaron de su coche para detener al acusado, pero éste emprendió de nuevo la marcha de su vehículo, arremetiendo contra uno de los agentes, que tuvo que apartarse precipitadamente para no resultar atropellado, y el acusado logró huir.

Como consecuencia del impacto, uno de los agentes sufrió cervicalgia postraumática, de la que tardó en curar 15 días, y el otro sufrió lesiones consistentes en latigazo cervical, del que tardó en curar 7 días no impeditivos.

El acusado conducía el vehículo a pesar de carecer de permiso de conducción, por no haberlo obtenido nunca, y sin tener el consentimiento de su hermano, propietario del vehículo.

Además, en el momento de los hechos, el acusado disfrutaba del beneficio de la suspensión condicional de la pena de 3 meses y 15 días de prisión impuesta por un Juzgado Penal de Valencia.

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