Empate y gracias

/Nacho López/Foto: Ángel Chacón/

El Albacete Balompié ha empatado a uno ante la Ponferradina en el Carlos Belmonte tras un pésimo partido en el que el conjunto visitante campó a sus anchas y pudo haber conseguido mucho más rédito del que al final acabó llevándose. El Alba estuvo nulo en todo y solo la suerte hizo que el empate llegara en el minuto 93.

Los malos resultados condenaron a Ramis, que fue cesado tras caer el equipo en Oviedo el fin de semana pasado, y en la mañana de este domingo comenzaba la ‘Era Alcaraz’ en el banquillo del Carlos Belmonte de manera oficial.

Con Susaeta, Caro, Barri y Chema fuera de la lista por decisión técnica y con Gorostito lesionado, Lucas Alcaraz compuso un once inicial compuesto por Tomeu Nadal en portería; Alberto Benito en el lateral derecho, Fran García en el izquierdo y Sergio Sánchez y Kecojevic, en el centro de la zaga; el doble pivote fue para Jon Erice y Eddy Silvestre, estando acompañados de Álvaro Jiménez por el flanco diestro y Dani Ojeda por el siniestro para completar la línea de cuatro del centro del campo; arriba, como hombres más adelantados, estuvieron ‘El Torito’ Acuña y Román Zozulia.

Comenzaron el partido en el banquillo: Brazao, como portero suplente, Álvaro Arroyo, Diego Caballo, Karim Azamoum, Pedro Sánchez, Manu Fuster y David Querol.

El nuevo Alba de Alcaraz quiso hacerse con el cetro del dominio del balón desde que este echó a rodar, destacando en el centro del campo un Jon Erice que en los compases iniciales demostró tirar de galones y la organización del juego y de sus compañero recayó sobre sus hombros.

En el minuto 6 el Alba consiguió perforar la meta de la Ponferradina, pero lo cierto es que la jugada estaba anulada de manera correcta por el fuera de juego de 2 jugadores del equipo blanco antes de que Zozulia tocara en última instancia y alojara el esférico en el fondo de las mallas bercianas.

El Alba tenía el control del balón pero de cara a puerta seguía siendo muy débil, cometiendo un error gravísimo en defensa en el minuto 18 al quedarse Fran García enganchado a la hora de tirar el fuera de juego. Kaze, delantero de la Ponferradina, aprovechó el regalo, le ganó la cartera a todo el mundo y fue derribado por Tomeu Nadal dentro del área.

En primera instancia, el colegiado decretó fuera de juego, pero el VAR descubrió las vergüenzas de Fran García a la hora del fuera de juego y el árbitro terminó señalando los once metros. Un experto como Yuri fue el ejecutor y el 0-1 subió al marcador.

El gol cayó como una auténtica losa sobre el Albacete Balompié, que ni con entrenador nuevo demostraba nada de nada y que lo único que destilaba era preocupación por lo que podría ser un final de temporada negro. El balón solo llegaba arriba a base de pelotazos y el centro del campo era totalmente inexistente, incapaz de canalizar nada y con nulo criterio de juego e ideas.

La vergonzosa actitud que estaba demostrando el equipo y el hecho de que Lucas Alcaraz no ha venido a Albacete a casarse con nadie derivó en que el técnico realizó el primer cambio del partido en el minuto 35, cambio que vino realizado por decisión técnica y en el que Manu Fuster sustituyó al desaparecido Álvaro Jiménez. Tras el cambio, Fuster pasó a la delantera con Zozulia y Acuña pasó al extremo derecho.

Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar fue lo que debieron pensar el resto de jugadores del Alba cuando vieron que Alcaraz realizaba el primer cambio tan pronto, porque lo cierto es que el equipo mostró una reacción tras la entrada de Fuster al verde e incluso pudo haber logrado el empate después de un tremendo zapatazo de Eddy Silvestre desde la frontal del área que si no supuso el 1-1 solo fue por la gran intervención bajo palos del portero de la Ponferradina.

Después de 3 minutos de añadido, con el 0-1 se llegó al descanso y los jugadores se retiraron al túnel de vestuarios entre la pitada de los aficionados.

La segunda mitad comenzó sin cambios durante el tiempo de asueto en ambos conjuntos y desgraciadamente para la afición del Albacete Balompié, lo hizo con un equipo que no mostró reacción ninguna y que parecía que eso de ir perdiendo 0-1 no iba con él.

Siete minutos fue lo que tardó Lucas Alcaraz en hacer un nuevo cambio desde que comenzó la segunda mitad, saliendo del terreno de juego Eddy Silvestre para dar entrada a Karim Azamoum.

La Ponfe estaba tremendamente bien plantada sobre el terreno de juego y lo que es más grave, comodísima y sin sentir ni el más mínimo ápice de peligro en su área por parte de un Albacete Balompié que no estaba demostrando absolutamente nada, alargando la terrible espiral de autodestrucción en la que el conjunto blanco entró tras derrotar al Cádiz el pasado 25 de octubre.

Los minutos pasaban y en contra de lo que sería necesario, el 0-2 estaba más cerca que el 1-1 y la lamentable imagen del Albacete Balompié iba alargándose en el tiempo. Flojo, incapaz, sin ideas, ramplón, nervioso y un sin fin de apelativos negativos más eran los que definían llegados al minuto 65 al Albacete Balompié y de no haber sido por Tomeu Nadal, en ese instante habría llegado el 0-2 por parte de Yuri tras una nueva infinita serie de facilidades por parte de la defensa.

El Alba era un boxeador noqueado dando golpes sin sentido ni criterio y la reacción del equipo era nula, deambulando los jugadores por el verde como almas en pena que no sabían que hacer con el balón cuando este caía en sus botas y que no intimidaban lo más mínimo ni a la defensa ni al portero de la Ponferradina.

Lucas Alcaraz agotó los cambios en el minuto 70 retirando del terreno de juego a Fran García y dando entrada a Diego Caballo. Dos minutos después, Manu Fuster gozó de una tímida aproximación a puerta que el portero de la Ponferradina acabó enviado a córner.

El crono seguía corriendo inexorablemente hacia el minuto 90 y la reacción del Alba seguía sin llegar, mostrándose tremendamente plano en su juego y sin aportar ni crear el más mínimo peligro ni sobresalto a la Ponferradina, que se movía como pez en el agua en el débil entramado que mostraba el equipo de Lucas Alcaraz en todas sus líneas.

Aburridos, desanimados y con caras de resignación y tristeza, decenas de aficionados no aguantaron más llegados al minuto 80 y comenzaron a abandonar el Carlos Belmonte, desesperanzados con su equipo y conocedores de que o todo cambia mucho en el seno del Alba o va a ser muy complicado que el año que viene sigan pasando por el estadio de la Avenida de España equipos de segunda división; el barro de la segunda B, está, por desgracia, cada día más cerca y lo único positivo es que todavía quedaba tiempo de reacción.

Y así fue, lo que parecía imposible ocurrió y el equipo reaccionó, en el minuto 90 + 3, pero reaccionó, y en una jugada en la que sacó Tomeu, peinó Acuña y remató Fuster, el Alba hizo el 1-1 después del letargo en defensa de la Ponferradina y la alegría regresó al Carlos Belmonte por unos instantes.