Condenados a penas de cárcel tras el robo en un locutorio de Castilla-La Mancha

/Redacción/

La Audiencia Provincial de Ciudad Real ha condenado a dos años de cárcel a los tres ladrones que participaron en el robo de un locutorio en Ciudad Real.

Según la sentencia hecha pública este martes por la Audiencia Provincial, los tres ladrones, R.F.L.T., C.A.A.V. y A.V.L.A., para los que la Fiscalía pedía inicialmente una pena de ocho años de cárcel, han sido condenados a un año de cárcel por un delito de robo con intimidación y uso de instrumento peligroso, y a otro año por un delito de detención ilegal con la concurrencia de la circunstancia atenuante de responsabilidad penal muy cualificada de dilaciones indebidas.

La sentencia considera probados que los tres planearon el robo del locutorio en Ciudad Real con el fin de apoderarse del dinero recaudado por prestar servicios de Internet por ordenador y de remisión de dinero generalmente por personas de nacionalidad extranjera.

Planificaron el atraco tras verificar las medidas de seguridad de que disponía el local, la persona o personas que lo atendían y cuál podía ser la mejor hora que ofreciera menos riesgo para poder llevar a cabo un atraco a dicho establecimiento.

Así, alrededor de las 22:45 horas del 4 de abril de 2011 se personaron en el locutorio dos de los acusados, que solicitaron una hora de Internet con el fin de esperar la hora de cierre del locutorio, momento en el que estos aprovecharon para encañonar con dos pistolas, aparentemente reales, al trabajador del locutorio al que obligaron a tirarse al suelo, exigiéndoles que les entregara la recaudación.

En esta posición, mientras uno de los acusados se apoderaba del dinero de la caja registradora, el otro le seguía encañonando con el arma.

Una vez consiguieron el dinero que había en la caja, que ascendía a 12.761 euros proveniente de las remesas de dinero que se habían efectuado por varios clientes ese día, le ordenaron que se colocara boca abajo y le ataron las manos con dos bridas de plástico, procediendo también a quitarle su cartera que contenía 350 euros en efectivo, la tarjeta de residencia y varias tarjetas bancarias.

También se apoderaron de su anillo de oro, con una piedra azul sin inscripción, unas gafas de sol y un teléfono móvil, además de un reloj.

Los atracadores también se apoderaron de unas 120 tarjetas telefónica, de unos 5 euros cada una, para llamar al extranjero, abandonando después el local con el botín y dejando al empleado con las manos atadas a la espalda y en el suelo.

Tras la marcha de los acusados, y tras arduos esfuerzos, la víctima consiguió liberarse de una de sus ataduras y avisar a su esposa que inmediatamente avisó a la policía, quien se personó en él lugar y comprobó las circunstancias del atraco e interviniendo las bridas que sirvieron de ligaduras para atarle.

Poco después de los hechos, el acusado colocó su tarjeta telefónica con el número de usuario en terminal sustraído, efectuando llamadas desde él.

El Juzgado de Instrucción número 5 de Ciudad Real dictó auto acordando entrada y registro en el domicilio de uno de ellos donde, tras el pertinente registro, se encontraron tres pistolas de aire comprimido, si bien su apariencia era de auténticas armas de fuego

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