¡Vaya desastre!

/Nacho López/Foto: Ángel Chacón/

Si la semana pasada una intervención magistral de Tomeu Nadal y un gol sobre la bocina de Eddy Silvestre taparon las vergüenzas a un mal partido del Albacete Balompié, este sábado ni la suerte ni el VAR pudieron camuflar otro lamentable partido de los de Luis Miguel Ramis. Pedro Sánchez adelantó a los blancos en el minuto 4 y en los 15 posteriores, el Mirandés le dio la vuelta al partido después de dos regalos, con lazo y todo, de los jugadores del Alba.

El Albacete Balompié regresaba al Carlos Belmonte con la moral por las nubes después de la épica victoria en La Romareda de Zaragoza y lo hacía para medirse a un lobo con piel de cordero como el CD Mirándés.

Para la cita y con el handicap de varias bajas por sanción y lesión, Ramis presentó un once en el que el héroe Tomeu Nadal estuvo en portería; Alberto Benito en el lateral derecho, Fran García en el izquierdo y Álvaro Arroyo y Kecojevic en el centro de la defensa; Eddy Silvestre y Capezzi fueron los elegidos para el doble pivote, estando acompañados de Dani Ojeda en el extremo zurdo y de Susaeta en el diestro; arriba, con la responsabilidad del gol sobre sus hombros desde el arranque, Zozulia y Pedro Sánchez se repartieron responsabilidades.

El partido no pudo comenzar mejor para el Alba ya que cuando aún no se habían cumplido los 5 minutos de juego, una combinación entre Capezzi, Dani Ojeda y Zozulia acabó con la chilena del ucraniano y la parada de Limones, pero Pedro anduvo muy listo al rechace y acabó poniendo el 1-0 a favor del Albacete Balompié en el marcador.

El gol sentó muy bien al Alba y dejó noqueado un tanto al Mirandés, pero en el minuto 14 un error de Tomeu Nadal metió de lleno a los burgaleses en el partido ya que un mal despeje del mallorquín se convirtió en un magnífico pase a Vicente y éste, desde fuera del área, introdujo el balón a portería vacía para poner el 1-1. El fútbol unas veces da y otras quita y si la semana pasada en Zaragoza fue un muro, este domingo solo hicieron falta 14 minutos para que un error derivara en un gol en su portería. Fran García también tuvo parte de culpa en el gol del Mirandés, ya que todo comenzó de un mal pase del castellonense a Tomeu Nadal.

Pero lo peor estaba por venir, ya que 5 minutos después, en el 19, Sergio marcaba de cabeza a placer tras encontrarse prácticamente solo después de un saque de esquina, y es que el empate a uno dejó muy mermado en lo psicológico a los pupilos de Ramis que se vieron sobrepasados por un Mirandés convertido en arrollador gracias a dos flagrantes errores.

Con el 1-2 en el marcador despertó el Albacete Balompié y consiguió trenzar un par de jugadas que le permitieron plantarse cerca de los dominios de Limones, pero en ambos casos la falta de puntería privó a Zozulia y Dani Ojeda de poner el 2-2 en el marcador.

Sin embargo y a pesar del oasis de ambos acercamientos a área rival, la caída de brazos del Alba después del mazazo de los dos goles era evidente y el Mirandés era el que se sentía cada vez más cómodo conforme avanzaban los minutos en vez de ser el Alba el que cobrara protagonismo conforme se acercara el descanso.

Sin nada que destacar por parte de unos y otros en el tramo final de la primera mitad, se llegó el tiempo de asueto con el 1-2 luciendo en el marcador electrónico del Carlos Belmonte mientras los jugadores enfilaban el camino hacia el túnel de vestuarios.

Ramis movió ficha durante el descanso y realizó el primer cambio, retirando del terreno de juego al amonestado Capezzi por aquello de evitar por todos los medios quedarse con 10 jugadores y dio entrada a Roberto Olabe en un cambio de hombre por hombre en lo que a la posición sobre el verde respecta.

Cuando algo va mal siempre puede ir peor y eso es lo que se podría decir sobre el cambio de Olabe, ya que el ex del Extremadura solo tardó un minuto en ver la cartulina amarilla y en dejar el movimiento de Ramis inservible en ese sentido. La temporada de Olabe está siendo para olvidar.

En lo que a lo global se refiere, el Alba salió de la caseta convencido de poder conseguir el empate a dos cuanto antes y se hizo con el dominio del esférico, pero las aproximaciones al área contraria no eran lo claras que una situación como la que había enfrente requería y el 1-2 seguía siendo el resultado llegados al minuto 55. Antes, el VAR estimó que la rudeza del agarrón recibido por Kecójevic dentro del área no fue suficiente como para hacer caer al montenegrino y no se decretó acción punible alguna por parte del árbitro.

Llegados al minuto 60 fue el momento del segundo cambio del Albacete Balompié, entrando al terreno de juego el ‘Torito’ Acuña en sustitución de Dani Ojeda y buscado con la entrada del paraguayo poder romper la defensa del Mirandés y abrir huecos en el ataque blanco.

El crono seguía avanzando y aunque el Alba era el que lo intentaba, el empate a dos quedaba todavía bastante lejos a priori porque las ideas se apagaban en el conjunto blanco a partir de tres cuartos de cancha y Limones estaba teniendo una segunda parte demasiado tranquila para lo que requería la situación. Por su parte, el Mirandés se encontraba por tanto cómodo ante tal discurrir y basaba sus opciones de ataque en poder sorprender a la contra.

El césped seguía siendo un patatal y el terreno de juego poco ayudaba a los de Ramis en la elaboración de juego, maldiciendo una y mil veces el momento en el que se decidió cambiar el césped cada vez que el equipo blanco juega en casa, porque lo que le está tocando vivir esta temporada en ese sentido al Albacete Balompié es vergonzoso.

Los cambios poco o nada habían aportado hasta ahora en el juego y Ramis decidió agotarlos dando entrada a Álvaro Jiménez llegados al minuto 80, siendo Susaeta el jugador sustituido.

El partido encaraba la recta final y el peligro del Alba de cara a puerta estaba siendo escaso por no decir prácticamente nulo, no generando peligro alguno de cara al marco rival e incomodando lo más mínimo a un Mirandés que a los 4 minutos de partido perdía por 1-0 y que acariciaba en estos momentos con la yema de los dedos tres puntos de oro después de dos regalos, con lazo y todo, por parte del Albacete Balompié.