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Un ex legionario ha denunciado que el pasado 24 de enero de 2017, en el transcurso de un ejercicio de fuego real de la Legión en Chinchilla, hubo que detener estas prácticas porque “una bala había alcanzado al legionario Joaquín Hipólito”. Así lo recoge una publicación de ‘El Español’, en la que apunta que años después del suceso “todavía no queda claro qué pasó”.
Este legionario formaba parte de la Brigada Rey Alfonso XIII, y fue herido por el proyectil en el lado izquierdo del abdomen. La trayectoria de la bala hizo que se le quedara alojada cerca de la columna “provocándole daños vertebrales” en la zona lumbar. Tras el disparo, fue evacuado del campo de maniobras en helicóptero y “pasó varios días en el hospital de Albacete, debatiéndose entre la vida y la muerte”, apunta la publicación.
Cuando llegó al Hospital de Albacete, el militar ingresó con pronóstico grave, entrando a la Unidad de Cuidados Intensivos, donde pasó una semana. Posteriormente, fue trasladado al Hospital Quirón de Alcorcón, donde “le extrajeron la bala”.
El militar abandonó la Legión y ahora completa su formación como Guardia Civil en Cáceres, según señalan desde El Español. Un complejo proceso que continúa abierto y se encuentra bajo instrucción en el Juzgado Togado Militar Territorial número 23 de Almería.
De este modo, apuntan a que el accidente se produjera por “una negligencia”. En concreto, “el ejercicio trataba de asaltar una posición con varios grupos coordinados y utilizando fuego real, algo que se hace habitualmente bajo amplias medidas de seguridad”, con el objetivo de recrear “de la manera más fiel posible una situación real”.
La acusación cree que todo lo planificado durante el ejercicio “salió mal”, porque “no se tomaron las medidas de seguridad previas”, y después, “el escenario se recogió demasiado rápido sin que diera tiempo a recabar las pruebas suficientes”.
