Guardia Civil y Policía Nacional desarticulan una red especializada en la sustracción, falsificación y cobro de pagarés y cheques falsos

/Llanos Esmeralda García/Vídeo: Ángel Chacón/

La operación conjunta ‘Brain-Ceci’ que se ha desarrollado a lo largo de los años 2017 y 2018 entre la Guardia Civil y Policía Nacional “ha permitido la desaparición de una banda perfectamente organizada y jerarquizada y que se dedicaba a la sustracción, falsificación y posterior cobro de diferentes tipos de documentos como pagarés y otros tipos de documento bancario”, como cheques falsos, ha desgranado el subdelegado del Gobierno en Albacete, Miguel Juan Espinosa en rueda de prensa. 

Durante esta operación “se ha prácticamente erradicado este tipo de delincuencia y ha permitido que 33 personas hayan sido puestas a disposición judicial, en una operación que se ha desarrollado en gran parte de España, como: Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Madrid y Andalucía”, ha explicado Espinosa realizándose tres registros en viviendas particulares y otro en una nave industrial. De las 33 personas, nueve ingresaron en prisión provisional, y se ha investigado a otras tres, con edades comprendidas entre los 23 y los 55 años, por los supuestos delitos de estafa, falsificación de documentos oficiales y mercantiles, usurpación de estado civil, robos con fuerza y descubrimiento y revelación de secretos.

A estas personas se les atribuye la comisión 1.640 infracciones penales, 9 cometidas en la provincia de Albacete, 41 en Castilla-La Mancha, además de los hechos delictivos en Madrid, Valencia, Alicante, Castellón, Murcia, Toledo, Ciudad Real, Guadalajara, Cuenca, Almería, Málaga, Sevilla, Jaén, Granada, Córdoba, Cádiz, Burgos, Soria, Palencia, Segovia, Salamanca, Valladolid, Zaragoza, Huesca, Teruel, Santander, Asturias, A Coruña, Lugo, Badajoz, Barcelona y Vizcaya.

“Era una operación de una gran envergadura tanto económica, porque el importe asciende a 800.000 euros, y de un alto grado de tecnología que ha permitido que todos los documentos falsificados hayan sido cobrados”, ha señalado el subdelegado del Gobierno en Albacete. 

La operación se inició a partir de la detección de un hecho delictivo en la oficina bancaria en Pozohondo, “lo que permitió que la Guardia Civil empezara a realizar las investigaciones y a través de un sistema de información puso en común la información, además la operación ya se había iniciado por la Policía Nacional”, ha destacado Espinosa.  

Organización

Por su parte, el Teniente Coronel de la Guardia Civil de Albacete, Jesús Manuel Rodrigo, ha destacado de esta operación que “esta organización criminal estaba perfectamente jerarquizada y organizada entre todos sus integrantes”. Tres de sus miembros ejercerían funciones de dirección y coordinación, ubicados en la parte superior de la pirámide. Seguidamente se encontrarían los “falsificadores”, con una amplia formación y especialización en la manipulación, adulteración y falsificación de documentos identificativos y  medios de pago bancarios. En niveles inferiores de la organización estaban los “buzoneadores” o encargados de sustraer la correspondencia de los buzones de sociedades mercantiles, casi siempre en polígonos industriales o directamente de vehículos del servicio de Correos, en busca de pagarés o cheques originales, los cuales eran entregados a los “Jefes-falsificadores”, quienes les modificaban el importe, la fecha de vencimiento y los datos del beneficiario, ha señalado el Teniente Coronel de la Guardia Civil de Albacete.

Por otra parte, otros miembros de la red, los “conductores”, eran los encargados de reclutar y transportar hasta las sucursales bancarias elegidas para perpetrar las estafas a los “pasadores”, que eran los autores materiales de los cobros. A estos últimos se les suministraban documentos de identidad falsa con su fotografía y una firma que fuese capaz de reproducir. 

Las falsificaciones, han detallado en rueda de prensa, se realizaban en los “laboratorios”, acreditándose la existencia de, al menos, tres inmuebles dedicados a estos menesteres, cuya ubicación solamente era conocida por los “Jefes” de la organización. En ellos, durante los registros practicados, se localizaron ordenadores, impresoras y escáneres de máximas prestaciones tecnológicas, así como la correspondencia postal sustraída, documentos ya falsificados y listos para su uso, productos químicos, tintas luminiscentes y tampones preparados para simular las medidas de seguridad de los documentos mercantiles o de identidad, así como papel de calidad idéntica al utilizado para la emisión legalmente de los efectos financieros. En este sentido el Inspector jefe Alfredo Redondo, jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de Madrid, ha afirmado, “sin ningún temor a equivocarnos, que este laboratorio era el que mejor falsificaciones realizaba de este tipo de elementos en España, una vez desarticulada esta organización y eliminado este laboratorio de falsificación prácticamente el delito ha quedado prácticamente erradicado en todo el territorio nacional”. 

Y es que ha resaltado Redondo que era una actividad delictiva que “estaba causando un gran perjuicio a varias entidades mercantiles”. “El dinero se lo repartían entre todos los miembros de la organización”, ha concluido el teniente coronel de la Guardia Civil de Albacete.

Registros y efectos intervenidos

Durante la fase de explotación se practicaron 4 registros en las viviendas de residencia de los jefes y en un piso utilizado como laboratorio, donde se realizaban las tareas de falsificación de los documentos de identidad y medios de pago bancarios.

En dichos registros fueron incautados una gran cantidad de efectos u objetos relacionados con la investigación, entre los que se encontraban: 3.220 euros, en billetes de distinto valor, procedente de la actividad delictiva investigada. Numerosos teléfonos móviles. Equipos informáticos completos (ordenadores,  impresoras y  escáner). Productos químicos, tintas luminiscentes y un dispositivo de luces ultravioletas. Papel de calidad idéntica al utilizado legalmente para la emisión de los efectos financieros. Prensas eléctricas plastificadoras y guillotinas para recortar el papel. Herramientas diversas como cútters, tijeras, rodillos, jeringuillas, pegamentos, rotuladores indelebles, guantes, etc… Numerosos documentos de identidad (DNI’s) y medios de pago financieros (pagarés/cheques) falsos y otros originales sustraídos.

El  operativo ha sido realizado de forma conjunta por efectivos de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (U.D.Y.C.O. – Grupo IX – Falsificaciones y Estafas) de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid de la Policía Nacional y agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Albacete.

Las diligencias junto con los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción Nº 2 de Albacete.

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