La historia de un matrimonio pionero que dio un giro radical al trabajo de las mujeres en Cenizate

/Marta López/

La llegada en los años 50 de una pionera fábrica de tejidos de punto dio un giro radical a la economía de Cenizate. Debemos trasladarnos momentáneamente a esta época para comprender lo que supuso la aparición de esta fábrica en un periodo de fuerte carácter rural en el que la mayoría de los ingresos económicos de los habitantes de este pueblo procedían exclusivamente del campo.

Adolfo Ruiz y Josefa Sáez fueron los valientes emprendedores que decidieron dar un nuevo impulso a Cenizate poniendo en marcha esta fábrica de tejidos de punto. El matrimonio, que ahora tienen 89 y 87 años respectivamente, ha dejado una huella imborrable en el municipio albaceteño gracias a este negocio textil. Un proyecto que “involucró a muchas personas del pueblo”, explica a El Digital de Albacete el hijo de estos empresarios, Adolfo Ruiz.

 

El destino hizo que una máquina de tricotar cayera en las manos de Josefa y “sin ningún tipo de instrucciones sobre el artilugio consiguió ponerla en marcha y empezó a hacer encargos para algunas personas del pueblo”, relata su hijo. Pasados algunos años y ya casada, un empresario que había oído hablar de los trabajos de punto de Josefa llegó a Cenizate y se puso en contacto con ella para “encargarle un pedido de un volumen bastante grande”, y así fue como el matrimonio decidió enseñar a utilizar la máquina de tricotar a las mujeres del pueblo y emplearlas en su nuevo negocio.

 

De modo que “dieron un gran impulso económico a un pueblo que no tenía más que el campo”, apunta Ruiz. Además, fue la primera vez que las mujeres de Cenizate ganaban un sueldo que no procedía del sector agrario y con el que pudieron “comprar tractores, hacerse el ajuar o ampliar las casas familiares”.

Este negocio familiar dedicado a la tejeduría y confección de género de punto logró reactivar al pueblo y de la fábrica salían principalmente jerséis y chaquetas de señora, caballero y niño. Las prendas una vez confeccionadas eran enviadas para su venta, y es que, a los pocos años de su puesta en marcha las prendas ya lucían una etiqueta con la marca comercial ‘Punto Unión’, producto 100% hecho en Cenizate”. Tal fue la repercusión de los tejidos que salían de esta fábrica durante los años 60 y 70 que llegaron a venderse no solo en Albacete y motivó a varios trabajadores a emprender negocios propios por su cuenta.

Proyecto con un gran legado

Las prendas de corte clásico que se fabricaban en aquellos años en Cenizate distan mucho de los jerséis y chaquetas que se comercializan a día de hoy. Así, tanto para hombre como para mujer se tejían jerséis básicos de cuello redondo, cisne o de pico, y chaquetas y cárdigans con ochos y trenzas de tipo irlandés.

Un legado que ha recogido el hijo de este matrimonio, y es que, Adolfo Ruiz lleva 30 años como diseñador de este tipo de prendas. “Estudié en Barcelona en el año 90 y puse mi tienda en Murcia, en la que también tengo trabajo a medida en punto”, explica.

Una pionera fábrica de tejidos en Cenizate que ahora ve como su legado se pasea gracias a su hijo por las principales pasarelas de la moda española, porque trabaja “con algunos diseñadores de Madrid y Barcelona para la Madrid Fashion Week”, concluye.

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