La corrida estuvo bien suspendida, el día amaneció lluvioso y así siguió todo el día con previsiones claras de más agua. Estas cuestiones de suspensión de festejos taurinos son decimonónicas y diré por qué. La autoridad política no pinta nada en las decisiones de suspensión, lo mismo que “cagaestacas en la puerta de la Audiencia”. La cuestión es de los toreros que, reunidos con la autoridad de la plaza, presidente, delegado, revisan el piso de la plaza y deciden torear o no. Así de sencillo. Hoy el ruedo estaba en pésimas condiciones y la decisión ha sido de libro.
La autoridad política debe preocuparse de legislar la norma o reglamento para que esas decisiones puedan tomarse con antelación y no hacer que los toreros tengan que acudir a la plaza con todos los trastos de torear y vestidos impecables de luces.
La autoridad política debe preocuparse de que un señor que viva en Villarrobledo o El Bonillo sepa con antelación si el festejo se va a celebrar o no porque tiene que desplazarse y a veces las condiciones no son las mejores.
La autoridad política debe preocuparse para que las devoluciones se produzcan en orden y concierto, sin colas larguísimas que hasta la policía tiene que intervenir.
Cualquier empresa seria y ésta lo es devolverá los importes sin mayor problema, pero debe ordenarse el cómo, cuándo y el dónde. Esto es así y lo demás es no preocuparse por el aficionado que además de tener que soportar condiciones del siglo pasado se encuentran desamparados cuando más lo necesitan. Menos fotitos y más hincar el lomo, pero de verdad.
Se nos llena la boca de defender al aficionado, pero cuando se empapa de agua hasta las trancas, nadie avisa de la suspensión por la mañana y tiene que seguir haciendo cola en la taquilla, es decir, lo seguimos “maltratando” y mientras tanto las culpas de los males de la fiesta se la echamos a Podemos o a Carmena. Es lo fácil. Lo primero es atender al que mantiene vivo el espectáculo con su dinero.
A Podemos o Unidas Podemos hay que culparlos de la falta de acuerdo para formar Gobierno. He escuchado a Iglesias decir que tiene que mediar el jefe del Estado y que ellos se abstienen. Se van a abstener, pero van a ser muchos ciudadanos que van a cambiar el voto ante tal descalzaperros que estamos viviendo.
Todo lo que conté ayer de la mano y el abrazo estaba debidamente acreditado y ahora con dos huevos duros más porque lo dicho va a misa.
Por cierto, que no insistan desde Ciudadanos en lo del Hospital de Albacete porque esta es una cuestión decidida, planificada, presupuestada, meditada y todos los calificativos que quieran, por el Psoe de Castilla-La Mancha y en concreto por el presidente Page. Para bien, porque será para bien, esto es así, sin medias tintas. Recordarán, que ya el 31 de mayo el día de Castilla-La Mancha, en su discurso el presidente lo dejó clarísimo.
Otra cuestión es que desde algún medio de comunicación en plena campaña electoral se jaleaba a candidatos naranjas diciéndoles que iban a arrasar. Me parece bien que cada cual pueda vitorear a quien quiera, lo respeto todo, pero el doble lenguaje de tapadillo y el periodismo ramplón no es admisible. Las distintas posiciones y opiniones si, pero con las cartas sobre la mesa, no marcadas.
Conocida la suspensión de la corrida de ayer me encuentro en el callejón de la plaza bajo un paraguas y por supuesto un buen puro, como procede, a mi amigo Carlos Herrera, líder en el periodismo de las mañanas, en la COPE, como lo es también la SER, que nadie se ponga nervioso, ambas cadenas generalistas se disputan el liderazgo y unas veces están más cerca y otras más lejos. Hoy no hablo de competencias, hablo de personas y Carlos Herrera es un buen tipo.
Pero que Carlos es un líder nato no hay duda y tiene una fuerza y una personalidad atroz. A mí me cae extraordinariamente bien, desde hace muchísimos años, desde que en la SER hacia programas como las coplas de mi SER.
Sigo hablando de líderes natos, cada uno en los suyo, conocedores de lo que se llevan entre manos, como personas un lujo. Pascual González Masegosa y Jesús Cuesta, forman una unidad de destino, las almas del equipo; Pascual es tan grande como bueno, en todo; Jesús es el complemento ideal, hace su trabajo perfectamente y en materia de relaciones públicas es de sobresaliente. Algo más que un equipo de médicos de una Plaza de Toros.
Les daré más nombres porque Pascual se preocupa de que la familia de profesionales siga creciendo y los que ahora voy a nombrar también merecen cuadro de honor: Juan Luis Rueda, José Miota, Anselmo Martínez, Salvador González y Pascual Jiménez.Les pido disculpas si he olvidado algún nombre.
Mira que si hay algún gafe por ahí. Ando mosqueado. La última corrida suspendida en Albacete fue el 17 de septiembre de 2002, diecisiete años sin suspensión hasta el día de hoy. Aquel día con toros de Cuvillo se anunciaban Rivera Ordoñez, José Tomás y Abraham Barragán.
Hoy he leído por las redes que: “Saber mucho no es lo mismo que ser inteligente. La inteligencia no es solo información, sino también juicio para manejarla”.
Tengo alguna información y procuraré manejarla con educación y buenos modales. Y si es con buen juicio mejor.
¿Seguirá lloviendo? Dicen que sí. Ya veremos.
Ángel Calamardo
Twitter: @AFCalamardo