Ponce, El Juli y Lorenzo naufragan ante la mansada de Daniel Ruiz

/Nacho López/Foto: Javi Romero/

Aburrida tercera de abono en la Plaza de Toros de Albacete, donde a priori estaban todos los ingredientes para el triunfo pero dónde la mansada de Daniel Ruiz imposibilitó cualquier opción de lucimiento. Enrique Ponce y El Juli se fueron de vacío por la puerta del patio de caballos y Álvaro Lorenzo cortó una oreja, siendo muy pedida por el público la segunda y desestimando tal extremo Doña Genoveva Armero, presidenta del festejo.

PRIMER TORO

Tras la encerrona de Rubén Pinar para abrir la Feria y la novillada de promesas locales, llegaba este martes el turno de las figuras y los toros de Daniel Ruiz.

Este 10 de septiembre debía haber sido la primera comparecencia en Albacete de Roca Rey, pero la lesión en la espalda que le ha llevado a cortar la temporada española le ha impedido obviamente estar en el coso de la calle Feria y fue sustituido por Enrique Ponce. El Juli y Álvaro Lorenzo completaron la terna, que tuvo lidiar además de con los astados de Daniel Ruiz con un desagradable invitado cómo fue el viento.

‘Golondrino’ fue el primero de la tarde, de pelaje negro, nacido en marzo de 2015, herrado con el número 72 en los costados y de 580 kilos de peso.

Vestido de burdeos y oro, Enrique Ponce recibió al de Daniel con el capote delante del tendido 3, buscando los papelillos que indicaban que esa zona era donde menos le influiría el aire a los engaños.

Serio, con buena delantera y algo pasado de peso, ‘Golondrino’ se arrancó con mucha alegría al caballo y empujó con fuerza mientras Manuel Quinta le infringía un buen puyazo.

En las banderillas, el albaceteño Mariano de la Viña demostró oficio a raudales y dejó dos buenos pares de banderillas con una facilidad pasmosa.

Desestimó Enrique Ponce brindar la muerte del toro tras pedir el preceptivo permiso a la presidencia y se fue a los terrenos del 5 a comenzar la faena de muleta, intentando desde el principio domar la brusca embestida del noblón y bondadoso astado para intentar sacar con la muleta con el paso del tiempo lo poco bueno que llevada dentro el de Daniel Ruiz.

Con la izquierda no mejoró el espectáculo, yendo el toro a menos a una velocidad pasmosa y estando siempre Enrique Ponce por encima de las condiciones de su oponente.

Volvió Ponce a cargar los trastos en la derecha, llegando algo de transmisión a los tendidos y arrancando los primeros aplausos tras apretarle al toro en la media distancia.

Entendió desde el principio Enrique Ponce al toro, siendo consciente de sus numerosos defectos y de que la bondad y la nobleza eran sus principales virtudes, pero lo malo venció en la balanza a lo bueno y poco o nada pudo disfrutar el público con el primero de la tarde.

Ponce mandó al de Daniel al desolladero después de 3 pinchazos y una estocada y el público brindó palmas de consolación al torero y leves pitos en el arrastre al morlaco.

SEGUNDO TORO

‘Miedoso’ fue el primero del lote de Julián López ‘El Juli’, nacido en noviembre de 2014, de capa negra, con el 6 grabado a fuego en los costados,de 490 kilos de peso y virtudes escasas de salida, no existiendo la faena con el capote ante los correteos circundantes del de Daniel Ruiz.

Una lesión en la mano derecha cuando iba a comenzar el tercio de banderillas mandó a ‘Miedoso’ a los corrales y El Juli tuvo que lidiar al sobrero ‘Fígaro’ , también de la ganadería de Daniel Ruiz.

SEGUNDO TORO BIS

Negro listón, de 530 kilos de peso, herrado con el número 90 y nacido en abril de 2014, Fígaro mostró mejor presentación que su sucesor y mejores hechos en el capote, arrancando los primeros aplausos de los tendidos.

Vestido de nazareno y oro, no brindó tampoco El Juli la muerte del toro y comenzó la faena de muleta por abajo delante de la puerta grande de la Plaza de Toros de Albacete.

Intentó conducir la embestida del de Daniel Ruiz El Juli, intentando no bajarle mucho la muleta porque el toro tenía poca fuerza en los cuartos delanteros y el peligro de perderlos y caer al suelo era claro.

Ese fue su principal hándicap y lo que marcó la faena de El Juli, imposibilitando el espectáculo y demostrando el de Daniel Ruiz su gran falta de fuerza a pasos agigantados y su escasez de condiciones positivas para la lidia.

De una estocada mal colocada y dos descabellos, El Juli mando a su oponente al desolladero y el silencio para el torero y los pitos para el toro, fueron lo que brindó el público durante el arrastre.

TERCER TORO

Ataviado de maquillaje y oro, Álvaro Lorenzo recibió en los terrenos del 3 a ‘Tremendo’, de color castaño, nacido en noviembre de 2013, herrado con el número 67 y de 548 kilos de peso.

Corto de cuello y con la cara muy alta, Tremendo dio grandes dificultades en el tercio de varas y la falta de humillación que ya evidenció en el caballo, marcó también el desarrollo de la faena de muleta.

Se fue a los medios Álvaro Lorenzo para brindar al público e intentar caldear los tendidos, cemento que hoy el público llenó en torno a un 80%, comenzando la faena de muleta con las rodillas clavadas en el albero e intentado darle ligazón a la faena desde el primer instante.

Sin casta y sin bravura a pesar de su seriedad, en cuanto Álvaro Lorenzo intentaba ganarle la partida el de Daniel protestaba y empezaba a cantar la gallina.

A pesar de ello, Álvaro Lorenzo estuvo muy firme y administró lo poquito que tenía el toro, templando y estando siempre por encima del toro, teniendo poder sobre la embestida, dándole al toro todo el tiempo que necesitaba y haciéndole las cosas molestando al animal lo menos posible.

Funcionaba la cabeza de Lorenzo y demostraba ser un torero cuajado en cada lance, derrochando inteligencia ante un toro complicado y demostrando que quiere ser una figura del toreo.

Se enfrontiló a matar Lorenzo en la suerte contraria y dejó una estocada algo trasera y atravesada, pero iba cargada de muerte e hizo doblar al toro casi sin puntilla. Los pañuelos plagaron los tendidos y Doña Genoveva Armero concedió un trofeo al diestro toledano.

CUARTO TORO

Tras la merienda llegó el turno de Enrique Ponce y el cuarto de la tarde, de nombre Asistente, de 513 kilos de peso, nacido en diciembre de 2014 y herrado con el 22 en los costados.

Fue muy mimado el de Daniel Ruiz en el caballo y en el tercio de banderillas, buscando que llegara al tercio definitivo en las mejores condiciones.

Brindó Enrique Ponce al público y desarrolló prácticamente toda la faena en los terrenos del 2 y parando, templando y mandando ante el manso pero con cierta transmisión cuarto de la tarde.

Sacó Ponce todo lo que tenía el de Daniel dentro, haciendo una faena más de cara a la galería que de calidad, pero entendiendo muy bien lo que reclamaba el toro y estando siempre por encima de él.

Tras una certera estocada, el de Daniel dobló las manos y el público recompensó la profesionalidad del torero y buen hacer ante lo poco que tenía con una oreja.

QUINTO TORO

Almendrito fue el quinto de la tarde, al que El Juli recibió con buenos lances al capote. De 533 kilos de peso, color negro, nacido en enero de 2015 y herrado con el numero 30, el astado fue manso como sus hermanos de camada y nunca dejó a El Juli opciones para un lucimiento certero.

Intentó el torero madrileño enganchar al público con lances más cargados de espectáculo que de toreo clásico, errando con los aceros y perdiendo cualquier opción de tocar pelo.

Tras un pinchazo y una estocada, Almendrito dobló las manos y fue silenciado durante el arrastre, recibiendo El Juli el reconocimiento del público en forma de aplausos.

SEXTO TORO

Cerró plaza Alcahueto, negro de capa, herrado con el número 61, nacido en abril de 2015 y que dejó 518 kilos a su paso por la báscula.

Con una oreja cortada en el primero de su lote, Álvaro Lorenzo salió decidido a abrir de par en par la puerta grande y desde que lo recibió con el capote demostró que iba a poner toda la carne en el asador. Otra cosa distinta es lo que el toro llevara dentro, que a priori y por lo que evidenció en el primer tercio, era poco y no muy bueno.

En el tercio de varas, descabalgó al picador y corneó al caballo en ambos lados del cuello del animal.

Desestimó Álvaro Lorenzo cualquier tipo de brindis y se fue prácticamente a los medios para comenzar la faena de muleta, pero pronto quedó claro que no había toro y sin uno de los ingredientes principales es muy difícil poder obrar un buen toreo.

Sin transmisión, intentó Lorenzo sacar lo poco que tenía aprovechable en su ADN el de Daniel Ruiz, pero era tan poco que nada reseñable pasó sobre el albero de la Plaza de Toros deAlbacete.

Con media estocada fue suficiente para hacer doblar al último de la tarde y Álvaro Lorenzo recibió el reconocimiento del público en forma de un tímido aplauso.

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