La fragilidad defensiva condena al Albacete Balompié en Gijón

/Nacho López/

El Alba caía derrotado en El Molinón por 2-0 en un partido en el que en muchas fases del encuentro fue superior a su rival pero al que condenó la fragilidad defensiva. Errores de bulto decantaron el partido y las soluciones que Ramis buscó en el banquillo no aportaron nada. Segunda derrota en tres encuentros para el Alba, pero costándole a los blancos lo que les cuesta disparar a puerta, es normal que las derrotas superen a las victorias. Mucho por mejorar es lo que tiene el equipo por delante.

Después de una semana tranquila en lo deportivo tras la victoria ante el Girona, llegara como llegara, el Albacete Balompié regresaba este domingo a la realidad de la competición y lo hacía rindiendo visita a uno de los estadios míticos del fútbol español como es el ‘Enrique Castro “Quini” – El Molinón’ para enfrentarse al siempre complicado Sporting de Gijón.

Para tal cita Ramis apostó por dar continuidad al once titular que comenzó el partido ante el Girona y por tanto, Tomeu Nadal estuvo bajo palos; Alberto Benito en el lateral derecho, Fran García en el izquierdo y Álvaro Arroyo y Nicolás Gorosito conformaron la pareja de centrales; el centro del campo estuvo compuesto por Álvaro Jiménez en el extremo diestro, Dani Ojeda en el siniestro, Barri y Karim en el doble pivote, y Olabe en la creación de juego; Zozulia fue el hombre más adelantado del Alba en El Molinón.

Tras un respetuoso minuto de silencio en memoria de Xana, hija de Luis Enrique, y de un ex consejero del club local, el partido comenzó con un Albacete Balompié que comenzó muy rápido y vertical y que solo necesitó 20 segundos para meterle el miedo en el cuerpo, como vulgarmente se dice, al Sporting de Gijón.

El Alba salió de la caseta dispuesto a ser el dueño del balón y así sucedió en los compases iniciales, donde se vio un equipo muy cómodo sobre el perfectamente cuidado césped de El Molinón y donde en todo momento la batuta del balón y del partido la llevaron los de Ramis. Solo se habían cumplido 3 minutos de juego, pero la imagen del Alba estaba siendo muy buena.

La tortilla pudo dar la vuelta cuando el crono a punto estaba de llegar al minuto 4, plantándose el Sporting en el área de Tomeu tras una internada por banda derecha de Carmona y un disparo de Aítor que terminó en saque de esquina. Afortunadamente, tras la ejecución del córner, todo quedó en agua de borrajas.

La oportunidad espoleó al Sporting y asustó al Albacete Balompié, perdiendo los de Ramis el balón y ganando desde entonces el encordado tintes rojiblancos asturianos. Por fortuna, el Sporting perdió pronto la efervescencia y llegados al minuto 15 la igualdad era la tónica general del encuentro.

El Alba estaba mostrando una imagen muy sólida en El Molinón y aunque sí es cierto que el portero del Sporting aún no se había tenido que emplear a fondo, las llegadas por banda estaban siendo muy asiduas por parte del conjunto blanco, hoy vestido de magenta, y si el partido fuese un combate de boxeo, cumplida la primera media hora de juego sería el Alba el que iría ganando ‘a los puntos’.

Un despiste aislado en el minuto 38 pudo haber salido muy caro al Albacete Balompié, tras no cortar con solvencia en defensa un fácil balón largo que al final cayó en los pies de Djuka y que a pesar de estar sólo ante 5 jugadores del Alba, el ariete balcánico pudo disparar entre los tres palos; de no haber sido por los guantes de Tomeu Nadal, el Sporting habría puesto el 1-0 en el marcador.

Álvaro Jiménez puso la réplica en el minuto 45 y casi sobre la bocina, sacándose un latigazo con su pierna derecha que enfiló la portería del Sporting y que Diego Mariño tuvo que despejar con los puños para evitar que los de Ramis se adelantaran en el marcador. Sensacional disparo del ex del Sporting, pero algo centrado de más.

Tras la acción de Jiménez, la primera mitad llegó a su fin y lo hizo con el resultado inicial campeando en lo más alto de un El Molinón donde el Alba no estuvo sólo y contó con apoyo desde la grada.

La reanudación echó a andar sin cambios en ambos conjuntos y lo hizo por unos derroteros muy similares por los que discurrió el arranque del partido, con el Albacete Balompié queriendo el balón y tratándolo con buen criterio buscando el área contraria.

El entramado defensivo preparado por Luis Miguel Ramis estaba siendo ejecutado con eficacia por sus pupilos sobre el verde y el Sporting estaba ausente del partido y sólo llevaba tímido peligro cuando gozaba de alguna jugada a balón parado. Por su parte, el Alba seguía decantando la balanza hacia su lado pero se ahogaba con demasiada facilidad en tres cuartos de cancha y no estaba pudiendo conectar con claridad con Roman Zozulia.

Sin embargo, cuando parecía estar más cerca el 0-1 que el 1-0, Pedro Díaz adelantaba al Sporting de Gijón tras culminar una jugada que nació con el saque en corto del portero de los asturianos y que entre Carmona, Djucka y Pedro Díaz lo llevaron al fondo de las mallas de Tomeu Nadal. Corría el minuto 55.

Dos minutos después, Ramis movió ficha desde el banquillo buscando opciones para empatar el encuentro y dio entrada a Susaeta en detrimento de Álvaro Jiménez.

El gol cayó como un jarro de agua en las filas albacetistas, que no mostraron reacción inmediata al gol del debutante Díaz y que se notaban noqueadas psicológicamente tras el mazazo en forma de gol recibido.

En el minuto 68 llegó el segundo cambio en el Albacete Balompié, retirándose del terreno de juego el sempiterno desaparecido Roberto Olabe e ingresando en el verde Rei Manaj.

A pesar de que el Alba puso más carne en el asador, el que encontró el gol fue el Sporting después de un error garrafal en la salida de balón por parte de Gorosito, que regaló el balón a un Carmona que condujo con gran maestría hasta la frontal del área donde cedió hasta Manu García, buscando éste una posición optima de disparo que encontró con 5 defensas del Alba mirando el balón y que cruzó con solvencia para batir a Tomeu Nadal y poner el 2-0 en el marcador en el minuto 75.

Ramis agotó los cambios haciendo debutar un minuto después a Pedro Sánchez, entrando el ex del Dépor en sustitución de Dani Ojeda.

Tras el segundo el gol del Sporting el fútbol desapareció de El Molinón y el Alba terminó por desmoronarse, mostrándose inoperante en ataque y siendo incapaz de generar peligro para intentar conseguir la machada de sumar algo positivo en el templo del Sporting.

Cuatro fueron los minutos de añadido antes de que el colegiado del encuentro señalara el final del partido y se confirmase la derrota del Alba en Gijón.