/Nacho López/
Gracias. Esa ha sido la palabra más repetida hoy en el Carlos Belmonte tras caer eliminado el Albacete Balompié ante el Mallorca en el camino por la lucha por una plaza en Primera Divisón, tanto por la afición hacia los jugadores como por estos últimos hacia los aficionados, en una comunión perfecta que ojalá y sea la primera piedra de un prometedor futuro en el club de la Avenida de España.
El Alba se vació sobre el verde y la afición lo hizo desde la grada, alentando los 16.603 aficionados congregados en el Carlos Belmonte a su equipo desde que este llegó en autobús al estadio albaceteño.
Durante el encuentro, ni jugadores ni aficionados cesaron en su empeño de seguir soñando con ascender a Primera División y codearse con los grandes del balompié nacional, sin embargo, la falta de puntería a lo largo de este domingo y el gol de Dani Rodríguez en las postrimerías del partido de ida en Son Moix apearon del tren del ascenso a un equipo que ha hecho disfrutar de lo lindo a una afición maltratada en los últimos años jugando en segunda ‘B’ y viendo como el 747 del rapsoda Enrique Martin aterrizaba en buen puerto en la última jornada de la temporada pasada.
Por ello y a pesar del amargor que supone siempre una derrota como esta, la afición del Albacete Balompié estalló en aplausos y gritos de ¡Alba¡ ¡Alba¡ en señal de agradecimiento a la sensacional temporada realizada por su equipo y por la cantidad de alegrías que fin de semana tras fin de semana han brindado los jugadores de Ramis a sus aficionados, haciendo que una sonrisa adornase cada lunes el rostro de muchos albaceteños.
Varios minutos fueron los que duró la ovación a los suyos, poniendo a más de uno los pelos de punta como por ejemplo reconocía Susaeta en rueda de prensa al manifestar que “el partido de hoy resume lo que ha sido la temporada entre equipo y afición. La gente ha creído en nosotros y es algo muy difícil de conseguir, es importante lo cosechado este año. Es algo que va más allá de ascender o no hacerlo. Va de honradez y de compromiso. Sé que esto es muy difícil de conseguir. Todo el mundo ha creído y cada vez que me movía por las calles todo el mundo nos daba las gracias. Me siento muy orgulloso de pertenecer al Albacete Balompié. Es un día duro, pero con orgullo. Le doy las gracias a la gente, recuerdo siempre a la afición junto a nosotros. Todo son agradecimientos y ojalá sirva para la temporada que viene. Mañana me iré de vacaciones triste pero muy orgulloso”, indicaba el de Éibar.
Chapó por este equipo y chapó por esta afición. Ojalá y la temporada próxima a estas alturas estemos como mínimo en el mismo sitio en el que estábamos este domingo.
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