No pudo ser

/Nacho López/Foto: Ángel Chacón/

El Albacete Balompié ha sido apeado de los play offs de ascenso por el Real Mallorca tras el 2-0 de la ida y el 1-0 de la vuelta disputada este domingo en el Carlos Belmonte.

Había llegado el día. La madre de todas las batallas hasta el momento y preludio de la gran finalísima ya estaba aquí y con el 2-0 de la ida, el Albacete Balompié tenía ante sí una ‘sencilla’ ecuación; o todo o nada. Así de fácil. O así de difícil; según se mire.

Para tal cita y con un Carlos Belmonte que aunque no se llenó si presentó una gran imagen y recibió a sus jugadores con gritos de ¡Sí se puede!, Luis Miguel Ramis apostó por un once en el que sólo hubo una novedad respecto al partido de Son Moix y en el que Eugeni entró por Susaeta para acompañar de inicio a Tomeu Nadal, Álvaro Tejero, Gorosito, Gentiletti, Fran García, Dani Torres, Febas, Bela, Zozulia y Rei Manaj.

Desde el banquillo comenzaron el partido J.A.Caro (PS), Borja Herrera, Barri, Álvaro Peña, Caro, el citado anteriormente Susaeta y el canterano Miguel Ángel.

El partido comenzó con mucha intensidad por parte de ambos conjuntos, con el Albacete Balompié intentando hacerse con el control del balón y con un Mallorca que salió respondón y que por medio de Leo Suárez llevó la polémica al césped del Carlos Belmonte al fingir una agresión de Tomeu Nadal en el minuto 5 de partido. Figueroa Vázquez y sus asistentes hicieron caso omiso al teatro del argentino y no hubo sanción alguna para el cancerbero del Albacete Balompié; tampoco para el atacante del cuadro bermellón.

El Albacete Balompié de este domingo no era el mismo del jueves en Son Moix y la balanza de la superioridad estaba recayendo en esta ocasión a favor de los de Luis Miguel Ramis, que en el minuto 12, por mediación de Bela, tuvieron la primera aproximación importante al marco defendido por Reina. El portero del RCD Mallorca solventó la acción sin problemas ante la cierta timidez del disparo del francés del Alba y el 0-0 siguió campeando en el marcador.

La locura llegó al Carlos Belmonte en el minuto 15 con un auténtico golazo de Jeremi Bela de falta directa, que solventó por fuera la barrera y que se fue envenenando con arsénico marca de la casa para besar las mallas de la portería del Mallorca al mismo tiempo que colocaba al Albacete Balompié a un solo gol de estar en la finalísima del play off peleando con el Deportivo de La Coruña por una plaza en Primera División.

La remontada estaba más cerca y el Carlos Belmonte era consciente de ello, dejándose todos y cada uno de los aficionados el alma para llevar a su equipo en volandas y convirtiendo en una caldera el casi abarrotado estadio albaceteño, siendo en el jugador número 12 y luchando con sus futbolistas por un objetivo común. Hacer el segundo gol cuanto antes.

Los minutos posteriores al gol fueron de cierto nerviosismo, pidiendo desde el área técnica tanto Ramis como Vicente Moreno paciencia y tranquilidad a sus pupilos viendo que con ese tipo de fútbol, cualquiera podría cometer un error que podría salir muy caro y era preferible guardar la ropa que nadar.

Llegados al minuto 30 de juego, el listón de la intensidad seguía muy alto y tanto locales como visitantes estaban poniendo toda la carne en el asador, cuajando un atractivo partido para el espectador y en el que las espadas estaban en todo lo alto tras el golazo de Jeremi Bela.

El Alba estaba siendo el Alba de las grandes citas y en el minuto 32 gozó de una buena oportunidad para hacer el 2-0 tras una gran jugada combinativa de gran parte del equipo, pero el disparo final de Eugeni no encontró portería y todo quedó en agua de borrajas. Lo mismo que ocurría un minuto después cuando Rei Manaj no pudo conectar con fiabilidad con el esférico en su remate desde el punto de penalti y que no supuso mucha dificultad para Reina.

En el minuto 35 fue el Mallorca el que pudo hacer temblar las mallas de la portería del Albacete Balompié, tras un buen disparo directo de falta que tocó Pedraza de cabeza levemente para desviar y que obligó a Tomeu Nadal a volar para meter una mano salvadora de las que el manacorí tiene acostumbrados a la parroquia del Carlos Belmonte. Afortunadamente, el 1-0 siguió campeando en el marcador tras el mal trago.

La nota negativa de la primera parte estaban siendo los problemas físicos que estaban sufriendo jugadores como Gorosito, Bela y Rei Manaj en el Albacete Balompié, quienes cojeaban ostensiblemente en el tramo final de la primera mitad y que mostraban serias dudas a la hora de pensar en su continuidad una vez comenzara la segunda parte.

Abdón Prats puso un nudo en la garganta a todo el Albacete Balompié, rematando muy bien con la testa un centro desde la banda derecha por mediación de Salva Sevilla y que de no haber sido por una nueva intervención salvadora de Tomeu Nadal habría besado las mallas del cuadro de Luis Miguel Ramis. Por suerte, todo siguió igual después de la gran intervención de San Tomeu Nadal.

Dos fueron los minutos añadidos por Figueroa Vázquez a una activa primera mitad en la que pasaron muchas cosas y en la que habrían podido pasar muchas más, demostrándose que este no era un partido al uso por lo mucho en juego y lo jugoso del premio de aquel que consiguiera llevarse el gato al agua en la eliminatoria.

La segunda mitad comenzó sin cambios en las filas del Mallorca y con el obligado de Caro por Gorosito en el Albacete Balompié ante los problemas físicos del argentino, que le impidieron seguir formando pareja de centrales con Gentiletti y cuya posición fue ocupada por el cordobés en un cambio de hombre por hombre.

Como ocurriera en el arranque de la primera mitad, la intensidad fue elevada en los compases iniciales de la reanudación y fue el Alba el que se iba haciendo poco a poco con el cetro del dominio, pero el Mallorca había retocado su sistema durante el descanso y demostró desde muy pronto que pisar el área del Alba le resultaba más fácil que en los primeros 45 minutos; estando por momentos más cerca el 1-1 que el 2-0.

Llegados al minuto 60 el Mallorca estaba siendo mejor que el Alba y las ocasiones se habían sucedido con demasiada frecuencia en el área de Tomeu Nadal, obligando al Albacete, paradójicamente, a estar más preocupado en defender el ‘inservible’ 1-0 que de buscar el prometedor 2-0. Así es el fútbol y, sobretodo, así es un play off de ascenso a Primera División donde es imposible que algo resulte fácil.

El fútbol se segunda es un fútbol de momentos y no hay equipo que mantenga un dominio absoluto del juego durante muchos minutos consecutivos, buscando el Alba a través de la pausa y el criterio enlazar su fútbol para conectar con los ‘hambrientos’ Zozulia y Rei Manaj.

Barri fue el segundo cambio de Luis Miguel Ramis, entrando al verde el charro en el minuto 68 en sustitución de Febas. Instantes antes, Zozulia se resbaló cuando estaba a punto de conectar con el esférico tras una buena jugada por la banda izquierda que Eugeni prolongó hacia el ucraniano, que y podría haber llevado mucho peligro en caso de que el ’10’ del Alba hubiera mantenido la verticalidad.

Rei Manaj puso en pie a los 16.603 espectadores que poblaron el graderío del Carlos Belmonte en el minuto 70 tras una internada desde la banda que terminó con un durísimo disparo del albanés que se acabó perdiendo por la línea de fondo a escasos milímetros del poste derecho de la meta defendida por Reina.

Precisamente, el cancerbero del Mallorca, voló en el minuto 72 para meter una mato salvadora para su equipo tras un sensacional cabezazo de Zozulia que de no haber sido por la gran intervención del meta mallorquinista habría puesto el 2-0 en el marcador del Carlos Belmonte.

Los nervios inundaban el feudo albacetista al mismo tiempo que se entraba en el último cuarto de hora del tiempo reglamentario y a partir de ahora, cada acción cobraba mucha más importancia si cabía debido a la escasez de tiempo para enmendar un posible error. Lo psicológico y lo físico pasaban ahora a ser más importantes que lo táctico por en dominar ambos factores hasta que Figueroa Vázquez decretara el final del partido, pasaban muchas de las claves para proclamarse vencedor de la eliminatoria entre albacetistas e insulares.

Al filo del minuto 80 de nuevo un paradón evitó un gol en el Carlos Belmonte, siendo en esta ocasión Tomeu Nadal el culpable de que no se moviera el marcador tras una sensacional intervención llena de reflejos y calidad por parte del cancerbero del Albacete Balompié.

El cansancio iba haciendo mella en las piernas de los jugadores, haciéndose algo más evidente en un Alba que había tenido que llevar la iniciativa del juego durante muchos minutos y en el que Ramis dio entrada a Susaeta para intentar oxígeno al centro del campo y puntería milimétrica a balón parado. Jeremi Bela fue el jugador que se retiró del terreno de juego.

Fran García la tuvo en sus botas en el minuto 84 tras rematar algo forzado un buen centro de Barri, pero su disparo salió centrado y no puso en demasiados problemas a Reina a la hora de atajar.

Zozulia puso el alma en vilo a todo el albacetismo en el minuto 87 tras rematar un centro de Tejero, pero de nuevo el balón no pudo ser rematado con claridad y Reina acabó desvaneciendo por enésima oportunidad las esperanzas del Albacete Balompié.

Cuatro fueron los minutos de añadido al 90 por Figueroa Vázquez, rugiendo el Carlos Belmonte cada vez que el Alba montaba su ataque y Eugeni pudo obrar el milagro en el minuto 93 con un disparo que conforme se acercaba a puerta más marchamo de gol tomaba y que fue interceptado in extremis por Reina en una fenomenal intervención.

Todo murió en un disparo de Rei Manaj de falta directa que se estrelló contra la madera y con el que llegó el pitido final, que desató la alegría en las filas del Mallorca y los lloros en las del Albacete Balompié, cuya afición mostró el orgullo hacia su equipo rompiendo la tristeza con gritos de ¡Alba! ¡Alba! Tras ver como su equipo se vació en el día de hoy y que ha regalado una temporada llena de sueños e ilusión a su entorno.