/Hugo Piña/Foto: Archivo de TVE/
No será la primera vez que el Albacete Balompié y el RCD Mallorca se jueguen en una fase de promoción una plaza en Primera División. Ya en 1993, manchegos y mallorquines disputaban una eliminatoria a doble partido que finalizó con victoria, en el global, del Albacete por 4 goles a 3. Dos décadas después, los designios han vuelto a unir a sendos clubes, que tras su paso por el purgatorio de la Segunda División B pugnan ahora por jugar en la élite mediante una eliminatoria que será la primera de las dos que ambos conjuntos tendrán que superar si quieren jugar en la mejor liga del mundo.
Tras certificar ambos equipos su excelente campaña con un meritorio cuarto y quinto puesto respectivamente, la eliminatoria entre Mallorca y Albacete definirá al equipo que siga optando a una plaza de ascenso tras las ya cosechadas por Osasuna y Granada. Tendrán que volver a batirse baleares y manchegos de nuevo, teniendo como punto de referencia los dos encuentros disputados esta temporada: 1-3 en Son Moix y 2-0 en el Carlos Belmonte favorable a un Albacete que se enfrentará con el único equipo de los de arriba de la clasificación al que ha sido capaz de ganarle esta temporada en los dos enfrentamientos.
Pero, eso es pasado y ya no importa. La eliminatoria será completamente diferente y en el seno del vestuario albacetista comprenden que la confianza es el peor de los enemigos. El Mallorca será un rival complejo y como en 1993, pondrá las cosas tremendamente difíciles. Entonces, con el Alba en Primera y con el Mallorca en Segunda, la fase de promoción medía a los mejores de la categoría de plata con los peores de la máxima categoría. El duelo de ida se disputó el 23 de junio de 1993 en un abarrotado Luis Sitjar, ofreciendo un partido lleno de alternativas, pero con eficiencia ofensiva manchega. Menéndez y Antonio Pinilla por partida doble sentenciaron (1-3) la primera parte de una eliminatoria que contó con el picante de Milojevic para los bermellones.
El partido de vuelta se disputó el 30 de junio en un entregado Carlos Belmonte, comenzando con los locales algo dormidos y con Luis Delgado y Milojevic incisivos. Apenas veinte minutos de partido y el Alba había desaprovechado la renta obtenida en Palma días antes. Antonio antes del descanso puso algo de ecuanimidad con un tanto de cabeza, ampliando de nuevo las distancias (1-2) y dejando al equipo manchego más cerca de seguir en Primera División. La segunda parte fue un quiero y no puedo de los visitantes, que arriesgaron notablemente hasta el punto de desguarnecer su defensa. Finalmente, no se movió más el marcador y el Albacete siguió en Primera una temporada más. La pesadilla de Salamanca, eso sí vendría después.
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